(CNN Español) – En Panamá, la consigna del “Quédate en casa” está en el ojo de la tormenta porque dos miembros del gabinete del presidente Laurentino Cortizo tenían conocimiento sobre la realización de una actividad político partidista, que terminó en multa, con la cual se obviaron decretos ejecutivos por la pandemia.
El cuestionamiento por parte de la población surge porque la noche del jueves algunas personas se enteraron de que en un restaurante de Ciudad de Panamá estaban reunidos diputados del Partido Revolucionario Democrático (PRD), que está en el poder, e incluso la ministra de Trabajo Doris Zapata.
Al conocerse sobre la actividad, civiles protestaron con toque de ollas afuera del restaurante y allí permanecieron hasta pasada la medianoche. En declaraciones a los medios de comunicación, exigían la sanción de los funcionarios por violar las normas de distanciamiento social, tal como se ha hecho con civiles, en casos conocidos y reportados por la policía, como una boda, peleas de gallos, fiesta con piscina, entre otras.
De inmediato, el Ministerio de Salud abrió una investigación y sancionó con una multa de US$ 50.000 al Partido Revolucionario Democrático y con otros US$ 50.000 al Restaurante y Parrillada Jimmy’s donde se hizo la actividad.
El PRD explicó a través de comunicado que era una reunión para definir a los candidatos para la elección de la nueva junta directiva de la Asamblea, a escogerse el próximo 1 de julio y que se guardaron todas las medidas de distanciamiento físico. Por su parte, la familia propietaria del restaurante, que abrió a pesar de que por decreto ejecutivo deben estar cerrados al público, hizo circular un comunicado en redes sociales, confirmado por CNN, en el cual pidió disculpas a la población.
El malestar popular se agudizó porque se sancionó al PRD, pero no a cada uno de los presentes en la reunión y porque este fin de semana circuló un documento de ese colectivo en el cual se hacía la convocatoria en la misma fecha y hora del polémico encuentro, pero en otro lugar. La resolución tenía las firmas de las ministras de Salud y de Trabajo, que son integrantes de la junta directiva del PRD.
A través de su despacho de prensa, la ministra de Salud Rosario Turner dijo a CNN que “ella firmó como miembro del Comité Ejecutivo Nacional del partido, no como ministra de Salud, y que autorizó la reunión, pero no que se hiciera en el restaurante y parrillada” .
Por su parte, la ministra de Trabajo, Doris Zapata, que estuvo en la actividad, en un texto enviado a CNN por su oficina de prensa, dijo que asistió a una reunión controlada y por ejercicio democrático para elegir la nómina que representaría al partido el 1 de julio en la Asamblea. “Tomaremos los correctivos y seguiremos adelante”, expresó Zapata.
Ante el revuelo, el presidente y miembro del PRD, Laurentino Cortizo, guarda silencio. CNN pidió reacción del mandatario al respecto, pero de la Presidencia de la República se informó que no haría comentarios.