(CNN) – Hace 70 años, más de 135.000 soldados norcoreanos invadieron Corea del Sur, comenzando una guerra que costó millones de vidas y dejó cicatrices que perduran hasta el día de hoy.
Sin embargo, la Guerra de Corea se ha visto ensombrecida para siempre por la Segunda Guerra Mundial, un conflicto mucho mayor que terminó cinco años antes. Incluso el Ejército de Estados Unidos se refiere a la de Corea como “la guerra olvidada”, a pesar de la pérdida de más de 36.000 vidas estadounidenses.
Dieciséis naciones, incluido Estados Unidos, enviaron fuerzas de combate en ayuda de Corea del Sur, bajo el Comando de las Naciones Unidas. Los soldados chinos intervinieron en el lado norcoreano.
La guerra estalló el 25 de junio de 1950, cuando las fuerzas norcoreanas irrumpieron en el paralelo 38, que dividía Corea del Norte y Corea del Sur. Un armisticio, firmado el 27 de julio de 1953, detuvo el conflicto, pero la guerra nunca terminó oficialmente porque no había un tratado de paz.
Durante una cumbre de un día, en 2018, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se comprometieron a poner fin formalmente a la Guerra de Corea y negociar un tratado de paz.
Esos esfuerzos se han derrumbado desde entonces, al igual que los intentos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de poner fin oficialmente al conflicto y que Corea del Norte abandone un programa de armas nucleares que podría amenazar la parte continental de Estados Unidos.
LEE: La hermana de Kim Jong Un emerge más fuerte que nunca en medio del caos entre las dos Coreas
Trump se ha reunido tres veces con el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el año pasado se convirtió en el primer líder estadounidense en pisar la nación comunista.
Si bien los giros y vueltas de la relación actual entre Estados Unidos y Corea del Norte han puesto de relieve el legado de la Guerra de Corea, todavía es un conflicto ampliamente ignorado.
Aquí hay seis cosas que quizá no sabías sobre la Guerra de Corea:
El Ejército de EE.UU. alguna vez controló una de las ciudades más secretas de la Tierra, Pyongyang
Es casi imposible que los estadounidenses viajen a Corea del Norte o su ciudad capital. Los titulares de pasaportes estadounidenses no pueden ir allí sin un permiso especial del Departamento de Estado de EE.UU.
Pero durante ocho semanas, en 1950, Pyongyang estuvo bajo el control del Ejército estadounidense.
El 19 de octubre de ese año, la 1ª División de Caballería del Ejército de EE.UU., junto con una división de soldados surcoreanos, capturó la capital de Corea del Norte, según la historia del Ejército de EE.UU.
Las fuerzas estadounidenses rápidamente se instalaron, según esa historia.
Para el 22 de octubre, el Octava División del Ejército de EE.UU. había establecido su cuartel general avanzado en lo que era el edificio del cuartel general del líder norcoreano, Kim Il Sung.
Una imagen de la época muestra a un oficial de inteligencia estadounidense sentado en el escritorio de Kim con un retrato del líder de la Unión Soviética, José Stalin, colgado en la pared detrás de él.
Pero la ocupación de Pyongyang por el Ejército estadounidense fue de corta duración. Cuando los soldados chinos entraron en la guerra, a fines de noviembre de 1950, rápidamente empujaron hacia el sur y vencieron a las fuerzas estadounidenses de PyongyangIsssss, el 5 de diciembre.
Estados Unidos lanzó más bombas sobre Corea del Norte que sobre toda la región en la Segunda Guerra Mundial
La mayoría de las imágenes de la Guerra de Corea son de batallas terrestres que se libraron en lugares como el embalse de Chosin e Incheon. Pero gran parte de la destrucción causada en Corea del Norte por las Fuerzas Armadas de EE.UU. se perpetró en una implacable campaña de bombardeos.
Durante los tres años de la Guerra de Corea, los aviones estadounidenses lanzaron 635.000 toneladas de bombas, tanto explosivas como incendiarias, sobre Corea del Norte. Eso es más de las 500.000 toneladas de bombas que Estados Unidos arrojó en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, según cifras citadas por el historiador Charles Armstrong en el Asia-Pacific Journal.
Periodistas, observadores internacionales y prisioneros de guerra estadounidenses, que estuvieron en Corea del Norte durante la guerra, informaron que casi todos los edificios importantes habían sido destruidos. En noviembre de 1950, Corea del Norte estaba aconsejando a sus ciudadanos que cavaran agujeros como viviendas y refugios.
Corea del Norte no mantuvo cifras oficiales de víctimas de los bombardeos, pero la información obtenida de los archivos rusos por el Proyecto de Historia Internacional de la Guerra Fría del Centro Wilson puso el número en más de 280.000.
El general Curtis LeMay, el padre del bombardeo estratégico de EE.UU. y el arquitecto de las redadas de incendios que destruyeron franjas de ciudades japonesas en la Segunda Guerra Mundial, dijo esto sobre el bombardeo estadounidense de Corea del Norte: “Fuimos allí y peleamos la guerra y eventualmente incendiamos todas las ciudades de Corea del Norte, de una forma u otra”.
Armstrong dijo que el bombardeo de Corea del Norte tiene efectos que perduran hasta el día de hoy.
“El Gobierno de la RPDC (República Popular Democrática de Corea ) nunca olvidó la lección de la vulnerabilidad de Corea del Norte al ataque aéreo estadounidense, y durante medio siglo, después del Armisticio continuó fortaleciendo las defensas antiaéreas, construyendo instalaciones subterráneas y eventualmente desarrollando armas nucleares para garantizar que Corea del Norte no volvería a encontrarse en esa posición”, escribió Armstrong.
MIRA: ¿De dónde viene la enemistad entre Corea del Sur y Corea del Norte?
Corea del Norte convenció a la Unión Soviética y a José Stalin para que dejara que la guerra sucediera
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, el control de la península de Corea, ocupada antes por los soldados japoneses derrotados, se dividió entre la Unión Soviética, en el norte, y Estados Unidos, en el sur.
Kim Il Sung, el líder de Corea del Norte, quería unir a las dos coreas bajo el régimen comunista y solicitó el permiso del líder soviético, José Stalin, para hacerlo por la fuerza, según los registros del Centro Wilson.
Ante la primera solicitud de Kim de invadir, en marzo de 1949, Stalin fue cauteloso y no quiso ser arrastrado a un conflicto con Estados Unidos, que todavía tenía soldados de ocupación en Corea del Sur.
Pero cuando esos soldados fueron retirados, en el verano de 1949, la oposición de Stalin se suavizó, y, en abril de 1950, el líder soviético estaba listo para escuchar a Kim nuevamente cuando el líder norcoreano visitó Moscú.
Stalin le dijo a Kim que la URSS respaldaría la invasión, pero solo si Kim lograba que la China comunista lo aprobara también.
Envalentonado por la victoria comunista de China sobre las fuerzas nacionalistas, en 1949, en una guerra civil en la que Washington no intervino, el líder chino, Mao Zedong, estuvo de acuerdo y ofreció ser una fuerza de respaldo para las fuerzas norcoreanas en caso de que Estados Unidos interviniera.
Con eso, Kim tenía luz verde para invadir.
LEE: Corea del Norte hace explotar oficina utilizada para conversaciones con Corea del Sur
La Guerra de Corea salvó a Taiwán de una posible toma del poder comunista
En 1949, la China comunista estaba acumulando fuerzas a lo largo de su costa para invadir Taiwán, la isla a la que Chiang Kai-shek y sus fuerzas nacionalistas habían huido después de perder contra Mao y los comunistas en el guerra civil china.
Pero el estallido de la Guerra de Corea puso un gran obstáculo en el camino de los planes comunistas de China: la Marina de EE.UU. Temiendo que los combates en Corea se extendieran por el este de Asia, el presidente Harry Truman envió buques de guerra estadounidenses a las aguas entre China y Taiwán.
El Departamento de Estado de EE.UU. cuenta cuán cerca de Taiwán, ahora una entidad autogobernada, que Beijing todavía afirma como parte de China, llegó a una potencial adquisición comunista.
“A finales de 1949 y principios de 1950, los funcionarios estadounidenses estaban preparados para permitir que las fuerzas de la República Popular China cruzaran el Estrecho y derrotaran a Chiang, pero después del estallido de la Guerra de Corea, en junio de 1950, Estados Unidos envió su Séptima Flota al Estrecho de Taiwán para evitar que el conflicto coreano se extendiera hacia el sur”, dice un pasaje de la Oficina del Historiador.
“La aparición de la Séptima Flota enfureció a los comunistas chinos, que transfirieron sus soldados preparados para una invasión de Taiwán al frente coreano”, se lee en el relato.
Para el 19 de octubre de 1950, 12 divisiones de fuerzas comunistas chinas, más de un cuarto de millón de hombres, se encontraban en Corea del Norte, según un informe de la Brookings Institution.
Esas fuerzas chinas infligieron terribles pérdidas en las fuerzas de Estados Unidos y Corea del Sur, y finalmente las expulsaron por completo de Corea del Norte.
Pero China también sufrió pérdidas masivas; más de 180.000 de sus soldados fueron asesinados.
La primera pelea de aviones jet-vs-jet
Los aviones de combate ingresaron al servicio militar en la Segunda Guerra Mundial con la introducción del alemán Messerschmidt 262. Pero los aviones de combate no se enfrentaron cara a cara en una pelea aérea al estilo “Top Gun” hasta la Guerra de Corea.
Los registros parecen estar de acuerdo en que el primer combate aéreo ocurrió sobre Sinuiju, en Corea del Norte, cerca del río Yalu, y su frontera con China, el 8 de noviembre de 1950. Los estadounidenses, que volaban en aviones F-80 Shooting Star, fueron confrontados por MiG-15, aviones de fabricación soviética que probablemente estaban siendo piloteados por pilotos soviéticos desde bases en China.
Según un informe del historiador de la 51 Ala de Combate de la Fuerza Aérea de EE.UU., de 8 a 12 MiG llegaron después de un vuelo estadounidense de cuatro F-80, ese día. En un encuentro de 60 segundos con uno de esos MIG, el primer teniente de la Fuerza Aérea Russell Brown golpeó un MiG-15 con un cañón de su jet y lo vio explotar en llamas, convirtiéndose en el primer piloto de caza a reacción en matar en un combate aéreo, dice el informe.
Pero otros disputan ese recuento, con un informe del Instituto Naval de Estados Unidos (USNI, por sus siglas en inglés) que dice que los registros soviéticos muestran que no se perdieron MiG ese día.
Lo que es seguro es que al día siguiente, 9 de noviembre de 1950, el teniente comandante de la Marina de EE.UU. William Amen, que volaba un caza F9F del portaaviones USS Philippine Sea, derribó un MiG-15 durante ataques aéreos contra puentes en el río Yalu.
Los registros soviéticos confirman la pérdida de MiG-15 ese día, según el informe del USNI.
Más tarde en la guerra, Estados Unidos introdujo el avión F-86 en el conflicto coreano. Ese avión ganó fama en las batallas contra el MiG-15, en lo que se conoce como “MiG Alley”, el área a lo largo de la frontera entre Corea y China, donde los pilotos soviéticos volaron desde las bases en el lado chino.
El Museo Nacional de la Fuerza Aérea de EE.UU. en Ohio explica el MiG Alley de esta manera:
“Grandes formaciones de MiG estarían al acecho en el lado manchuriano de la frontera. Cuando un avión de la ONU entrara en MiG Alley, estos MiG caerían en picada desde gran altitud a atacar. Si los MiG se encontraban en problemas, tratarían de escapar por la frontera hacia la China comunista (para evitar una guerra más amplia, se ordenó a los pilotos de la ONU que no atacaran objetivos en Manchuria). Incluso con esta ventaja, los pilotos comunistas todavía no podían competir contra los pilotos Sabre, mejor entrenados de la Fuerza Aérea de EE. UU., que obtuvieron una relación de muertes de aproximadamente 8 a 1 contra los MiG”.
LEE: Corea del Norte suspende sus planes para aumentar la presión militar contra Corea del Sur
Estados Unidos nunca declaró la guerra
Aunque se perdieron millones de vidas durante los combates en la península de Corea, entre 1950 y 1953, técnicamente fueron víctimas de lo que se llamó una “acción policial”.
Según la Constitución de Estados Unidos, solo el Congreso de Estados Unidos puede declarar la guerra a otra nación. Pero no lo ha hecho desde la Segunda Guerra Mundial.
Cuando Corea del Norte invadió Corea del Sur, en 1950, el presidente de Estados Unidos, Harry Truman, envió a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a intervenir como parte de un esfuerzo combinado aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
“Otras quince naciones también enviaron soldados bajo el mando de la ONU. Truman no buscó una declaración formal de guerra del Congreso; oficialmente, la presencia de Estados Unidos en Corea no fue más que una ‘acción policial’”, se lee en un pasaje del Archivo Nacional de EE. UU.
Y esas acciones policiales se han convertido en la norma para la intervención militar estadounidense desde entonces. La Guerra de Vietnam, las guerras en Iraq, Afganistán y Kosovo han visto a los soldados estadounidenses entrar en combate bajo autorizaciones del Congreso para el uso de la fuerza militar (AUMF), según el sitio web de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Aunque la AUMF había existido desde el comienzo de la república, “después de la Segunda Guerra Mundial… las AUMF se volvieron mucho más amplias y, a menudo, otorgaron a los presidentes una amplia autoridad para involucrar a los militares estadounidenses en todo el mundo”, dice el sitio web de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
“La guerra fue el primer gran conflicto estadounidense en el extranjero sin una declaración de guerra, sentando un precedente para el poder presidencial unilateral ejercido hoy”, escribió la profesora de Derecho de la Universidad Emory Mary Dudziak, en una columna de opinión, de 2019, para The Washington Post.
“La Guerra de Corea ha ayudado a permitir las guerras para siempre en este siglo”, escribió Dudziak.