Nota del editor: Al (Alberto R.) Cárdenas es un abogado y líder de la comunidad latina en Estados Unidos. Ocupó distintos cargos en las administraciones de Ronald Reagan y George H.W. Bush, y fue asesor de la campaña de Jeb Bush en 2016. Es socio de la firma de abogados Squire Patton Boggs y del grupo de interés Cárdenas Partners. Las opiniones expresadas en este comentario pertenecen al autor. Más en la sección de Opinión en CNNE.com.
(CNN Español) – Quedan poco más de 100 días para las elecciones generales en Estados Unidos. El 3 de noviembre sabremos quién será el próximo presidente y qué partido político tendrá el control del Cámara de Representantes y el Senado.
Sabemos que Joe Biden será oficialmente el candidato del Partido Demócrata. Muy pronto elegirá a su compañera o compañero de fórmula a la vicepresidencia. Los demócratas realizarán una convención casi exclusivamente virtual de 3 o 4 días desde diferentes lugares en agosto, con un mínimo o nulo involucramiento de sus partidarios y delegados.
La dupla Trump-Pence realizará la convención del Partido Republicano en Jacksonville, Florida. Pero, con la situación del covid-19 la planificación puede cambiar. No sabemos aún si hay planes de llevar a cabo un mitin presidencial con unos 7.500 delegados (más el invitado que le permiten a cada uno) reunidos en un recinto, y que el presidente hable en un sitio al aire libre. Sabremos más dentro de poco.
Para muchos observadores, Biden tiene una ventaja inalcanzable. Las encuestas nacionales lo ponen a la cabeza con una diferencia de entre 10 y 15 puntos porcentuales y va en aumento. Sin embargo, estas elecciones se definirán en 8 o 10 estados y la diferencia ahí es más estrecha. El promedio es de 3 a 5 puntos porcentuales a favor de Biden en la mayoría, y algunos empates virtuales en Texas, Ohio y Carolina del Norte. La única excepción es el estado de Florida, donde Biden ha estado a la cabeza por 10 puntos por más de un mes. Florida es un estado fundamental y el triunfo es crítico ahí para los dos partidos.
Parece que Trump tiene un liderazgo en las encuestas en lo referente a participación con 4% y esto puede impactar lo que reflejan las otras encuestas de intención de voto. Trump ganó así en el año 2016, aun cuando el día de las elecciones estaba por debajo en las encuestas.