(CNN) – Fumar marihuana se ha convertido en un pasatiempo popular, impulsado por una actitud social más permisiva y la relajación de las leyes y regulaciones.
Sin embargo, no todos son capaces de consumir hierba únicamente para uso recreativo o médico ocasional. Unos 22 millones de personas en todo el mundo dependen tanto de la marihuana que afecta su capacidad de funcionar en la vida.
El trastorno por consumo de marihuana abarca tanto la adicción como la dependencia, y se caracteriza por deficiencias en el funcionamiento psicológico, físico o social. En Estados Unidos, la investigación muestra que aproximadamente el 2,5% de los adultos, o alrededor de 6 millones de personas, habían sufrido un trastorno por consumo de marihuana en el último año, mientras que el 6,3% tenía el trastorno en algún momento de sus vidas.
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La mayoría de las personas con la afección no reciben tratamiento, pero un nuevo estudio publicado el martes en la revista Lancet Psychiatry muestra que el abuso o la dependencia de la hierba pueden responder al tratamiento con CBD o cannabidiol.
El CBD es uno de los 80 químicos en el cannabis. No da el efecto típicamente asociado con el cannabis, que proviene del tetrahidrocannabinol (THC).
En el primer estudio controlado con placebo (donde ni los participantes ni los investigadores saben quién está recibiendo el tratamiento real o el placebo), Tom Freeman de la Universidad de Bath en el Reino Unido y sus colegas intentaron determinar la dosis óptima de CBD de grado de prescripción para el trastorno por consumo de cannabis.
El CBD recetado o de grado médico se fabrica a niveles de alta pureza y no contiene rellenos ni otros ingredientes tóxicos; también puede ser mucho más fuerte que las versiones de venta libre.
El estudio encontró que la dosis de 200 miligramos no era efectiva, sin embargo, tanto 400 mg como 800 mg por día redujeron significativamente la dependencia de la marihuana en comparación con un placebo.
Las personas en el estudio consumieron cannabis aproximadamente medio día por semana menos cuando consumieron 400 mg de CBD al día, y poco menos de un tercio de un día por semana menos después de 800 mg de CBD al día.
Sin embargo, no hagas esto en casa: los investigadores advirtieron que las personas no deben automedicarse con productos comerciales de CBD, que generalmente contienen alrededor de 25 mg de CBD.
Freeman y sus colegas midieron el impacto del CBD en el consumo de cannabis midiendo el THC en la orina y el número promedio de días por semana que los voluntarios podrían pasar sin consumir cannabis. El equipo descubrió que el CBD fue más efectivo que el tratamiento con placebo en ambos escenarios. Los participantes también recibieron seis sesiones de asesoramiento centradas en ayudarlos a dejar de consumir cannabis.
Aunque el estudio de un mes de duración de 82 participantes no fue diseñado para determinar la duración o la eficacia del tratamiento con CBD, los hallazgos sugieren que el CBD puede ayudar a las personas a reducir el consumo de cannabis, dijeron los investigadores.
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No hubo eventos adversos graves durante el estudio, y los investigadores dicen que usar CBD es seguro. Creen que sus hallazgos podrían tener implicaciones para el tratamiento del trastorno por consumo de cannabis, ya que el uso médico y recreativo del cannabis se está legalizando cada vez más.
Los expertos coinciden en que los resultados del estudio son prometedores.
“Lamentablemente, actualmente no hay prácticamente ningún tratamiento disponible para las personas con trastorno por consumo de cannabis en el Reino Unido”, dijo Robin Murray, profesor de investigación psiquiátrica en el King’s College de Londres, que no participó en el estudio. “Este estudio muestra que altas dosis de CBD pueden ser útiles”.
Freeman y sus colegas solicitan una investigación adicional para determinar la duración y la eficacia del CBD en el tratamiento del trastorno por consumo de cannabis. Dicen que la investigación adicional también podría ayudar a determinar si el CBD reduce directamente el consumo de cannabis o reduce otros problemas de salud mental, que podrían afectar indirectamente el consumo de cannabis.