(CNN) – Cuando piensas en el ciberespionaje, el Vaticano no viene a la mente como un objetivo obvio. Es un país pequeño cuyo líder tiene más autoridad moral que poder mundano.
Pero se espera que China y el Vaticano comiencen negociaciones delicadas en septiembre para renovar un acuerdo secreto sobre el control de la Iglesia católica en China. Los líderes chinos pueden haber estado buscando una ventaja: conocimiento interno sobre cómo la Santa Sede planeaba acercarse a la mesa de negociaciones, según un informe publicado el martes por Recorded Future, una firma de inteligencia de amenazas.
Los nombres de los grupos sospechosos, como Mustang Panda y RedDelta, recuerdan el mundo de la capa y la daga de la Iglesia católica medieval, cuando el papa mandó a poderosos enviados a las cortes reales de todo el mundo. Pero el informe es menos a lo Dan Brown que un cuidadoso análisis de datos. Acusa a China de usar software malicioso para entrar en las redes internas del Vaticano.
“Nuestra investigación descubrió una presunta campaña patrocinada por el Estado chino dirigida a múltiples entidades de alto perfil asociadas con la Iglesia católica antes de la probable renovación del acuerdo provisional entre China y el Vaticano en septiembre de 2020”, escribieron analistas de Recorded Future en un informe publicado el martes.
Apuntar al Vaticano, continuó el informe, era parte del plan en curso de China para tomar el control de la Iglesia católica clandestina del país, cuyos líderes no están aprobados por la Asociación Patriótica de China.
El estado de esas iglesias y las preguntas sobre quién tiene el poder de nombrar obispos están en el meollo de las negociaciones entre China y el Vaticano. China también vigila de cerca la postura de la iglesia sobre las protestas prodemocráticas en Hong Kong, según el informe.
Un portavoz del Vaticano declinó hacer comentarios. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios, pero The New York Times, que informó por primera vez la historia, dijo que un funcionario chino negó el informe y calificó las acusaciones de “especulación infundada”.
LEE: Dos canadienses detenidos en China son acusados oficialmente de espionaje
China está tomando medidas enérgicas contra los grupos religiosos
Las revelaciones de la sospecha de hackeo de China se producen cuando el país ha sido acusado de rampantes abusos de derechos humanos contra las minorías religiosas, incluidos los musulmanes uigures, los budistas tibetanos y los cristianos.
“La represión patrocinada por el Estado contra todas las religiones continúa intensificándose”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en junio, cuando el Departamento de Estado publicó su informe sobre el estado de la libertad religiosa en países de todo el mundo.
“Continúan las detenciones masivas de uigures en Xinjiang. También lo hace la represión de tibetanos y budistas y de Falun Gong y cristianos”, dijo Pompeo.
MIRA: China dice que los uigures musulmanes están en centros de reeducación
Cómo los detectives notaron a los presuntos hackers
Un grupo de investigación dentro de Recorded Future vigila de cerca a los “actores de amenazas” en línea, incluidos los hackers patrocinados por el Estado en China, dijo un analista de la compañía. El analista pidió no ser identificado debido a la sensibilidad de las acusaciones.
“Este tipo de comportamiento de China es común y lo ha sido en los últimos años”, dijo el analista.
Los métodos de los piratas informáticos no eran particularmente sofisticados, uno incluía una táctica común de spear phishing, pero son eficaces, según el analista. Un “señuelo” fue una carta de condolencia del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, dirigida a un líder de la iglesia de Hong Kong, un participante clave en las próximas negociaciones. Al abrirla, la carta infecta la computadora.
“Actualmente no está claro si los actores crearon el documento ellos mismos, o si es un documento legítimo que pudieron obtener y usar como arma”, dijo el informe.
Otro presunto pirata tenía las marcas de malware de RedDelta, un “grupo de actividad de amenazas” patrocinado por el Estado chino, según el informe.
El analista de Recorded Future dijo que se informó al Vaticano sobre el hackeo, que comenzó en mayo, según el informe.