(CNN Español) – A menos 100 días de la elección presidencial, el presidente Donald Trump ha desatado una nueva polémica: dijo que podría aplazar la elección en medio de la peor crisis de salud pública que ha sufrido Estados Unidos en un siglo.
El presidente Donald Trump sugirió explícitamente aplazar las elecciones presidenciales de noviembre, diciendo, sin mostrar evidencias, que una votación por correo sería fraudulenta.
“Con la votación universal por correo (no la votación en ausencia, lo cual es bueno), 2020 será la elección más INACTIVA Y FRAUDULENTA de la historia. Será una gran vergüenza para Estados Unidos”, escribió en Twitter. “¿Retrasar la elección hasta que la gente pueda votar de manera adecuada y segura?”.
El tuit de Trump llega en un momento en que el Gobierno Federal reportó la peor contracción económica en la historia registrada, y cuando Trump va por detrás de las encuestas en intención de voto del presunto candidato demócrata Joe Biden.
Pero la propuesta de Trump no un tema nuevo en Washington, pues este año electoral se había discutido el tema a propósito de unas declaraciones de Jared Kushner a la revista TIME, en las que el yerno de Trump, que también es consejero de Seguridad Nacional, esbozó la propuesta. En ese entonces la Casa Blanca se desmarcó de los comentarios diciendo que no, que es un tema que no le compete al gobierno, pues la fecha electoral es asunto del Congreso. Incluso Trump dijo que no había pensado en eso y que las elecciones se llevarían a cabo el 3 de noviembre.
Pero ahora, a menos de tres meses del día electoral, la historia cambió y Trump pidió explícitamente que se aplacen los comicios. Pero la respuesta sigue siendo la misma: NO, Trump no puede cambiar a su gusto el día de la elección.
¿Por qué?
Porque la elección general es una ley federal puesta en la Constitución desde 1845, y en su artículo II dice que se llevará a cabo:
“El martes siguiente al primer lunes de noviembre, en cada año par, se establece como el día de la elección, en cada uno de los Estados y Territorios de Estados Unidos, de Representantes y Delegados al Congreso que comienzan (su mandato) el tercer día de enero siguiente a partir de entonces”.
Este año la elección está establecida para el 3 de noviembre —aunque mucha gente vota antes o por correo, y se espera que este año lo haga más que nunca debido a la pandemia de covid-19— y modificar esa fecha es algo muy poco probable.
“No tiene ningún papel que tocar con el día de las elecciones, cuándo, cómo, qué día es inaugurado. No hay ninguna autoridad. Toda está en el Congreso”, dijo desde Washington el abogado constitucionalista Joseph Malouf a CNN en Español.
En esto coincide Elie Honig, analista legal de CNN: “El presidente no puede absolutamente cambiar o posponer unilateralmente la fecha de la elección general o de su periodo en la Oficina Oval”.
El poder del Congreso
Ni el presidente ni su personal pueden posponer la elección general, incluso si —como ahora— el país enfrentara una emergencia general, dice un informe de 2004 del Servicio de Investigación no partidista del Congreso. Ese poder de modificar la Constitución recae únicamente en el Congreso, que puede aprobar un estatuto que cambie la fecha de la elección, pero no puede cancelar los comicios por completo.
¿Y existe la posibilidad de que el Congreso quiera cambiar la fecha?
“Para cambiar la fecha lo tendría que hacer el Congreso”, dijo Frida Ghittis en CNN en Español, señalando la dificultad de un cambio de fecha debido a la división partidista que hay en el Capitolio.
“El Senado que es controlado por los republicanos, que son controlados por Trump, lo puede hacer. Pero tendría que ser aprobado también por la Cámara de Representantes que está controlada por los demócratas, o sea que no va a ocurrir. Las elecciones van a ocurrir en noviembre como se espera”, dijo Ghittis.
Pero aunque es “teóricamente” posible, según Honig, no se podrían aplazar por mucho tiempo: “Incluso si lo hicieran, solo pueden mover el día de las elecciones un par de semanas porque la Constitución y la enmienda 20 nos dicen que el mandato presidencial termina el 20 de enero, pase lo que pase”, dijo Honig.
La Enmienda 20
CNN entrevistó a decenas de expertos electorales, exlegisladores, estrategas políticos, estudiosos legales e historiadores que dicen que existe un temor generalizado a que se genere un escenario de pesadilla en noviembre, por una posible negativa de Trump de reconocer los resultados, si llegase a perder.
“Hay un margen significativo para una crisis postelectoral sin precedentes en este país”, le dijo a CNN Larry Diamond, un experto en instituciones democráticas de la Institución Hoover de tendencia conservadora.
Agudizando estas preocupaciones, se hizo más claro que nunca durante el fin de semana que Trump está dispuesto a disputar los resultados. Fue repetidamente presionado en una entrevista de Fox News el domingo y se negó a comprometerse a aceptar el resultado de las elecciones.
“Tengo que ver”, respondió Trump, “No, no voy a decir que sí. No voy a decir que no, y tampoco lo hice la última vez”.
Malouf señala que Trump es un “litigador profesional” y que sus peleas las hace con argumentos legales. Al Trump decir que habrá fraude, que es necesario hacer conteos y llevar a litigios a varias cortes la elección, “piensa erróneamente que al hacer eso puede seguir en el poder”, dijo Malouf.
Pero aunque Trump reconozca o no los resultados electorales, hay una herramienta en la Constitución que le pone un límite a su mandato, en caso de que no consiga superar a Biden en la elección de noviembre: la Enmienda 20.
Entonces así el presidente quiera quedarse un año en el poder litigando los resultados de la elección, solo podrá permanecer en el cargo hasta el 20 de enero a medio día. Y quedarse en el litigio no solo llevará tiempo, sino que podría costarle el poder a los republicanos.
“[La litigación] No es aplicable en el sentido de que sería la presidente de la Cámara Baja, en este caso Nancy Pelosi, la que tomaría el poder, porque según la Constitución, el presidente y vicepresidente ya después de enero 20 ya no tienen poder”, dijo Malouf.
Investigadores del Congreso creen que solo se ha pospuesto una elección federal: la de 2018 para el delegado sin derecho a voto en la Cámara de Representantes de las Islas Marianas del Norte, un territorio estadounidense que fue devastado por un súper tifón antes de las elecciones.
En algunos estados ha habido demoras en las elecciones estatales y locales, como sucedió en Louisiana después del huracán Katrina, y en la ciudad de Nueva York, que tenía programado celebrar una primaria de alcalde el 11 de septiembre.
Pero, históricamente, las elecciones generales se han celebrado en la fecha que manda la Constitución, sin importar si hubo guerra civil, o la Gran Depresión, señala Malouf.
Y la Constitución señala que el mandato actual de Trump expira el 20 de enero de 2021, independientemente de si se celebran elecciones en noviembre.
– Con información de Kevin Liptak, Betsy Klein, Betsy Klein, Abby Phillip, Chris Cillizza, Zachary B. Wolf y Marshall Cohen de CNN.