(CNN) – La vitamina D es conocida como la “vitamina del sol” porque el cuerpo absorbe el nutriente principalmente a través de la exposición a la luz solar.
Algunos investigadores han pensado que niveles insuficientes de vitamina D podrían desempeñar un papel en la depresión, pero los hallazgos de un amplio estudio de más de 18.000 adultos estadounidenses de 50 años o mayores que fue publicado el martes no encontraron evidencia de ese impacto.
“No hubo un beneficio significativo del suplemento para este propósito. No previno la depresión ni mejoró el estado de ánimo”, dijo la Dra. Olivia I. Okereke, del Departamento de Psiquiatría del Hospital General de Massachusetts y autora principal del estudio, en un comunicado de prensa.
La mitad de los adultos, que no tenían síntomas depresivos clínicamente relevantes al inicio del estudio, tomaron vitamina D3 (uno de los dos tipos de suplementos de vitamina D) en la cantidad de 2000 UI por día, más de lo recomendado actualmente en Estados Unidos. La otra mitad tomó un placebo. Los participantes fueron seguidos durante 5,3 años en promedio.
No hubo diferencias significativas en los síntomas de depresión o las puntuaciones del estado de ánimo entre los que tomaron vitamina D y los que tomaron un placebo, encontró el estudio publicado en la revista médica JAMA.
“Los hallazgos no respaldan el papel de la vitamina D3 suplementaria en la prevención de la depresión en adultos”, dijo el estudio.
Hubo 609 casos de depresión o síntomas de depresión clínicamente relevantes en el grupo que tomó vitamina D3 y 625 casos en el grupo del placebo.
Los participantes completaron cuestionarios anuales y los investigadores realizaron entrevistas cara a cara con aproximadamente 1.000 de ellos.
El estudio fue un ensayo controlado aleatorizado (RCT, por sus siglas en inglés), considerado el estándar de oro de la investigación científica. También fue “doble ciego”, lo que significa que ni los participantes ni los investigadores sabían quién tomó vitamina D y quién recibió un placebo. Involucró una gran muestra de población, de aproximadamente el mismo número de hombres y mujeres, y con una gran diversidad racial y étnica.
“Una cuestión científica es que realmente se necesita un gran número de participantes en el estudio para saber si un tratamiento está ayudando o no a prevenir el desarrollo de la depresión”, dijo Okereke.
“Con casi 20.000 personas, nuestro estudio fue potenciado estadísticamente para abordar este problema”, afirmó.
Las limitaciones del estudio incluyeron el hecho de que las encuestas se hicieron de manera anual y que los síntomas de depresión eran informados por los propios participantes. Sin embargo, esto fue igual tanto para el grupo que recibió vitamina D como para el grupo del placebo. Además, los hallazgos no fueron aplicables a adultos más jóvenes o niños.
Brian Power, dietista del University College London Hospital, dijo que era agradable ver que se aceptó la publicación de los llamados “resultados negativos”.
“Existe un problema de larga data de sesgo de publicación, en el sentido de que los estudios con hallazgos estadísticamente significativos se publican de manera desproporcionada”, dijo Power, quien no participó en la investigación.
“Esta conclusión debería ser replicada para aumentar la confianza de que no hay ningún efecto. Hacerlo asegurará que no desperdiciemos recursos en el futuro”, opinó.
La investigación señaló que estudios observacionales previos habían encontrado un vínculo favorable entre la vitamina D y la depresión, pero dijo que este RCT y otros no habían hallado un vínculo en un “entorno experimental riguroso”.
Como todas las vitaminas, la D es un micronutriente esencial, requerido en pequeñas cantidades para el funcionamiento, crecimiento y desarrollo celular normal. La función principal de la vitamina D es ayudar al cuerpo a absorber el calcio y el fosfato, manteniendo los músculos y los dientes sanos, y los huesos fuertes y con menos probabilidades de romperse.
El cuerpo produce vitamina D cuando la piel está directamente expuesta al sol. La exposición indirecta, como el sol que brilla a través de una ventana, no crea vitamina D. Los días nublados, la sombra, vivir en altitudes elevadas y más lejos del Ecuador también afectan la producción de esta vitamina por parte del cuerpo.
“Se sabe que la vitamina D es esencial para la salud ósea y metabólica, pero los ensayos aleatorizados han puesto en duda muchos de los otros supuestos beneficios”, dijo en el comunicado de prensa el autor principal del artículo, el Dr. JoAnn Manson, del Hospital Brigham and Women’s.
Para países como el Reino Unido, donde el cielo a menudo está nublado, puede ser necesario un suplemento adicional durante los meses de octubre a marzo, según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
Sandee LaMotte de CNN contribuyó a este informe