(CNN) –– Un abogado del FBI, quien trabajó en la orden judicial de vigilancia contra Carter Page ––exasesor de política exterior de Donald Trump–– se declarará culpable este viernes de realizar una afirmación falsa en un correo electrónico como parte de una indagación sobre la investigación de la trama rusa.
Kevin Clinesmith planea admitir un cargo por alteración de correo electrónico a otro funcionario en 2017, el cual decía que Page no era una fuente previa del gobierno, cuando sí lo había sido.
El cargo este viernes representa el primer resultado público de la muy esperada investigación del fiscal John Durham, y probablemente será carne de cañón política para Trump en medio de una tormenta de titulares negativos sobre su manejo de la pandemia de coronavirus.
“Kevin lamenta profundamente haber alterado el correo electrónico”, señaló este viernes el abogado de Clinesmith, Justin Shur, en un comunicado. “Nunca fue su intención engañar al tribunal o a sus colegas, pues creía que la información que transmitió era precisa. Pero Kevin comprende que lo que hizo estuvo mal y acepta la responsabilidad”, añadió.
El juez James Boasberg, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Washington y quien también preside el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera que aprobó las órdenes contra Page, fue asignado para manejar el caso penal de Clinesmith este viernes, según el expediente judicial.
Trump comenzó su sesión informativa en la tarde de este viernes con una breve referencia a Clinesmith.
“Eso es solo el comienzo… lo que sucedió nunca debería volver a ocurrir. Él se declara culpable, algo terrible, algo terrible. El hecho es que espiaron mi campaña y los atraparon, y estaremos sabiendo más codas”, afirmó el presidente.
Sin embargo, los documentos judiciales que disponen el cargo único contra Clinesmith no mencionan ninguna acusación más amplia de conspiración por parte los investigadores del FBI contra Trump, un señalamiento que el mandatario ha hecho con frecuencia. En lugar de eso, muestran que otro funcionario del FBI, que firmó la cuarta orden de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés), plantea la preocupación acerca de si Page es una fuente de la CIA y buscaba pruebas de correo electrónico cuando Clinesmith minimizó la relación entre Page y la CIA.
Proceso de la CIA
Los documentos también permiten una mirada al proceso burocrático que utiliza la CIA ––a la que se nombra como otra agencia gubernamental en el expediente judicial–– para registrar su interacción con un estadounidense, y los esfuerzos que hizo un empleado de la entidad con el objetivo de asegurarse que existiera un reporte de su historial con Page.
Clinesmith era un abogado de nivel inferior del FBI que trabajaba en las primeras investigaciones sobre Rusia relacionadas con Page y otros asesores vinculados con Trump, pesquisa entonces conocida con el nombre de Crossfire Hurricane.
La documentación en la que trabajó Clinesmith buscaba respaldar las solicitudes de vigilancia sobre Page en 2016 y 2017, quien para entonces creía el FBI actuaba como agente de Rusia. Page nunca fue acusado de ningún delito.
La CIA le había dicho al equipo de Crossfire Hurricane a mediados de 2016 que Page, años antes, fue un contacto que proporcionaba información sobre interacciones con personas asociadas a la inteligencia rusa. Los investigadores obtuvieron una orden judicial para vigilar a Page y la renovaron tres veces en 2017. En la cuarta extensión, Clinesmith cambió un correo electrónico de la CIA, el cual señalaba que Page sí era una fuente, al momento de le reenviarle la información a un supervisor. El correo que Clinesmith modificó señalaba que Page, a quien se llama Individuo # 1 en el documento de acusación, “no era una ‘fuente’”, según los documentos judiciales.
“El acusado alteró el correo electrónico original del 15 de junio de 2017, mensaje que provenía de un enlace [de otra agencia gubernamental], al agregar las palabras ‘y no es una fuente’ al correo electrónico, dando la impresión de que el enlace [de la agencia] había escrito en el correo electrónico que el Individuo # 1 ‘no era una fuente’”, escribieron los fiscales sobre el cargo contra Clinesmith.
Investigación contra Page revela error en el correo electrónico
El error de Clinesmith sobre el correo electrónico fue descubierto por el inspector general independiente del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, el año pasado. Horowitz informó en diciembre que había remitido el asunto para una mayor investigación, y el manejo de la solicitud de vigilancia por parte de Clinesmith se convirtió en parte del trabajo del fiscal federal John Durham para comprender la inteligencia y los pasos tomados en las primeras etapas de la investigación de Rusia.
El inspector general también encontró mensajes altamente partidistas enviados por Clinesmith, en los que insultaba a Trump y al vicepresidente Mike Pence.
A pesar del error, Horowitz no encontró que los problemas relacionados a Clinesmith debilitaran la validez general de la vigilancia. Posteriormente, el Departamento de Justicia decidió que dos renovaciones de la vigilancia sobre Page no eran válidas, mientras Durham continuó investigando la inteligencia inicial y el enfoque de la indagación acerca de Rusia por parte del FBI y los funcionarios de seguridad nacional.
Trump se enfoca en la investigación de Durham sobre Rusia
Trump ha apuntado cada vez más a la investigación como un medio de redención tras años de intenso escrutinio sobre su campaña presidencial de 2016 y gobierno por parte del fiscal especial Robert Mueller, y ha utilizado conspiraciones sin fundamento acerca del comienzo de la investigación de Rusia bajo la administración de Obama para intentar señalar al exvicepresidente Joe Biden, su virtual rival en la contienda electoral de 2020.
El ritmo de trabajo de Durham, sin embargo, se ha convertido en un motivo de frustración para la Casa Blanca, y la noticia de este viernes llega después de quejas del presidente y las promesas del secretario de Justicia William Barr.
Barr anticipó el anuncio en la noche de este jueves durante una entrevista con un programa de Fox News que se sabe que Trump mira con regularidad, solo horas después de que el presidente le dijera a la cadena que esperaba que Durham y Barr no rehuyeran conclusiones más serias y que parecían subestimar los posibles cargos contra Clinesmith.
“Espero que estén haciendo su trabajo, espero que no sean políticamente correctos y digan, bueno, ya sabes, queremos terminar, solo consigamos a los tipos inferiores que falsificaron los documentos para que vayan a FISA”, dijo Trump.
Durham, un fiscal federal de larga data de Connecticut, fue elegido por los fiscales generales de ambas partes para dirigir investigaciones especiales delicadas, y es conocido por ser meticuloso, aunque lento. Una investigación sobre el uso que hizo de la CIA de las llamadas técnicas mejoradas de interrogatorio contra detenidos, la cual llevó a cabo bajo la administración de Obama, tardó unos tres años en completarse.
Barr había apuntado a principios de este año que el trabajo de Durham podría completarse para el verano, aunque esa fecha se ha extendido hacia el invierno, a medida que Durham ha negociado con los testigos para cooperación. La pandemia también pasó factura, explicó Barr.
Entre la lista de deseos de Trump de cabezas políticas se encuentran exfuncionarios de seguridad nacional de Obama, incluido el exdirector de la CIA John Brennan y el exdirector de inteligencia nacional James Clapper, y las acusaciones sobre su manejo de la inteligencia con respecto a Trump aún están siendo revisadas por Durham. Ninguno ha sido acusado de ningún delito.
Los esfuerzos recientes de Durham
Algunos destellos sobre otros aspectos de la investigación han surgido de testigos interrogados en los últimos meses.
Ni Brennan ni Clapper se han reunido con Durham todavía. Un portavoz de Brennan dijo que las discusiones para una entrevista han estado en curso y que permanece un problema: Brennan requiere el acceso a documentos de su tiempo en la CIA, que el gobierno de Trump ha bloqueado.
En las últimas semanas, James Baker, exasesor general del FBI durante la investigación sobre Rusia, se sentó con el equipo de Durham para una entrevista y en poco tiempo regresó para otras preguntas de seguimiento, según una persona informada sobre el asunto.
Un jurado investigador de la corte federal de Washington, que Durham estaba utilizando como parte de su investigación, también ha reanudado su trabajo, dijeron personas familiarizadas con el tema.
Este miércoles, Barr indicó que su objetivo era publicar algunas de las conclusiones de Durham antes de las elecciones de noviembre, pero también abrió la posibilidad de que la revisión pudiera extenderse aún más.
“Todos conocemos el calendario y no vamos a hacer nada con el propósito de afectar una elección, pero estamos tratando de lograr algunas cosas antes de las votaciones”, le dijo Barr al comentarista conservador Buck Sexton.
Mientras tanto, Durham ha permanecido en silencio a medida que avanza su investigación, con la excepción de una declaración inusual en diciembre que refutó una conclusión del inspector general del Departamento de Justicia acerca de la conveniencia de la apertura de la investigación sobre Rusia.
En ese momento, Durham dijo que no estaba de acuerdo con un hallazgo incluido en el informe del inspector general que decía que el FBI tenía motivos suficientes para abrir su investigación de contrainteligencia en 2016, basando la declaración, dijo, en evidencia de personas en Estados Unidos y fuera de Estados Unidos, que pueden haber sido inalcanzable para los investigadores del inspector general.
Evan Pérez, de CNN, contribuyó a este informe.