(CNN Español) – Con una carta publicada en Twitter, el expresidente Álvaro Uribe renunció este martes a su curul de senador de Colombia. La dimisión se conoce días después de que se hiciera efectiva la detención domiciliaria que le dictó la Corte Suprema de Justicia, en medio de la investigación que se le sigue por presunto fraude procesal y soborno de testigos.
En su misiva al presidente del Senado, Uribe argumenta los motivos de la renuncia. “La medida de aseguramiento con detención domiciliaria, con la violación de ocho garantías procesales, con interceptaciones ilegales y dolosas (…) anulan cualquier expectativa de poder regresar al Senado, institución en la cual procuré ser cumplido y aportar con estudio a los diferentes temas. Anhelo que Colombia se recupere de tantas dificultades sin poner en riesgo las libertades, con seguridad democrática y eliminación del narcoterrorismo”, dice un fragmento de la carta.
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La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia se encuentra a la espera de recibir la notificación formal de la renuncia de Uribe por parte del Congreso, una decisión que lleva consigo la pérdida del fuero como congresista. Al ser consultado por CNN, el alto tribunal informó que “el curso de la investigación continúa, pues Álvaro Uribe está siendo investigado por hechos y conductas durante sus funciones como senador. Si en el curso de la investigación, la Corte decide que los hechos no tienen que ver con sus funciones, la investigación se remite a la Fiscalía, pero si tiene nexo causal, se queda en la Corte”.
Tras conocer la noticia de la renuncia, el senador opositor colombiano Iván Cepeda, contraparte del proceso que se le sigue al expresidente, aseguró “que Uribe renuncie al Senado no implica bajo ninguna circunstancia, que la Corte Suprema de Justicia pierda su competencia para avanzar en la investigación y llamarlo a juicio. Uribe, en su condición de senador, utilizó a miembros de su unidad de trabajo legislativo para contactar a distintos presos en las cárceles del país, paramilitares, para que declararan en mi contra. Igualmente, en su condición de senador desplegó toda una actividad entorno a un debate que hice en el senado y también a otro debate que hice en la Cámara de Representantes.”
Uribe —que se encuentra en su finca El Ubérrimo del departamento de Córdoba, en el noreste del país— es supervisado por funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia, como medida instaurada por la autoridad judicial mientras comparece ante la Corte.
El presidente Iván Duque reaccionó al pedido de renuncia. “Tuve el gran honor de trabajar con @AlvaroUribeVel en el Senado. Soy testigo de su amor por Colombia, su entrega por los más vulnerables y su compromiso por construir un mejor país. Con su renuncia pierde el Congreso uno de los mejores legisladores, pero su legado será imborrable”, escribió el mandatario en Twitter.
Sobre el caso
Álvaro Uribe Vélez es el primer expresidente de Colombia en enfrentar una orden de privación de su libertad.
La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia le impuso detención domiciliaria el 4 de agosto, dentro de una investigación por presunto soborno y fraude procesal, acusaciones que el exmandatario siempre ha negado.
La medida no constituye una sentencia de la Corte Suprema, sino que se trata de una acción en medio del proceso que enfrenta Uribe. En un comunicado, el presidente de la Sala Especial de la Corte confirmó que la decisión se habría tomado por considerar que hay riesgos de obstrucción a la justicia.
Todo empezó en 2014, en un debate en el Congreso en el que el senador del Polo Democrático, Iván Cepeda acusó a Uribe de estar involucrado en el surgimiento de grupos paramilitares y presentó una serie de testimonios. Un señalamiento que Uribe no solo negó, sino que respondió con una demanda ante la Corte Suprema en la que pedía investigar a Cepeda por supuesta manipulación de testigos.
Durante la investigación, el alto tribunal exoneró a Cepeda y abrió un proceso formal contra Uribe por los mismos señalamientos.