(CNN Español) – Durante una rueda de prensa virtual el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció este martes que será aspirante a la vicepresidencia del país con la coalición de Unión por la Esperanza (con el apoyo de Centro Democrático y Fuerza Compromiso Social) en las elecciones de febrero de 2021.

Correa, que reside en Bélgica desde el 2017 y que enfrenta 8 años de prisión por cohecho, participará junto a Andrés Arauz, que será el candidato presidencial del correísmo. Arauz es economista y exministro del gobierno de Correa.

Durante su presentación virtual como candidato, Arauz se refirió a los hechos de corrupción denunciados durante la crisis por el coronavirus en Ecuador y dijo que su gobierno será de la “unidad del progresismo”.

“Frenaremos la persecución política, desde ya trabajaremos en la conformación de una Comisión de la Verdad”, insistió Arauz.

Por su parte, Rafael Correa dijo que Arauz está preparado y tiene la capacidad para asumir el reto de la presidencia. “Cuenta conmigo donde quiera que esté. Creemos en la juventud, trabajamos por y para su bienestar. Andrés Arauz será el Presidente más joven de la historia”, agregó Correa en un tuit.

El anuncio del binomio electoral se da a pocos días de que un tribunal de la Corte Nacional de Justicia resuelva el recurso de casación presentado por la defensa del expresidente Correa por la sentencia a 8 años de prisión por el delito de cohecho. Es el último recurso judicial en Ecuador que la defensa busca agotar para lograr una revisión de su sentencia.

La ley electoral ecuatoriana impide que un candidato pueda inscribirse si tiene una sentencia ejecutoria, es decir que haya pasado la etapa de casación y se ratifique la condena.

“Aquí estamos, pese a todos los intentos espurios de impedirnos participar, aquí estamos superando todos los obstáculos que la arrogancia y mala fe nos pusieron buscando que no nos inscribamos”, señaló Correa al cuestionar supuestos intentos para impedir que sea candidato.

El Tribunal de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador negó el 31 de julio el recurso de apelación presentado por la defensa del expresidente Rafael Correa y otros sentenciados en el caso Sobornos 2012-2016 y ratificó la condena por el delito de cohecho a 8 años de prisión.

Según la Fiscalía, durante esos cuatro años del gobierno de Correa se montó una estructura criminal de corrupción para recibir aportes indebidos para el movimiento político Alianza País por parte de Odebrecht y otras compañías a cambio de la adjudicación de millonarios contratos. Funcionarios de la compañía Odebrecht no fueron procesados en este caso, lo que representó constantes reclamos del expresidente Correa al proceso judicial.

Luego de la ratificación de la sentencia, la fiscal general Diana Salazar escribió en su cuenta de Twitter que fueron desvirtuadas cada una de las apelaciones y que, por tanto, el tribunal ratificó la sentencia en contra de 18 sentenciados y modificó parcialmente la condena de otros dos.

Durante el proceso judicial, Correa, quien reside en Bélgica desde julio de 2017, dijo a CNN que nunca habló -ni siquiera por teléfono- con alguien de Odebrecht y que «como presidente- la regla no escrita era que jamás tuviera que ver con financiamientos de campaña, porque sabíamos muy bien que era muy fácil distorsionar cualquier cosa», insistió el expresidente.

La compañía Odebrecht y el gobierno ecuatoriano intentaron –a través de una mesa de negociación con varias autoridades en 2019- llegar a un acuerdo para una reparación integral al Estado ecuatoriano por los daños causados al país, pero en mayo de este año la Procuraduría del Estado- que también fue parte acusadora en el caso sobornos 2012-2016- informó que terminó los diálogos debido a un supuesto intento de la compañía de coaccionar o coercionar al Estado ecuatoriano.

Durante los diálogos en varias declaraciones públicas, Felix Martins, director de Odebrecht, indicó que la compañía buscaba recuperar la confianza de Ecuador a través del reconocimiento de los errores, la cooperación con la justicia y la reparación de daños. Durante el juicio del caso sobornos 2012-2016 varios funcionarios de Odebrecht rindieron versiones por pedido de la Fiscalía.

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno –quien lidera el movimiento Alianza País al que perteneció Correa- ha dicho en reiteradas ocasiones que el exmandatario debería volver al país para rendir cuentas ante la justiciar.