(CNN) – Esto es un resumen de la tercera noche de la Convención Nacional Demócrata de 2020.
Fue una noche llena de estrellas, con discursos del último presidente demócrata (Barack Obama), la última candidata presidencial demócrata (Hillary Clinton) y, quizá, la próxima candidata presidencial (Kamala Harris).
Aquí lo mejor –y lo peor– de la noche.
Éxitos
* Barack Obama: Sí, el expresidente es un orador increíblemente talentoso. Pero eso lo sabemos desde hace tiempo. Lo que más importó del discurso de Obama el miércoles fue que hizo lo que muchos demócratas le han estado pidiendo que haga durante los últimos tres años: hizo un derribo impresionante del hombre que lo siguió en la Casa Blanca. Obama dijo que Trump simplemente no se toma el trabajo “en serio”. Dijo que Trump usa los vastos poderes del gobierno de una manera puramente “transaccional”. Y de manera más poderosa, dijo esto: “Donald Trump no ha estado a la altura del cargo porque no puede, y las consecuencias de ese fracaso son graves”. Consideren lo que Obama dice allí: como alguien que ocupó el cargo, durante ocho años, no solo cree que Trump no puede estar a la altura de las demandas de la presidencia, sino que también hay efectos muy reales de su deficiencia. “Esta no es solo la crítica más aguda que Obama ha hecho a Trump”, tuiteó Tim Alberta de Politico. “Esta es la crítica más aguda *jamás hecha* de un expresidente a un presidente en funciones”.
* Kamala Harris: La nominada a la vicepresidencia comenzó lentamente, casi con certeza como resultado de los nervios, cuando pronunció el discurso más importante de su vida política. Incluso mientras contaba su historia personal, se notaba que todavía estaba luchando un poco por encontrar el equilibrio. Y luego llegó al párrafo en el que hablaba de su experiencia como fiscal: “Reconozco a un depredador cuando lo veo”. Harris hizo una pausa, a propósito, después de dejar caer ese martillo de una línea, y todos los que miraban sabían de quién estaba hablando. A partir de ese momento, Harris fue como una persona distinta: segura, poderosa y plenamente consciente de que estaba haciendo historia como la primera mujer negra y del sur de Asia en estar en una fórmula nacional por un partido importante. ¿Su mejor frase?: “No existe una vacuna para el racismo. Tenemos que trabajar”. Si el discurso de Harris fue una prueba para 2024 (o 2028), aprobó.
* Gabrielle Giffords: Todavía recuerdo el día en que Giffords, en ese momento una congresista demócrata de Arizona, recibió un disparo en la cabeza en un evento en su distrito en 2011. Sus batallas –y triunfos– durante la última década han puesto un rostro muy humano a la lucha por el control de armas. El discurso de Giffords el miércoles por la noche, que coronó una parte de la programación dedicada al número de víctimas de la violencia armada, fue increíblemente conmovedor, entre otras cosas porque mostró lo duro que había trabajado para poder hacerlo sin inconvenientes. De hecho, fue el discurso más largo que ha pronunciado desde el tiroteo de 2011. “Los organizadores de la convención dicen que @GabbyGiffords trabajó intensamente para poder hacer estos comentarios”, tuiteó Mike Memoli de NBC. “Es algo digno de ver”. Sí, lo fue.
* “Una elección de hubiera, podría, debería”: El discurso de Hillary Clinton no fue, en mi opinión, terriblemente memorable. Pero esta frase sobre 2020 –“esta no puede ser otra elección de hubiera, podría, debería”– fue muy buena. Y fue aún más conmovedora al ser pronunciada por una mujer que recibió casi 3 millones de votos más que Trump en 2016, y aún así perdió.
* Video de la Medalla Presidencial de la Libertad: Recuerdo haber visto a Obama otorgar al ex vicepresidente Joe Biden la Medalla Presidencial de la Libertad en sus últimos días en la Casa Blanca, en enero de 2017. Lo que me sorprendió entonces y lo que recordé mientras veía el video reproducido durante la convención del miércoles por la noche fue que Biden estaba 1) genuinamente sorprendido y 2) profundamente consciente de lo que significaba el honor. Su emoción, que no pudo contener, era real y no forzada. Al volver a mostrar ese video, fue un recordatorio conmovedor de la cualidad más fuerte de Biden (y, a la inversa, una de las más débiles de Trump): la empatía.
* Sam Cooke: “A Change is Gonna Come” (“Un cambio está por venir”), que interpretó Jennifer Hudson al final de la noche, es simplemente una canción increíble. Deberían escuchar a Sam Cooke cantando el original. ¡Él la rompe (igual que ella)!
Fallas
* Donald Trump: ¿Cuál es la forma más fácil de hacer saber a sus oponentes que sus críticas le están afectando? ¡Respondiéndoles, en tiempo real! “ÉL ESPIÓ MI CAMPAÑA, ¡Y LO ATRAPARON!”, tuiteó Trump en medio del discurso de Obama. ¡Pero Trump no había terminado! “¿POR QUÉ SE NEGÓ A RESPALDAR AL LENTO JOE HASTA QUE TODO TERMINÓ, E INCLUSO ENTONCES FUE MUY TARDE?”, preguntó Trump a Obama mientras el expresidente terminaba su discurso. “¿POR QUÉ INTENTÓ QUE NO COMPITIERA?” ¿Quizá quitar las mayúsculas por un rato, señor presidente?
* Mike Pompeo: Ser secretario de Estado es un trabajo muy importante. Eres, con la única excepción del presidente, el rostro que Estados Unidos muestra al mundo. Es por eso que el tuit de Mike Pompeo en medio del discurso de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, un GIF de Lisa Simpson llorando y rompiendo un discurso escrito, fue tan, tan desatinado. (Para ser claros: tampoco fui un gran admirador de que Pelosi rompiera su copia del discurso en el estado de la Unión de Trump). Pompeo debería dejar el ‘troleo’ en manos de internet. Para eso está ahí.
* Tony Evers: Cuando eres el gobernador demócrata del estado donde se está llevando a cabo (más o menos) la Convención Demócrata, obtienes un espacio para hablar en algún momento durante el proceso. Entonces, tenemos a Tony Evers. Y estaba, eh, tembloroso. Al menos fue breve. Y usó la frase “Holy mackerel, folks” (algo como “Santo Dios, amigos”), por lo que no fue del todo malo.