(CNN) – Un expolicía que confesó 13 asesinatos y decenas de violaciones ocurridas hace décadas será sentenciado este viernes en California.
Joseph DeAngelo, el hombre conocido como el Asesino de Golden State, aterrorizó a sus víctimas en las décadas de 1970 y 1980. Su exesposa rompió su silencio en una declaración presentada al tribunal, pero que no se esperaba que fuera leída en voz alta. La abogada de Sacramento, Sharon Huddle, quien se casó con DeAngelo en 1973, dijo que sus acciones han tenido un efecto “devastador y generalizado” en su vida.
“Nunca volveré a ser la misma persona”, escribió el jueves. “Ahora vivo todos los días con el conocimiento de cómo atacó y dañó gravemente la vida de cientos de personas inocentes y asesinó a 13 personas inocentes que eran amadas y que han sido extrañadas durante 40 años o más”.
Huddle nunca se refiere a él por su nombre y lo llama “el acusado” en todo momento.
“He perdido la capacidad de confiar en las personas”, dijo. “Confié en el acusado cuando me dijo que tenía que trabajar, que iba a cazar faisanes o que iba a visitar a sus padres a cientos de kilómetros de distancia. Cuando yo no estaba, confiaba en que estaba haciendo lo que me dijo que estaba haciendo”.
Un violador en serie conocido por muchos nombres
En el transcurso de su ola de crímenes que se extendió por California, Joseph James DeAngelo ha sido conocido como el Asesino de Golden State, el Violador del Área Este, el Merodeador Nocturno Original y el Saqueador de Visalia. El año pasado, se declaró culpable de violar a más de 50 mujeres y asesinar a 13 personas en las décadas de 1970 y 1980. Como parte de un acuerdo de culpabilidad, también admitió delitos de los que no ha sido acusado.
Uno a uno, las víctimas y familiares subieron al estrado, describiendo con desagradable detalle los horrores que les infligió el expolicía.
Una mujer, que tenía solo 7 años y dormía cuando su madre fue atada y violada por DeAngelo, lo describió amenazando a su madre para que no hiciera ningún sonido y que no la despertara.
“Me amenazó con cortarme la oreja y llevársela”, dijo. Cuando se despertó, “pude sentir el mal, luego se desató el infierno”.
Comparándolo con el ficticio asesino en serie caníbal Hannibal Lecter, dijo que DeAngelo era “una prueba de que los monstruos eran reales. Yo había conocido al hombre del saco”.
Otros hablaron de un entumecimiento en sus manos que duró meses porque sus muñecas fueron fuertemente atadas en los ataques.
Más de 40 años después de los ataques, la mayoría de las víctimas hablaban de cicatrices de por vida. Muchos mostraron valor y hablaron sobre no permitir que sus vidas se definieran por estos incidentes y encontrar su camino hacia la felicidad a pesar del daño indeleble dejado por DeAngelo.
La ira crecía durante las declaraciones. “Que se pudra en el infierno”, dijo Karen Veilleux en nombre de su hermana Phyllis. Otra mujer llamó “subhumano” a DeAngelo y le mostró agresivamente su dedo medio.
DeAngelo se declaró culpable para evitar la pena de muerte. Un hombre que habló en nombre de su madre dijo que el esfuerzo era inútil.
“Es posible que muchas personas deseen ejecutar la pena de muerte por sí mismas, pero ¿no lo ves? La sentencia ya se ha dictado. Te han quitado toda tu vida, pero eres demasiado estúpido para darte cuenta”, dijo.
Seis condados presentaron cargos en su contra
Aunque evitó la pena de muerte, DeAngelo probablemente cumplirá 11 condenas consecutivas de cadena perpetua sin libertad condicional con 15 cadenas perpetuas simultáneas y tiempo adicional por cargos relacionados con armas.
Las víctimas en uno de los seis condados que presentaron cargos en su contra votaron unánimemente para aceptar su declaración de culpabilidad.
“La declaración de culpabilidad de hoy nunca devolverá a los seres queridos ni restablecerá la sensación de seguridad que se hizo añicos, pero hoy, después de 40 años de incertidumbre, decenas de víctimas y una nación escucharon a la persona responsable de este reino de terror finalmente admitir que él … - y solo él - es responsable “, dijo el fiscal de distrito del condado de Orange, Todd Spitzer, en el momento del acuerdo con la fiscalía.
Las víctimas y sus familias esperaron durante décadas para obtener justicia y desenmascarar al hombre que se infiltraba para atacar primero a mujeres solas o con sus hijos y luego a parejas en sus hogares.
Sus crímenes abarcaron las décadas de 1970 y 1980. Una base de datos genealógica gratuita finalmente les dio a las autoridades la prueba que necesitaban para arrestar a DeAngelo en 2018.
“En este caso la justicia no se movió rápidamente, tardó mucho en llegar. Sin embargo, nuestras víctimas se mantuvieron firmes y valientes durante todo este proceso”, dijo la fiscal de distrito del condado de Contra Costa, Diana Becton, en un comunicado de prensa en junio.