(CNN) – Un par de gafas que se cree que pertenecieron al líder de la independencia india, Mahatma Gandhi, se vendieron en una subasta por 260.000 libras (US$ 340.000), más de 17 veces la estimación inicial.
La impresionante suma, que no incluye la prima del comprador o el impuesto sobre las ventas, se logró en una casa de subastas británica el viernes, menos de dos meses después de que se encontraran las gafas “colgadas” de un buzón en un concurrido polígono industrial.
Antes de la venta, el subastador Andy Stowe dijo que descubrió los lentes mientras revisaba los buzones de su oficina en Bristol, en el suroeste de Inglaterra.
“Vi un sobre colgando de nuestro buzón… realmente, literalmente, sólo colgando”, dijo.
Cuando un colega abrió el sobre, descubrió el contenido inusual: un par de lentes circulares con montura de oro.
“Tenían una pequeña nota allí que decía ‘Estos pertenecían a Gandhi, y se los dieron a mi tío’”, dijo.
Stowe contó que llamó al número de teléfono que figuraba en la nota y localizó al vendedor del artículo, un anciano que vivía en la zona.
El hombre le dijo a Stowe que las gafas se las había dejado su tío, quien le dijo que Gandhi se las había dado mientras trabajaba en Sudáfrica.
“El tío (estaba) trabajando para British Petroleum en ese momento y estaba asignado en Sudáfrica, y se puede presumir que fueron obsequiados como forma de agradecimiento de Gandhi por una buena acción”, dijeron los subastadores East Bristol Auctions en su catálogo de ventas.
“Comenzamos a investigar un poco y nos dimos cuenta de que valían una cantidad considerable de dinero”, agregó Stowe.
Aunque el subastador dijo que las gafas se habían valorado entre 10.000 y 15.000 libras (US$ 13.000 a US$ 19.500 ), predijo que el artículo podría venderse por “una cantidad considerable” más.
“Le devolví la llamada (al vendedor) más tarde ese día, y creo que casi se cae de la silla cuando se enteró de en cuánto íbamos a valorarlos”, dijo.
Stowe le dijo a CNN que los subastadores investigaron la trayectoria del artículo y estaban seguros de que la historia –y la procedencia de las gafas– se comprobó.
“Las fechas y los hechos coinciden. El (vendedor) es un hombre de 80 años, no creo que se lo haya inventado en la cabeza”, dijo.
“Desde nuestro punto de vista, la historia y el relato coinciden perfectamente”, agregó. “El hecho de que el señor me dijera que si no valían nada, podía tirarlos a la basura… estoy bastante seguro de que no tenía idea de cuánto valían”, dijo.