(CNN) –- Un equipo de científicos que puso un caimán en un espacio lleno de helio y lo hizo gritar ganó el Premio Ig Nobel, un galardón con cierto prestigio que conmemora los experimentos menos ortodoxos del mundo científico.
El grupo, dirigido por investigadores de Austria y Japón, intentaba averiguar si las comunicaciones vocales de los caimanes están relacionadas con el tamaño de su cuerpo, pero fue su método, más que su hipótesis, lo que llamó la atención del comité de premios.
Otro experimento, que encontró que los narcisistas pueden identificarse por sus cejas, también fue galardonado.
Y el Premio de la Paz de la ceremonia fue para los gobiernos de la India y Pakistán. Lo obtuvieron por “hacer que sus diplomáticos tocaran subrepticiamente el timbre de la puerta del otro en medio de la noche y luego huyeran antes de que nadie tuviera la oportunidad de abrir la puerta”. Esta es una referencia a un incidente que supuestamente tuvo lugar hace dos años.
Los Ig Nobel se otorgan desde 1991 para parodiar los premios Nobel más establecidos. La ceremonia de este año, que tuvo lugar el jueves, fue transmitida por Internet debido a la pandemia.
El premio de Economía fue para un equipo internacional de expertos por “tratar de cuantificar la relación entre la desigualdad de ingresos nacionales de diferentes países y la cantidad promedio de besos boca a boca”.
El estadounidense Richard Vetter ganó el premio de Entomología por “recopilar evidencia de que muchos entomólogos temen a las arañas, que no son insectos”. Los entomólogos son, precisamente, los científicos que estudian insectos.
Ig Nobel, premios para logros ‘que hacen reír y luego pensar’
Un equipo holandés-belga ganó el premio de Medicina. Los investigadores lograron “diagnosticar una afección médica no reconocida durante mucho tiempo: misofonía, la angustia de escuchar a otras personas hacer sonidos al masticar”.
“Los premios Ig Nobel reconocen logros que hacen reír a la gente y luego pensar”, escriben los organizadores del premio en su sitio web.
Los ganadores aceptan sus premios por parte de “premios Nobel genuinamente desconcertados”, dice el sitio web. Este año, seis ganadores del Nobel repartieron los trofeos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y el líder brasileño Jair Bolsonaro ganaron el “Premio de Educación Médica”, junto con un puñado de otros líderes mundiales. Lo obtuvieron por utilizar la pandemia para enseñar al mundo que “los políticos pueden tener un efecto más inmediato sobre la vida y la muerte de lo que los científicos y los médicos pueden”, una indirecta no tan sutil sobre el manejo de esos políticos de la crisis del coronavirus.
La ceremonia del jueves marcó la trigésima edición de los premios, que generalmente realizan en la Universidad de Harvard.