(CNN) – El presidente Donald Trump interrumpió abruptamente, y por su propia cuenta, las negociaciones del estímulo económico este martes, solo para aparentemente revertir el curso de la decisión ocho horas después en un par de tuits.
La cuenta de Twitter del presidente provocó una montaña rusa en los mercados. Hubo una fuerte caída al cierre del martes, seguida por una subida en las negociaciones previas a la apertura del mercado el miércoles. De manera similar, los asistentes en el Capitolio no tenían idea de en qué punto exactamente se encuentra el presidente en este momento con respecto al estímulo. Pero todos coinciden en que las negociaciones bipartidistas sustantivas reales, que ya estaban en una posición frágil, han terminado por el momento.
En resumen: el mercado, con base en lo que sucedido el miércoles por la mañana, no tiene idea de lo que está haciendo. La realidad, contrariamente a los tuits de retroceso de Trump, es que las conversaciones bipartidistas de estímulo están muertas. Puede que haya esfuerzos para avanzar en una legislación fragmentaria en las próximas semanas, pero los líderes demócratas han rechazado esa vía repetidamente.
Lo que significa todo esto: para millones de personas desempleadas o subempleadas, para propietarios de pequeños negocios que apenas sobreviven, para las aerolíneas que eliminan miles de puestos de trabajo, para un sector de servicios diezmado, la ayuda federal no llegará pronto.
Días hasta las elecciones: 27.
El presidente de la Reserva Federal
La medida de Trump fue aún más confusa dado que se produjo el mismo día en el que quien es posiblemente el funcionario económico más poderoso del mundo ––el hombre que dirige un banco central que es en sí mismo más responsable de mantener a flote la economía estadounidense (y mundial) durante la peor crisis económica en un siglo–– dejó claro que un mayor estímulo fiscal era una necesidad.
“Muy poco apoyo conduciría a una recuperación débil, creando dificultades innecesarias para los hogares y las empresas”, dijo este martes el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. “Con el tiempo, aumentarían las insolvencias de los hogares y las quiebras de negocios, lo que dañaría la capacidad productiva de la economía y frenaría el crecimiento de los salarios. Por el contrario, los riesgos de exagerar parecen, por ahora, ser menores”, explicó.
Un contexto importante
Powell participó en una llamada entre la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, la semana pasada, según una persona con conocimiento directo de la comunicación. La razón real fue analizar los posibles cambios en la línea de créditos municipales de la Fed. Pero el hecho subraya que ha estado íntimamente involucrado en el trabajo con el Tesoro frente a la respuesta económica y ha hablado varias veces con Pelosi durante los últimos meses. Pelosi ha liderado las negociaciones por parte de los demócratas, mientras que Mnuchin ha sido el principal negociador del gobierno.
No son solo los pedidos públicos por más apoyo fiscal ––que implican una rareza para un presidente de la Fed–– lo que hizo que los comentarios fueran tan destacados, sino también el hecho de que ha estado profundamente involucrado con los responsables políticos detrás de escena.
Verificación de la realidad
Pelosi y Mnuchin todavía estaban en posiciones muy alejadas en las conversaciones en curso. Y, especialmente entre los republicanos del Congreso, había escepticismo extremo sobre la posibilidad de que se llegue a un acuerdo.
Las dos partes permanecen alejadas por aproximadamente US$ 400.000 millones en la línea superior. Pero quizás mucho más importante es que, incluso en temas en las que había un amplio acuerdo y comprensión, simplemente no se cerraban los detalles, según varias personas informadas sobre las conversaciones.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, en una conferencia telefónica con Trump, Mnuchin y el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, advirtió al presidente que Pelosi podría estar dando largas, según personas familiarizadas con la llamada. No pidió a Trump que se retirara explícitamente del acuerdo, pero dejó claro que tenía dudas sobre sus perspectivas.
Dicho esto, estaba programado que el martes fuera un gran día para las conversaciones. Mnuchin y Pelosi intercambiaron ideas la noche anterior y tenían programado hablar por la tarde para tratar de concretar más avances. ¿Habría funcionado? Una vez más, el escepticismo era amplio y profundo.
Pero eso no explica que Trump haya recurrido a Twitter para acabar con las conversaciones, sin que se lo indicaran y de forma unilateral.
Pasamos de una situación en la que teníamos “muchos motivos para atribuir esto a Pelosi, a que ahora todo es culpa del presidente”, dijo un asistente del Partido Republicano a CNN. “No tiene sentido”, agregó.
Cuestiones políticas
Varios líderes republicanos expresaron su descontento por la decisión del presidente de retirarse de las conversaciones, sobre todo la senadora Susan Collins de Maine.
“Esperar hasta después de las elecciones para llegar a un acuerdo sobre el próximo paquete de alivio por el covid-19 es un gran error”, dijo Collins en un comunicado. “Ya me he puesto en contacto con el secretario del Tesoro, uno de los jefes negociadores, y con varios de mis colegas del Senado”, agregó.
Y algunos demócratas, hablando con franqueza, reconocieron que Trump dio un impulso a su lado dado que las conversaciones estaban lejos de llegar a un acuerdo final. “Es un regalo. No hay duda”, dijo a CNN un funcionario demócrata.
Propuesta fragmentada de estímulo económico
Trump, en dos tuits separados, pidió al Congreso que le enviara un proyecto de ley compuesto por US$ 25.000 millones para el apoyo a la nómina de las aerolíneas y US$ 135.000 millones en ayuda para pequeños negocios. Además un proyecto de ley distinto que tendría una segunda ronda de pagos de estímulo para individuos.
Comienza con esta línea de base: Pelosi y el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, han rechazado repetidamente dividir la legislación de estímulo más amplia en partes pequeñas. Esto es estratégico. Son muy conscientes de que hacerlo pondría fin a las esperanzas de un acuerdo más amplio. Y ellos han dejado claro que un acuerdo extendido es esencial para abordar realmente la devastación económica y de salud pública causada por la pandemia.
Esto llega a la división central que ha sido insalvable durante meses: la diferencia en cómo los demócratas y los republicanos ven la escala y el alcance de la respuesta que se necesita.
Pasa ahora a esta realidad: es probable que la Cámara de Representantes esté fuera de sesión hasta después del día de las elecciones. El Senado, por su parte, básicamente ha quedado congelado debido a un brote de covid-19. Hay un regreso planificado (principalmente) con el único propósito de confirmar a la candidata a la Corte Suprema, Amy Coney Barrett.
Los líderes dejaron claro que pueden traer a los miembros de regreso cuando lo deseen. Pero si se llega a un acuerdo, los republicanos de ambas cámaras plantearían importantes objeciones.
Situación diferente a la de marzo
No estamos en marzo, cuando la Cámara de Representantes y el Senado aprobaron casi por unanimidad el paquete de ayuda económica más grande en la historia de Estados Unidos. Procesar un acuerdo llevaría tiempo. Y McConnell le dejó claro a Trump en una conferencia telefónica el martes que sus miembros eran muy reticentes a seguir el camino de otro proyecto de ley de estímulo grande. Esto es algo que los republicanos del Senado han señalado públicamente durante meses.
Y también está esto: de hecho, los líderes republicanos del Senado consideraron avanzar por sí solos en la ayuda para las aerolíneas hace dos semanas por acuerdo unánime, según le dijeron a CNN dos personas familiarizadas con la propuesta. Sus propios miembros objetaron, hundiendo el proyecto antes de que pudiera despegar (sin ánimo de hacer un juego de palabras).
El congreso republicano también es en general escéptico sobre otra ronda de cheques de estímulo. No todo el mundo, pero sí más de la mitad, según senadores y asistentes.
Termina aquí: el presidente puso fin a las únicas conversaciones bipartidistas de alto nivel a través de Twitter. Mnuchin confirmó que finalizaron poco después en una breve llamada a Pelosi. Para empezar, la mayoría de los republicanos desconfiaba de un gran acuerdo y muchos no querían ningún acuerdo. La mayoría de los demócratas solo aceptarían un gran acuerdo y desconfiaba de alejarse demasiado del proyecto de ley de US$ 2,2 billones que aprobó la Cámara de Representantes la semana pasada. La elección es en menos de un mes. Todos estos factores te dicen lo que necesitas saber sobre las perspectivas de una reanimación de las conversaciones de estímulo, fragmentadas o de otro tipo.
¿Entonces qué pasará ahora con el estímulo económico?
Dada la marcha atrás de Trump en Twitter, es probable que se realicen esfuerzos superficiales para volver a dar una oportunidad a la legislación fragmentada. Y un comodín aquí es el apoyo a la nómina de las aerolíneas. Pelosi, en un comunicado la semana pasada, dijo que si un acuerdo general se derrumbaba, movería un proyecto de ley independiente. Pero los demócratas lo intentaron la semana pasada y fueron bloqueados por los republicanos, por lo que las perspectivas de esa promesa siguen siendo muy inciertas.
Con eso en mente, un buen barómetro sobre el estado general de las cosas es escuchar a los dos miembros más poderosos del Congreso.
“Creo que su opinión era que no iban a producir un resultado y debemos concentrarnos en lo que se puede lograr”, dijo McConnell a Manu Raju de CNN el martes por la tarde sobre la decisión de Trump de poner fin a las conversaciones. Trump dejó claro que el foco debe estar en confirmar a Barrett en la Corte Suprema. Y eso casualmente se alinea con la principal prioridad de McConnell en este momento.
Pelosi, en un evento de 92nd Street Y el martes por la noche, dijo que los demócratas deben centrar su “atención en ganar las elecciones” ahora que Trump se ha retirado de las conversaciones de estímulo del coronavirus, informó Haley Byrd de CNN.
“Miremos hacia adelante”, dijo. Y agregó que “es muy desafortunado” que Trump haya puesto fin a las conversaciones y que se enteró a través del tuit y no de antemano.
“Tendremos un proyecto de ley de estímulo, y él no ganará las elecciones”, agregó. De esta manera dejó claro que las acciones sobre el primero tendrían que esperar hasta después de los resultados del segundo.