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(CNN) – El primer ministro británico, Boris Johnson, se enfrenta a una costosa elección.

La economía británica ha sido golpeada por la pandemia. Ahora, con las conversaciones sobre un nuevo acuerdo comercial con la Unión Europea en riesgo de colapso, Johnson tiene que decidir: ¿intenta encontrar un terreno común con Europa o se marcha?

Gran Bretaña ya enfrenta un difícil 2021 mientras el país lucha contra los choques del coronavirus y el Brexit al mismo tiempo. Pero no lograr un acuerdo con el mayor mercado de exportación del Reino Unido agravaría el dolor.

Irse con las manos vacías, lo que Johnson amenazó con hacer el viernes, crearía interrupciones en el comercio cuando el período de transición termine a finales de este año, reduciendo más de US$ 25 mil millones de la economía del Reino Unido en 2021 en comparación con un escenario en el que se establece un acuerdo de libre comercio limitado, según un análisis de CNN Business basado en pronósticos de Citi y el Instituto de Estudios Fiscales. Eso retrasaría aún más al país en sus esfuerzos por recuperarse del impacto histórico provocado por la pandemia.

“La combinación de covid-19 y la salida del mercado único de la UE hace que las perspectivas del Reino Unido sean excepcionalmente inciertas”, señaló Laurence Boone, economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en un informe esta semana. “Las acciones que se tomen para abordar la pandemia y las decisiones que se tomen sobre las relaciones comerciales futuras tendrán un impacto duradero en la trayectoria económica del Reino Unido en los próximos años”.

Poco progreso en el acuerdo

El tiempo corre para que el Reino Unido y la Unión Europea lleguen a un acuerdo, y Gran Bretaña perderá su estatus comercial favorable con el bloque a fines de diciembre.

Las reuniones de esta semana concluyeron sin grandes avances, y Johnson dijo el viernes que el país debería prepararse para una relación comercial que se parezca a la de Australia, que no tiene un acuerdo comercial integral con la Unión Europea. La mayor parte del comercio se realiza bajo reglas más básicas de la Organización Mundial del Comercio.

Dado que Bruselas se ha “negado a negociar seriamente durante gran parte de los últimos meses”, dijo Johnson, “ahora es el momento de que nuestras empresas se preparen, de que los transportistas se preparen y de que los viajeros se preparen” para una salida sin acuerdo.

Sin embargo, todavía puede haber alguna esperanza de llegar a un acuerdo. Johnson no llegó a descartar nuevas conversaciones, y la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen, tuiteó el viernes que su equipo se dirigirá a Londres la próxima semana para intensificar las negociaciones como estaba previsto.

Los derechos de pesca y el marco para resolver disputas futuras siguen siendo puntos clave para ambas partes, según Mujtaba Rahman, director gerente para Europa de Eurasia Group, una consultora de riesgo político.

“No creemos que el acuerdo fracase con el pescado, pero creemos que los desafíos técnicos y políticos que presenta serán más difíciles de superar de lo que muchos creen”, afirmó Rahman el jueves.

Johnson había dicho que los términos del futuro acuerdo comercial debían definirse a mediados de octubre para dar a las empresas el tiempo suficiente para planificar el resultado. Esa fecha límite llegó y pasó.

Rahman cree que lo mejor para Johnson es llegar a un acuerdo, dadas las críticas a su gestión por la crisis del covid-19.

“Mientras el gobierno de Johnson se desgarra por el coronavirus, la necesidad de una victoria política, que solo un acuerdo puede ser, es mayor que nunca”, dijo.

El Reino Unido ha optado en los últimos días por un enfoque regional a medida que aumentan los casos de coronavirus, reimponiendo reglas estrictas en Liverpool y prohibiendo que las personas de diferentes hogares se reúnan en el interior en Londres a partir del sábado. Eso generó críticas tanto de aquellos preocupados por el impacto en la economía como de aquellos que creen que se necesitan medidas nacionales drásticas para mantener la situación bajo control.

Las empresas hacen sonar la alarma

La confusión sobre el futuro del Brexit no podría llegar en peor momento para el Reino Unido.

Citi e IFS estiman que la economía del Reino Unido se contraerá un 9,4% este año. Esa sería la mayor caída desde 1921, según datos del Banco de Inglaterra. Las restricciones adicionales que entren en vigor podrían empeorar las cosas.

Una ruptura desordenada con la Unión Europea además de la recesión del coronavirus solo prolongaría la recuperación.

Con un acuerdo comercial limitado, la economía del Reino Unido se recuperará con un crecimiento del 4,6% en 2021 antes de perder algo de impulso entre 2022 y 2024, según las proyecciones de IFS y Citi. No alcanzar un acuerdo comercial con Europa reduciría hasta un punto porcentual ese nivel de crecimiento. La diferencia asciende a casi £ 20 mil millones, o más de US$ 25 mil millones.

Según los economistas de Citi e IFS, incluso el mejor escenario de un acuerdo comercial limitado dejaría la economía del Reino Unido un 2,1% más pequeña en 2021 de lo que habría sido si el período de transición se extendiera indefinidamente.

Con una incertidumbre significativa que nubla las perspectivas, las empresas expresan ansiedad por los próximos meses.

En una encuesta de más de 950 ejecutivos publicada el viernes por el Institute of Directors, aproximadamente una cuarta parte de los encuestados dijeron que no están seguros de estar preparados para el final del período de transición.

“La perspectiva de ningún acuerdo sería lo suficientemente abrumadora, y mucho menos lidiar con ella en medio de una pandemia global”, dijo la asesora principal de políticas de IoD, Allie Renison. “Estas interrupciones no se anularán entre sí. En todo caso, agravarían el dolor de las empresas británicas”.