(CNN Español) – Desde muy temprano este lunes, cientos de feligreses se acercaron a la plaza La Candelaria, en el centro de Caracas, donde está la Iglesia Santuario de Nuestra Señora de La Candelaria, sitio de reposo de los restos del doctor José Gregorio Hernández.
Como cada 26 de octubre, la iglesia y sus fieles celebran su natalicio, pero en esta oportunidad dicen sentir una alegría mayor, pues también exhumaron sus restos como un paso previo a su canonización. A las 10 A.M. comenzó la ceremonia, presidida por el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas.
Música religiosa y piezas de autores venezolanos acompañaron este acto que despertó reacciones de verdadera emoción entre los presentes. Asistieron representantes de la Conferencia Episcopal, de distintos sectores del país, además de representantes de varias embajadas con sede en Venezuela.
Se destacó la presencia de la niña Yaxury Solórzano Ortega, quien según el Vaticano recibió “un presunto milagro obrado por la intercesión” de Hernández, un reconocimiento que colocó al llamado “médico de los pobres” a un paso de la santidad. El presunto milagro que se atribuye a Hernández sucedió en marzo de 2017, cuando la niña tenía 10 años y fue víctima de un impacto de bala en un intento de atraco en el estado Guárico. El pronóstico médico que recibieron sus padres fue que difícilmente sobreviviría y que si lo hacía perdería facultades. Tras ser operada, Yaxury logró caminar, ver y hablar en una curación de la que se da crédito a Hernández.
La exhumación de José Gregorio Hernández
El proceso de exhumación tiene como objetivo, según explicaron representantes de la Iglesia venezolana, dar fe ante el Vaticano de la existencia de los restos. De acuerdo con el instructivo difundido, el ritual para extraer la reliquia contempla además la participación de devotos, representantes de las academias, descendientes, autoridades civiles y eclesiásticas.
El proceso, según se explica en el texto, consiste en la extracción de una parte de sus huesos que serán utilizados como reliquia en primero y segundo grado. Es así que en 40 diócesis de Venezuela tendrán reliquias de José Gregorio Hernández una vez que se conozca el decreto de beatificación.
El cardenal explicó a su salida del templo que en el lugar permanecerá personal médico, al menos por dos días más, que se concentrará en aplicar el protocolo necesario y practicar los exámenes de rigor para la conservación de los restos del nuevo beato. El informe se clausurará el próximo sábado para ser enviado a la Santa Sede. Con ese documento, Porras afirmó que espera que la beatificación se consolide. Y agregó que supone que eso tendrá lugar una o dos semanas después de la Semana Santa de 2021.
Porras pidió a Dios que la situación de la pandemia y la crisis interna del país —incluida la escasez de gasolina— permitan que para ese momento sea posible no una celebración de unos pocos sino de al menos un millón de personas. Explicó que, de igual forma, estarán trabajando sobre los dos posibles escenarios.
Un evento en medio de la pandemia
La nueva normalidad no permitió un acto de masas para esta actividad que forma parte del paso “de siervo de Dios a beato” del llamado médico de los pobres. En el lugar, efectivos de seguridad —tanto militares como policiales— tomaron los alrededores para verificar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad: el uso del tapabocas y el mantenimiento de la distancia social.
A los fieles les permitieron acercarse por grupos a la puerta, mientras se desarrollaba la actividad. Desde allí compartieron, en algunos casos entre lágrimas, experiencias de fe que atribuyen a la acción del también llamado “El venerable”.
José Gregorio Hernández nació en 1864 en Isnotú, estado Trujillo, en los Andes venezolanos. Fue científico, filántropo y docente. También un devoto católico al que los fieles consideran capaz de curar enfermedades y que tiene creyentes a lo largo de toda América Latina. Hernández murió de forma trágica en junio de 1919 al ser chocado por un vehículo en este lugar del centro de Caracas.