(CNN) – Los estadounidenses mayores son mejores que los adultos jóvenes al seguir las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. para mitigar la propagación del coronavirus, según una nueva encuesta.
Esta discrepancia podría explicar por qué las infecciones por covid-19 comenzaron a aumentar en las personas más jóvenes a partir de junio, según el equipo de Data Foundation, un grupo de expertos sin fines de lucro que realizó la encuesta.
La mayoría de los estadounidenses informan que están haciendo lo que deberían, informaron los investigadores en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de los CDC.
Por ejemplo, el uso de máscaras faciales aumentó de un promedio de 78% en abril a 83% en mayo, y alcanzó el 89% en junio, reveló la encuesta con 6.500 adultos mayores de 18 años.
El porcentaje de adultos mayores que informaron usar una máscara fue hasta 14 puntos porcentuales más alto, según el mes, que los del grupo de edad más joven.Otros comportamientos, como lavarse las manos, distanciarse físicamente y evitar lugares públicos o concurridos, disminuyeron levemente o se mantuvieron sin cambios en promedio con el tiempo.
Por ejemplo, la encuesta encontró que el uso del lavado de manos bajó de un promedio del 93% en abril al 91% en mayo y alcanzó el 89% en junio.
Pero en casi todos los momentos, los adultos de 60 años o más superaron a todos los demás grupos de edad. Entre más jóvenes eran las personas, menos constantemente seguían las pautas.
“Los adultos mayores podrían estar más preocupados por el covid-19, debido a su mayor riesgo de enfermedad grave en comparación con los adultos más jóvenes. Los adultos jóvenes también podrían tener menos probabilidades de participar en conductas de mitigación debido a factores sociales, de desarrollo y prácticos”, escribieron los investigadores.
“Llegar a estos grupos (adultos más jóvenes y otras personas que actualmente no participan en conductas de mitigación) a través de canales específicos, líderes confiables e influyentes a nivel nacional, estatal y local tiene el potencial de mejorar el uso y la efectividad de las estrategias críticas de salud pública para proteger personas de todas las edades al prevenir la propagación del SARS-CoV-2”.