(CNN Español) – Un zombi con la cabeza ensangrentada y la mandíbula caída les da la bienvenida a los visitantes de esta casa del terror.
Todo está muy oscuro. La música psicodélica y los alaridos que se escuchan de fondo producen escalofríos.
Desde la entrada no es posible establecer si esos gritos desesperados son una grabación o la voz de aquellos curiosos que desafiando al covid-19 decidieron entrar y pegarse el susto.
La casa del terror de Netherworld
Estamos en Netherworld, una gran bodega convertida en una atracción de Halloween, situada en Stone Mountain, Georgia.
El lugar está decorado entre otras cosas con calaveras, brujas, momias y seres que parecen sacados de una película de ciencia ficción.
Ben Armstrong, cofundador de Netherworld, dice que este año, debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus, el uso de mascarillas de protección es obligatorio para empleados y visitantes.
“Todo el mundo pasa por un punto de control; allí les tomamos la temperatura y revisamos que no tengan síntomas.
“Las personas deben mantener una distancia física en la fila. Adicionalmente tenemos estaciones con desinfectante de manos”.
Para visitar esta casa del terror hay que reservar por internet y acudir al espectáculo a horas específicas.
Hay 50 actores que interpretan diabólicos personajes que asechan a los visitantes.
Island Chance es uno de ellos; dice que tiene 25 años y que desde hace 9 trabaja en Netherworld.
Halloween en pandemia
“Este año, los actores no estamos compartiendo disfraces ni mascaras. En una temporada normal, sin covid, en promedio 5 actores representan el mismo personaje”, asegura.
Chance encarna a un maquiavélico espantapájaros. Su disfraz trae una mascarilla de protección de la misma tela.
“Rondaba por mi cabeza la preocupación, sobre todo porque los contagios aumentaban más y más.
“Pero queríamos reabrir esta temporada y nos asesoramos con el departamento de Salud del estado para asegurarnos que los protocolos que estábamos implementando eran los correctos”, agrega.
De pronto, una luz verde ilumina una delgada mano con largas uñas que se posa sobre la cabeza de una joven que hace el recorrido por la tenebrosa casa del terror.
La mujer sale despavorida.
El ruido de una motosierra hace olvidar a cualquiera que se trata de una atracción de Halloween y lo transporta a uno a una escena de la película “Texas Chainsaw Massacre”.
“Necesitamos un escape de esta situación que estamos viviendo con el virus”, dice uno de los visitantes a Netherworld.
Ben Armstrong afirma que la pandemia redujo considerablemente el número de visitantes y que en un año normal la celebración de Halloween aquí se torna en todo un festival.
La atracción estará abierta hasta el segundo fin de semana de noviembre.