Proyección electoral en EE.UU.: resultados en vivo
(CNN) – Millones de votos emitidos legalmente en las oficinas electorales de todo Estados Unidos se siguen contando a medida que la carrera presidencial entre el presidente Donald Trump y el exvicepresidente Joe Biden se reduce a un puñado de estados en campos de batalla.
Hasta la mañana de este miércoles, Biden mantenía el liderazgo en el Colegio Electoral con 224 votos por 213 de Trump; se necesitan 270 votos electorales para ser presidente.
Los expertos habían advertido durante meses que era posible que no se conociera un resultado la noche de las elecciones, o incluso días después, debido a las cifras récord de voto por correo.
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A primera hora del miércoles, todavía no se podía proyectar un ganador en Arizona, Carolina del Norte, Nevada, Wisconsin, Michigan, Maine, Georgia y el potencialmente crítico estado de Pensilvania.
Trump ganó una carrera reñida en la Florida, que era uno de los estados que Biden esperaba arrancar del mapa de 2016 del presidente y tiene una ventaja estrecha en Carolina del Norte. El exvicepresidente ha tomado la delantera en Wisconsin y espera que Arizona, donde tenía una ventaja de 5 puntos porcentuales con el 82% de los votos contados, pueda ser su primera victoria de la noche que convierte un estado rojo en azul.
Con el 89% de los votos contados en Wisconsin, Biden tenía una ventaja estrecha de menos de 10.000 votos sobre Trump, con todos los votos contados en Milwaukee. Todavía había votos pendientes en los condados de Kenosha y Brown, que incluyen 62.312 boletas de electores ausentes que aún no se han informado, según los sitios web de esos dos condados. En el condado de Brown, también había algunos votos en persona que aún debían contarse, según Pamela Brown y Kristen Holmes de CNN.
El estado de Nevada, que Hillary Clinton ganó por un pequeño margen en 2016, también parecía ser una carrera mucho más reñida de lo que esperaban los demócratas. Con el 85% de los votos contados en ese estado, Biden lideraba por un punto porcentual.
Cada vez más parece que el resultado de toda la elección podría depender de si Biden puede restaurar el “muro azul” demócrata en Michigan, Wisconsin y Pensilvania, un escenario que podría extenderse en los próximos días a medida que se cuenten grandes cantidades de votos por correo.
La noche se presentó como la jornada de elecciones menos ortodoxa en la memoria moderna. A veces, parecía que uno u otro candidato se dirigía a una victoria temprana en estados importantes. Pero los lotes de votos enviados por correo y la votación anticipada hicieron que el recuento a menudo cambiara drásticamente de una forma u otra.
Las urnas ya cerraron en todo Estados Unidos y siguió una noche de nerviosismo que marcará el rumbo de la nación durante los próximos cuatro años y emitirá un juicio sobre la presidencia más tumultuosa de la era moderna. Los resultados fluyen de los estados de campos de batalla y es demasiado pronto para hacer una proyección en muchos estados clave.
Hasta el momento, CNN proyecta que Biden ganará Hawai, Rhode Island, Minnesota, Virginia, California, Oregon, el estado de Washington, Illinois, Nuevo Hampshire, Nuevo México, Colorado, Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Vermont, Delaware, el Distrito de Columbia, Maryland, Massachusetts y uno de los cinco votos electorales de Nebraska. Nebraska otorga dos votos electorales al ganador del estado y reparte otros tres entre sus tres distritos electorales.
CNN proyecta que Trump ganará en Montana, Texas, Iowa, Idaho, Ohio, Mississippi, Wyoming, Missouri, Kansas, Utah, Louisiana, Alabama, Carolina del Sur, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Arkansas, Indiana, Oklahoma, Kentucky, Virginia Occidental y Tennessee y cuatro de los cinco votos electorales de Nebraska.
La escalofriante amenaza de Trump al conteo de votos
Trump intentó reclamar su supuesta victoria en la carrera presidencial y pidió que se detuviera el recuento de votos legítimo que se está llevando a cabo en todo el país, en una amenaza escalofriante para la democracia estadounidense
Pero la elección está lejos de terminar, con millones de votos en circulación en estados clave como Pensilvania, Wisconsin y Michigan, que son votos emitidos antes del día de las elecciones que aún no se han contado. Sin embargo, Trump trató de engañar a sus leales seguidores al relacionar el recuento legítimo de las papeletas con la votación, al afirmar falsamente que los demócratas estaban tratando de “robar las elecciones”.
Frente a la posibilidad real de perder, Trump, como se esperaba, pareció aprovechar la oportunidad para confundir a sus partidarios sobre el proceso democrático y sugerir que había algo nefasto en el hecho de que muchos estados todavía están contando votos.
El extenso recuento de votos, que podría seguir durante varios días, era ampliamente anticipado porque muchos estadounidenses emitieron boletas de voto por correo para protegerse de la exposición al coronavirus en medio de una pandemia.
Mientras hacía la ridícula sugerencia de que el conteo de los votos emitidos legalmente debería detenerse mientras observaba cómo se reducían sus márgenes en varios estados clave, Trump hizo una amenaza salvaje de que sus abogados llevarían su caso a la Corte Suprema, aunque no está claro cuál sería la justificación legal.
Incluso dentro del breve discurso de Trump hubo una evidente inconsistencia en su posición cuando abogó por que los votos se siguieran contando en Arizona, un estado que cree que es más favorable para él, al tiempo que expresó enojo porque una cadena había dado un ganador temprano. CNN no ha proyectado un ganador en Arizona.
Celebró sus victorias en Florida y Ohio, y afirmó haber ganado varios estados en los que CNN aún no ha proyectado un ganador. Su llamado a poner fin al conteo de votos fue el tipo de discurso peligroso que los observadores políticos temieron durante mucho tiempo que haría, en el cual afirmó falsamente: “Este es un gran fraude en nuestra nación”.
La directora de campaña de Biden, Jen O’Malley Dillon, calificó el discurso de Trump de “un claro esfuerzo por quitarles los derechos democráticos a los ciudadanos estadounidenses”.
“La declaración del presidente esta noche sobre tratar de cancelar el recuento de votos debidamente emitidos fue escandalosa, sin precedentes e incorrecta”, dijo. Y agregó: “No tiene precedentes porque nunca antes en nuestra historia un presidente de Estados Unidos había intentado despojar a los estadounidenses de su voz en una elección nacional. Habiendo alentado los esfuerzos republicanos en varios estados para evitar el recuento legal de estas boletas antes del día de las elecciones, ahora Donald Trump dice que estas boletas tampoco se pueden contar después del día de las elecciones”.
Biden fue el primer candidato en hablar con sus partidarios el miércoles temprano, luego de que una noche de resultados no arrojara un ganador rápido, y dijo que “creemos que estamos en camino de ganar esta elección”.
El exvicepresidente dijo que no dependía de él ni de Trump decidir el ganador de la elección y que los votos serían contados.
“Mantengan la fe muchachos, vamos a ganar esto”, dijo Biden.
Trump gana dos estados imprescindibles
Las victorias de Trump en Florida y Ohio son cruciales para mantener abierta la vía con la que gane un segundo mandato.
Por la noche, los demócratas de Florida estaban preocupados por el populoso condado de Miami-Dade, donde Biden parecía tener un desempeño inferior al de Clinton en 2016.
El déficit inicial de Biden en Miami-Dade podría ser una señal de lo que era evidente en las encuestas preelectorales que sugerían que el presidente había estado haciendo incursiones en el apoyo tradicional demócrata con hombres negros y latinos. El expresidente Barack Obama hizo dos viajes a Miami-Dade en los últimos días de la carrera para aumentar la participación.
Miami-Dade, que aún es probable que sea ganado por Biden, tiene grandes concentraciones de votantes de ascendencia cubana y venezolana que tienden a ser más conservadores que otros grupos latinos y fueron bombardeados por el presidente con afirmaciones de que los demócratas eran afines a los socialistas.
El presidente también amplió una sólida ventaja en Ohio después de que los primeros resultados mostraran a Biden a la cabeza. El estado fue otro campo de batalla que la campaña de Trump pensó que debía conquistar para poder ganar otros cuatro años en Washington. Biden pasó un tiempo en el estado el lunes y era otro lugar que el demócrata esperaba que diera un giro a su favor.
Biden no necesitaba ganar Florida y Ohio para ganar la presidencia, pero su campaña esperaba cambiar esos estados después de varias encuestas alentadoras en las últimas semanas de la campaña.
Biden se desempeña bien en Arizona
Biden parece haber logrado avances significativos en Arizona, donde los cambios demográficos han acelerado el giro del estado de un territorio tradicionalmente republicano a un potencial ascenso demócrata. La impopularidad del presidente y el rápido crecimiento del estado –con su creciente población latina hasta la afluencia de jubilados del Medio Oeste y otras partes del país– ha hecho que su política sea más impredecible, incluso en solo los cuatro años desde 2016, cuando Trump venció a Hillary Clinton con 49% frente a 45,5%.
Clinton construyó márgenes demócratas en el populoso condado de Maricopa, que incluye Phoenix y sus suburbios, y la mayoría de los votantes del estado, y Biden parecía continuar esa tendencia el martes por la noche, con una fuerte participación en ese condado clave.
Incluso dentro del mosaico de resultados tempranos, surgieron algunas tendencias que apuntaban al hecho de que es una carrera muy diferente a la de 2016. En estados como Ohio y partes de Florida, Biden parecía estar desempeñándose mejor en los suburbios que Clinton hace cuatro años. Al mismo tiempo, el equipo del presidente parecía haber tenido éxito en la participación de sus votantes como se prometió, en algunos casos compensando lo que parecía ser una ventaja para los demócratas en el conteo anticipado de votos en estados clave.
Es posible que los resultados no se conozcan durante días
Millones de boletas aún estaban pendientes en tres estados críticos: Michigan, Pensilvania y Wisconsin. Muchas de esas boletas de votación por correo se emitieron temprano y se esperaba que favorecieran a los demócratas.
Incluso Georgia aparecía paralizada cuando los funcionarios del condado de Fulton, que incluye Atlanta y sus populosos suburbios, dijeron que habían dejado de contar las boletas por correo alrededor de las 10:30 p.m., hora del este, y que el conteo se reanudaría a las 8 a.m. del miércoles. La tabulación del condado de Fulton se retrasó inicialmente por una fuga de agua cerca de la sala donde se contaban las boletas, pero ninguna boleta resultó dañada.
Los funcionarios electorales en los llamados estados del “Muro Azul” del medio oeste intentaron preparar al público el martes por la noche para la probabilidad de que el conteo completo continuara durante la noche, y podría extenderse hasta el miércoles y más tarde esta semana. Lo que significa que es posible que Estados Unidos no conozca al ganador de la contienda presidencial durante bastante tiempo.
El conteo lento en esos estados del medio oeste está creando una ansiedad creciente para los demócratas, quienes esperaban que Biden pudiera anotar algunas victorias tempranas en la pizarra en los estados indecisos para evitar que el presidente Trump declarara una victoria prematura antes incluso de cruzar el umbral de 270 votos electorales que necesita para ganar.
Durante semanas, Trump ha bombardeado con el mensaje de que los votantes deben conocer los resultados la noche de las elecciones, aunque eso rara vez ocurre en Estados Unidos, al tiempo que sugería que un conteo posterior podría ser un signo de irregularidades en la votación. Sin embargo, no hay evidencia que respalde eso y el conteo ha sido mucho más complejo en este ciclo porque muchas personas emiten sus votos por correo para mantenerse a salvo durante la pandemia.
Los funcionarios de Michigan predicen una participación récord y esperan que las papeletas contadas durante la noche puedan dar una idea de al menos el resultado no oficial dentro de las 24 horas posteriores al cierre de las urnas, en lugar de varios días como algunos esperaban inicialmente, pero que parecía incierto.
La secretaria de Estado de Michigan, Jocelyn Benson, dijo a periodistas el martes por la noche que el estado podría “potencialmente ver un resultado completo de cada tabulación de Michigan en las próximas 24 horas”, lo que sería una mejora en la predicción original del estado de que no terminaría de tabular los resultados hasta el viernes. El estado está en camino de batir récords de participación con más de 3 millones de votos emitidos en ausencia.
“Estoy aquí esta noche para pedirles que sean pacientes”, dijo Benson. “No importa cuánto tiempo lleve, no importa lo que digan los candidatos, trabajaremos metódica y meticulosamente para contar cada una de las boletas válidas y eso, y solo eso, determinará quién gana cada carrera en la boleta electoral en el estado de Michigan”.
El estado de Pensilvania, un punto de inflexión, podría experimentar algunas de las demoras más largas, no solo debido a la complejidad de su boleta, sino también porque a los funcionarios electorales no se les permitió comenzar a contar las boletas de voto por correo hasta el día de las elecciones. A última hora de la noche del martes, el secretario de estado de Pensilvania instó a tener paciencia y les dijo a los observadores electorales que esperaban que los lotes de totales de votos llegaran a trompicones durante toda la noche.
En Wisconsin, era posible que algunos resultados en el área clave de Milwaukee no se informaran hasta después de las 5 a.m. del miércoles, lo que significa que los recuentos de votos en algunas de las áreas más críticas para Biden no se conocerían hasta entonces.
Cifra histórica de votos anticipados
En todo el país, los funcionarios contaban los más de 100 millones de votos emitidos antes del día de las elecciones, según una encuesta de funcionarios electorales realizada por CNN, Edison Research y Catalist.
En una medida sin precedentes, que podría indicar que algunos votos por correo están en peligro de no llegar a su destino a tiempo para ser contados, un juez federal en Washington ordenó al Servicio Postal de Estados Unidos que comenzara a levantar todas las instalaciones de procesamiento a las 3 p.m., incluso en partes de los estados del campo de batalla Pensilvania, Michigan, Texas, New Hampshire y Florida. Los demócratas habían criticado previamente al director general de correos de Estados Unidos, Louis DeJoy, un donante de Trump, por introducir reformas en la agencia que, según dijeron, podrían retrasar la entrega de boletas por correo.
Los demócratas estaban nerviosos por la desaceleración generalizada dentro del sistema del Servicio Postal después de los recortes presupuestarios y la escasez de personal, lo que ha llevado a un intenso escrutinio de las motivaciones de DeJoy.
Las urnas comenzaron a cerrarse a las 6 p.m. del martes, hora del este, pero existen grandes variaciones en las reglas de conteo de boletas en todo el país.
La economía era el tema principal en la mente de los votantes el martes, según los resultados preliminares de una encuesta a boca de urna a nivel nacional de CNN. Esos resultados están incompletos porque los estadounidenses todavía estaban votando, pero en esos conteos tempranos, alrededor de un tercio dijo que la economía es el tema más crítico. Aproximadamente 1 de cada 5 dijo que la desigualdad racial es el problema principal y 1 de cada 6 dijo que la pandemia de coronavirus era lo más importante para su voto. Sin embargo, una mayoría dijo que la nación debería dar prioridad a contener el covid-19 sobre la reconstrucción de la economía.
Los republicanos han hecho un gran esfuerzo para invalidar las boletas y limitar la participación de votantes a través de impugnaciones legales y tácticas de control cuestionables que rayaban en la intimidación de los votantes en algunos estados. Trump pasó sus últimos días tratando de difamar el conteo de votos, insistiendo en que se debe declarar un ganador el martes por la noche, a pesar de que, durante mucho tiempo, Estados Unidos ha contado las papeletas hasta bien entrados los días y semanas posteriores al día de las elecciones.