(CNN Business) -- Todavía no está claro quién ganará las elecciones, pero sin importar qué candidato termine en la cima, una de las mayores prioridades para el próximo Gobierno es clara: arreglar el mercado laboral roto de Estados Unidos.
La crisis del empleo en Estados Unidos no está ni cerca de terminar. El mes pasado, la economía todavía tenía 10,7 millones de puestos de trabajo menos que en febrero, antes de que la pandemia obligara a cerrar los negocios.
Por un lado, eso significa que casi la mitad de los 22 millones de puestos de trabajo perdidos en la crisis se han recuperado. Pero el ritmo de la mejora se redujo en los últimos meses. Se espera que el informe de empleos de octubre de la Oficina de Estadísticas Laborales, que se presentará el viernes a las 8:30 am ET, muestre una nueva desaceleración en la recuperación del mercado laboral.
Los economistas predicen que la economía de Estados Unidos agregó 600.000 puestos de trabajo en octubre, ligeramente por debajo de los 661.000 del mes anterior. Eso todavía dejaría a Estados Unidos con unos 10 millones de puestos de trabajo menos durante la pandemia y a mucha gente sin los medios para llegar a fin de mes.
Se espera que la tasa de desempleo caiga al 7,7%, por debajo del 7,9% de septiembre. Esa fue la tasa de desempleo más alta registrada en la nación antes de unas elecciones presidenciales.
Un informe sobre empleo privado en EE.UU. por debajo de las expectativas
El Informe de empleo de ADP del miércoles estuvo muy por debajo de las expectativas. Mostró que los empleadores privados agregaron solo 365.000 trabajos en octubre. Los economistas esperaban un aumento de 650.000. Los informes de ADP y del gobierno no están correlacionados, pero los expertos prestan atención a ambos para obtener una imagen completa del mercado laboral.
Cualquier mejora es una buena noticia, pero la recuperación está lejos de ser completa y la situación no parece esperanzadora para los desempleados.
En julio, el Congreso dejó expirar su ley que proporcionaba cheques semanales adicionales de US$ 600 a los estadounidenses desempleados además de los subsidios de desempleo regulares. Eso hizo que aumentara la tasa de pobreza mensual, según un estudio del Centro sobre Pobreza y Política Social de la Universidad de Columbia.
Mientras tanto, un número creciente de trabajadores ha agotado los subsidios estatales y se ha pasado a programas alternativos del gobierno, como el programa de Compensación de Desempleo de Emergencia por la Pandemia (PEUC, por sus siglas en inglés). Al 10 de octubre, 3,7 millones de personas recibieron beneficios de este programa, implementado para hacer frente a la crisis actual.
El programa PEUC vence a fin de año. También el programa de Asistencia al Desempleo por la Pandemia, que brinda subsidios a personas como los trabajadores autónomos que generalmente no son elegibles para estas ayudas.
Independientemente de quién sea el próximo presidente, Washington debe actuar con rapidez para garantizar la ayuda a quienes la necesitan. Y para encaminar al país hacia una recuperación total del empleo.
Tami Luhby de CNN contribuyó a esta historia.