(CNN) –– En un último esfuerzo, días antes de enfrentar posiblemente su deportación, un grupo de niños inmigrantes en Estados Unidos bajo custodia federal pidió ayuda al presidente Donald Trump, al presidente electo Joe Biden y al Congreso.
“Pensamos que Estados Unidos tenía una historia de respeto a la ley y al bienestar de los niños. En nuestra experiencia, el gobierno no solo nos ha sometido a procesos injustos e ilegales. También nos ha torturado al mantenernos detenidos durante tanto tiempo”, escribieron dos niñas recluidas en un centro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en el sur de Texas.
“Solo pedimos que se respete nuestro derecho a pedir asilo y la oportunidad de estar a salvo con nuestras madres”, añadieron.
Las dos niñas que escribieron la carta tienen 14 y 15 años, según defensores que las representan. Ellas pidieron permanecer en el anonimato para proteger la seguridad de sus familias, añadieron los abogados. La carta, indicaron, está escrita en nombre de 28 niños y sus familias que se encuentran detenidos en el Centro Residencial Familiar del Sur de Texas en Dilley, Texas, y en el Centro Residencial Familiar Berks en Leesport, Pensilvania. (Lee aquí la carta completa en inglés).
Los defensores indicaron que el mensaje se envió a Trump, Biden y miembros del Congreso esta semana. Justamente, señalaron, como parte de un impulso para crear conciencia sobre los casos. Una carta adjunta firmada por más de 60 organizaciones ––incluidas Amnistía Internacional, Médicos por los Derechos Humanos y Kids in Need of Defense–– pidió a los funcionarios dar a los niños y sus familias la oportunidad de solicitar asilo. Además, solicitó que los legisladores intervinieran y aprobaran un proyecto para ayudarlos si es necesario.
“Sería fundamentalmente injusto deportar a estos niños con base en reglas y políticas que desde entonces han sido declaradas ilegales”, escribieron las organizaciones.
Según los abogados representantes, a las familias se les impidió solicitar asilo bajo una política del gobierno Trump, que luego fue bloqueada en corte federal. La política es conocida como la prohibición de tránsito de asilo. Precisamente, prohibía a los inmigrantes buscar asilo si habían viajado por otros países en su camino a Estados Unidos. Los tribunales han fallado repetidamente en contra de la política. Sin embargo, un juez federal dijo la semana pasada que no tenía jurisdicción para impedir que ICE deportara a las familias.
“La corte no se complace en esta decisión”, dijo el juez federal de distrito Jon S. Tigar. Y señaló que los casos de las familias son “profundamente preocupantes” pero que la corte “respeta las limitaciones de su jurisdicción establecidas por el Congreso”.
Los abogados que representan a los niños y sus familias apelaron ese fallo. Además, el gobierno acordó no deportar a las familias hasta el 21 de noviembre, según documentos judiciales.
Cuando se le preguntó a ICE por qué no se permitió a las familias solicitar asilo, una portavoz dijo que no tienen “base legal” para permanecer en Estados Unidos.
“Todas las familias han sido parte de una serie de demandas contra el gobierno, así como de apelaciones, y continúan presentando nuevas demandas. Todas las cuales han retrasado su retiro y prolongado su detención. En este momento, las familias han participado en extensos procesos legales y se determinó que no tienen base legal para permanecer en Estados Unidos”, dijo Danielle Bennett, portavoz de ICE, en un comunicado. “El gobierno de EE.UU. proporciona a todos los extranjeros que retira acceso a todos los procesos legales requeridos por la ley. Aquellos que no tienen derecho a ayuda, protección legal o base para permanecer en Estados Unidos serán en última instancia devueltos a su país de origen”.
Los 28 niños y sus familias son de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Ecuador, Chile y Haití, según las cartas. Ambas niñas escriben que han estado detenidas durante más de un año en las instalaciones. También que están desesperadas por ser liberadas y estar con otros miembros de su familia.
“Estamos viendo una vez más el centro de detención decorado con adornos navideños. Mientras, no podemos compartir estas fiestas ni nuestros cumpleaños con nuestras familias”, escribieron. “Hemos visto cómo nuestra salud se sigue deteriorando día a día, cómo la comida aquí nos lastima el estómago. Lo único que queremos es tener algo diferente para comer. Rezamos para que pronto llegue el día en que no tengamos que vivir en un cárcel para niños, bajo el riesgo constante de infectarnos con covid-19, viendo que la situación empeora cada día”.
Las organizaciones que defienden las familias dicen que para muchos de los niños la situación es terrible.
“La consecuencia es realmente grave”, dijo la abogada Bridget Cambria a CNN. “Estamos hablando de enviar a los niños de regreso a lugares donde pueden morir”.
Priscilla Alvarez, de CNN, contribuyó a este reporte.