(CNN Español) – Diego Armando Maradona es tan importante para los argentinos que en 2013, cuando Jorge Mario Bergoglio fue nombrado el papa Francisco, se hizo famosa la frase del astro: “El Dios del fútbol es argentino, y ahora también el papa”. Uno de sus apodos es D10S, un número que inmortalizó en la selección de Argentina y que aún nadie ha podido llenar, levantando una Copa del Mundo de nuevo. En el debate sobre quién es el mejor en la historia del fútbol, Maradona gana en su país, pero para sus compatriotas “El Pelusa” no solo es el mejor futbolista, sino también el argentino por excelencia, con sus virtudes y bemoles.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, decretó tres días de duelo nacional a partir de este miércoles por el fallecimiento del exfutbolista, informó la Presidencia en un comunicado. En el velatorio en la Casa Rosada, la sede presidencial, Fernández dijo que “Diego era Argentina en el mundo”. El partido entre Boca Juniors e Inter por la Copa Libertadores, que se jugaría este miércoles, fue aplazado en señal de duelo. En honor de Maradona se han hecho más de 10 canciones que forman parte de la banda sonora de los argentinos y grandes escritores le dedicaron letras. ¿Por qué es tan importante Maradona en Argentina?
De la pasión a la religión
“Hoy se murió una parte mía… creo que hay mucha gente que cree lo mismo, que con la muerte de Diego una parte nuestra se fue”, dijo este miércoles Juan Pablo Varsky, experimentado comentarista deportivo y presentador de CNN en Español.
Es el sentimiento de muchos argentinos que crecieron con sus goles y la Copa del Mundo México 1986, o que crecieron escuchando a sus padres hablando de los goles y del Mundial de 1986. La pasión de Maradona por el fútbol, explica Varsky, fue absoluta: “Nadie amó al fútbol como Diego Maradona”.
FOTOS | La vida e historia de Diego Maradona
Es fácil entender el porqué de esa afirmación: un joven Maradona, de origen humilde, debutó en primera división días antes de cumplir 16 años, fue ídolo en Boca Juniors entre 1981 y 1982, llevó a la gloria al Napoli y fue el artífice indiscutido del título de Argentina en la Copa del Mundo México 1986, con el mejor despliegue de su talento y de su polémica en un solo partido: el gol de la «mano de Dios» y el considerado mejor gol de los Mundiales en el siglo XX, según una encuesta en línea de la FIFA, en el encuentro de cuartos de final contra Inglaterra. Para muchos, fue el argentino más famoso de la década de 1980, el símbolo de un país.
Esa pasión hace parte de la identidad argentina en un país donde el fútbol es crucial en la cultura nacional, pero que va a un nivel más profundo que el deporte. Es una religión.
El 30 de octubre de 1998 se fundó la Iglesia maradoniana en Rosario, Argentina, una religión que adora a Maradona, sus hechos y sus palabras. Esta iglesia tiene 10 mandamientos (no podría ser otro número), entre los que se encuentran que la pelota no se mancha, hay que amar al fútbol sobre todas las cosas, difundir los milagros de Diego en todo el universo y llevar Diego como segundo nombre o ponérselo a tu hijo. En su sitio web, la Iglesia maradoniana dice tener “cientos de miles de fanáticos”.
Un dios humano
Pero Maradona no era cualquier Dios. La fama lo llevó por caminos oscuros: dio positivo con efedrina entre otras sustancias prohibidas en un control antidopaje, en la Copa del Mundo EE.UU. 1994 y fue expulsado de la competencia. Tras su retiro, las declaraciones e incidentes personales de Maradona llenaron titulares de prensa. El escritor uruguayo Eduardo Galeano lo explicó así en su libro Cerrado por fútbol: “Diego Armando Maradona fue adorado no solo por sus prodigiosos malabarismos sino también porque era un dios sucio, pecador, el más humano de los dioses. Cualquiera podía reconocer en él una síntesis ambulante de las debilidades humanas, o al menos masculinas: mujeriego, tragón, borrachín, tramposo, mentiroso, fanfarrón, irresponsable”.
El origen de Maradona hace parte de su carácter y su carisma: era visto como un futbolista del pueblo. Por eso en la noche del miércoles y madrugada del jueves se vio a tanta gente pobre en la calle despidiéndolo, le dijo a CNN el sociólogo y periodista argentino Pedro Brieger: “Maradona nunca se olvidó de sus orígenes, siempre hablaba de donde había nacido; a pesar de haber rodeado de lujo, nunca se olvidó. Eso hace que Maradona sea un fenómeno popular”.
Maradona, a pesar de ser una leyenda en vida, se expresaba como se expresaban sus miles de seguidores y compartía sus preocupaciones y defectos. “El tema de sentirse tan cercano a los más humildes de manera auténtica hace que los sectores humildes pudieran referenciarse en Maradona de manera auténtica y no de manera artificial. Y que le perdonaran absolutamente todo”, dijo Brieger, quien resaltó que por ser un irreverente, por pelearse con el poder, lo hacía más admirado por la gente del común.
Maradona en la política
Maradona no escondía sus opiniones políticas. Y, en el último tiempo, tampoco escondió sus aspiraciones políticas. En 2018 declaró al diario Clarín que quería acompañar a Cristina Fernandéz de Kirchner en una posible fórmula presidencial para las elecciones de 2019. “Yo iría en la fórmula con ella. A mí Fidel (Castro) me dijo que tenía que dedicarme a la política. Y yo iría con ella, con Cristina. Veo a la gente sufrir, veo a la gente que no puede llegar a fin de mes”, dijo en ese entonces el argentino.
El expresidente de Argentina Néstor Kirchner –quien falleció a la misma edad que Maradona, pero en 2010– era, para el astro del fútbol, “un gladiador, un hombre que se la jugó siempre”. Maradona comparaba a Kirchner con “El Che” Guevara. “El que se la jugó por sus ideales fue ‘el Che’ Guevara, que es mi ídolo, y la verdad que Néstor tenía muchas cosas del ‘Che’ Guevara”, dijo tras el fallecimiento del exmandatario argentino.
Maradona reunió en diciembre de 2019 con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, un encuentro en el que el exfutbolista sugirió que el exmandatario Mauricio Macri se debería ir a vivir a Tailandia.
Más allá de las imágenes más recientes con Cristina Fernández y Néstor Kirchner, y de su homenaje al peronismo, ¿fue consistente Maradona con sus visiones políticas? Él mismo sabía que se le criticaba por sus vaivenes. “Los que no me quieren, repiten una y mil veces que yo apoyé a todos los partidos políticos que gobernaron en la Argentina. Dicen que yo fui peronista, que fui radical, que fui liberal”, escribió el 17 de octubre en su cuenta de Instagram. Y remató: “Y, en realidad, al que yo apoyé SIEMPRE fue a mi país, sin importar quien gobernara”.
Antes de la era Kirchner, Maradona ya era un militante político muy activo. Según reseñó el diario argentino La Nación en 2013, Maradona apoyó a Fernando de la Rúa cuando se postuló a la presidencia en 1999 (aunque después lo criticó). Antes, en la década de 1990, los elogios eran para Carlos Menem. “El doctor Carlos Menem me ayudó a cambio de nada, nada”, relató en su biografía publicada en 2000, “Yo Soy el Diego”. Y muchos argentinos todavía recuerdan cuando, en 1986, festejó desde el balcón de la Casa Rosada el triunfo de la selección en la Copa del Mundo México 1986. El mandatario al que acompañaba entonces era Raúl Alfonsín.
La proyección política de Maradona trascendió con creces Argentina. Maradona fue muy cercano a Hugo Chávez y a Fidel Castro. Se convirtió en un embajador no oficial de la denominada izquierda latinoamericana. Tampoco le faltaron elogios para el expresidente brasileño Lula da Silva ni manifestaciones de apoyo al cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y al expresidente de Bolivia Evo Morales.
“Ningún político hispanoamericano ha querido estar lejos ahora de esta despedida, como tampoco quisieron estar lejos jamás de su presencia”, dijo a CNN Juan Cruz, miembro fundador y adjunto a la dirección del diario español El País, tras la muerte de Maradona. Cruz agregó, a propósito de una estrella que atravesó todas las esferas de la vida argentina: con Maradona “ha nacido otra Eva Perón”.
Según un perfil del proyecto Pantheon, del Laboratorio de Medios del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), Maradona es el sexto argentino más famoso del mundo, con base en el número de visitas a su perfil en la edición en inglés de Wikipedia. Está detrás justamente de Eva Perón y Alfredo Di Stéfano, y por encima de Juan Domingo Perón y Lionel Messi. Goleador, celebridad, D10S o simplemente un argentino como ninguno, Maradona tiene asegurado un puesto en la memoria de su país. Porque, como dice uno de seguidores, Lionel Messi: “Diego es eterno”.
Con información de Luis Rodríguez, Ismael Suárez y Hugo Manu Correa