(CNN) – A medida que Estados Unidos se acerca cada vez más a la autorización de una vacuna de covid-19, muchas personas pueden empezar a preguntarse cómo se sentirá recibirla.
¿Será como la vacuna contra la gripe? ¿Será más dolorosa? ¿Y los efectos secundarios?
Las dos pioneras que solicitaron una autorización de uso de emergencia de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA), Pfizer/BioNTech y Moderna, utilizan nueva tecnología de ARNm.
Ninguna vacuna autorizada en EE.UU. ha usado dicha tecnología, aunque los investigadores la han estado estudiando durante décadas, contra infecciones como la gripe, la rabia y el zika, e incluso para algunos tipos de cáncer.
La forma en que funcionan estas vacunas de ARNm es que le dan a nuestro cuerpo las instrucciones, en forma de ARN mensajero, para producir una pequeña parte de este coronavirus en particular (SARS-CoV-2), específicamente la proteína de pico. Cuando nuestro cuerpo recibe estas instrucciones, comienza a producir la proteína de pico. Eso, a su vez, activa nuestro sistema inmunológico, que reconoce la proteína de pico como “extraña”, para producir anticuerpos contra ella. Entonces, cuando nos infectamos con el virus real, nuestro cuerpo ya está preparado para combatirlo.
Estas vacunas requieren dos dosis: una para preparar el cuerpo y luego, unas semanas después, una segunda inyección para estimular la respuesta. Los resultados del estudio muestran que las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna tienen una efectividad cercana al 95%.
Pero debido a que la tecnología es tan nueva para una vacuna, ha generado muchas preguntas y algunas preocupaciones entre aquellos a quienes está destinada.
Un participante en el ensayo de Moderna dijo que vacunarse “definitivamente no era un paseo por el parque”, pero sin duda lo haría de nuevo.
Yasir Batalvi, un recién graduado universitario de 24 años que vive en el área de Boston, dijo que originalmente se inscribió en el sitio web de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) para unirse a una prueba a principios de julio porque se sintió movido a hacer algo para ayudar durante la pandemia.
“Me sentí tan impotente. Quiero decir, esta pandemia realmente ha afectado la vida de todos de manera tan significativa. Y no se trata solo de vidas, son medios de vida”, dijo Batalvi al corresponsal médico jefe de CNN, el Dr. Sanjay Gupta. “Entonces me inscribí porque quería hacer lo que pudiera. Y no pensé que necesariamente me iban a elegir. Pero finalmente recibí una llamada en septiembre. Y luego, a mediados de octubre, estaba inscrito”.
Estaba un poco nervioso cuando se estaba arremangando la camisa, especialmente cuando le dieron para firmar un formulario de consentimiento de 22 páginas. Pero dijo que se sentía como si estuviera haciendo un servicio público.
“Creo que solo porque el coronavirus ha sido una interrupción tan significativa en nuestras vidas, decidí que era lo que tenía que hacer. Se sentía como un deber cívico”, dijo. “Porque creo que la vacunación a gran escala es realmente la única forma realista de salir de la pandemia en la que estamos”.
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Entonces, ¿cómo se sintió?
“Al principio, la inyección real se sintió como una vacuna contra la gripe, que es básicamente un pequeño pellizco en el costado del brazo”, dijo Batalvi. “Una vez que salí del hospital, esa noche, la rigidez empeoró un poco. Definitivamente fue manejable, pero no tienes ganas de mover el brazo demasiado por encima del hombro. Pero los efectos secundarios están bastante localizados. Quiero decir, es solo en el músculo de tu brazo. Y eso es todo. Realmente no afecta nada más y te sientes bien”.
Eso fue después de la primera dosis. Pero la segunda dosis fue diferente.
“De hecho tuve algunos síntomas bastante importantes después de recibir la segunda dosis. Una vez que recibí la segunda dosis, estaba bien mientras estaba en el hospital. Pero esa noche fue difícil. Quiero decir, desarrollé una fiebre baja y fatiga y escalofríos”, dijo Batalvi. Dijo que estaba mal ese día y esa noche, pero que “se sentía bien de nuevo a la mañana siguiente”.
Dijo que llamó a los médicos del estudio para informarles sobre sus síntomas. No se alarmaron y le dijeron que él tampoco debería estarlo.
Sentirse mal no significa que hayas contraído el covid-19 por la vacuna. De hecho, los expertos dicen que tener este tipo de reacción muestra que tu cuerpo está respondiendo como debería y eso no debe disuadir a nadie de vacunarse o volver por su segunda dosis.
“Eso significa que tu respuesta inmunológica está funcionando para ti. Deberías sentirte bien con eso”, dijo el Dr. Paul Offit, experto en vacunas, del Hospital Infantil de Filadelia. “Y no debería haber ninguna dificultad en regresar para esa segunda inyección, sabiendo que ahora estás en una posición mucho mejor para combatir este terrible virus, que ha matado a más de 250.000 personas y puede causar muchos efectos a largo plazo”.
El lunes, el Dr. Anthony Fauci, experto en enfermedades infecciosas, le dijo lo mismo al director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg.
“Lo que el cuerpo te dice con esa respuesta es que está reaccionando bien a la inyección”, dijo.
“Cuando recibes una inyección de la vacuna, induces una respuesta. Algunas personas no sienten nada”, dijo. “Otras sienten un dolor en el brazo. Algunas pueden sentir un dolor en el brazo y una especie de sensación de escalofrío, casi como si tuvieran un síndrome similar a la gripe, y a una minoría de personas les da fiebre”.
Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, dijo que “casi todo esto desaparece en 24 o como máximo, 48 horas”. Y agregó que es importante ser honesto con las personas sobre los efectos secundarios que pueden experimentar.
El asesor científico en jefe de la Operación Máxima Velocidad (Operation Warp Speed, en inglés), Moncef Slaoui, dijo el lunes que aproximadamente del 10 al 15% de los sujetos del estudio inmunizados desarrollarán “efectos secundarios bastante notorios”.
“La mayoría de las personas tendrán efectos secundarios mucho menos notorios. Francamente, en comparación con una protección del 95% contra una infección que puede ser mortal o significativamente debilitante, creo que es un equilibrio adecuado”, dijo.
Los efectos secundarios como los que experimentó Batalvi no deben confundirse con problemas de seguridad. Cualquier fabricante de vacunas que busque la aprobación o autorización de la FDA debe mostrar datos de seguridad de dos meses después de que se administre la segunda dosis, porque ahí es cuando se han producido problemas de seguridad más graves en ensayos anteriores. En ese frente, la situación es muy buena para las vacunas Moderna y Pfizer. Pero solo el tiempo dirá si se presenta algún evento de seguridad grave en los próximos años.
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“Si bien sabemos que el predecible 90, 95% de los efectos secundarios que ocurrieron dentro de los dos meses posteriores a la vacunación son realmente buenos para las dos vacunas que se han presentado ahora, las vacunas Moderna y Pfizer, no tenemos la experiencia para un año o dos años y vamos a aprender sobre la marcha”, dijo Slaoui.
Batalvi no sabe con certeza si recibió la vacuna activa o un placebo. Pero basado en su experiencia, dijo que puede adivinarlo.
“Sabes que es un estudio aleatorizado y doblemente ciego. Por lo tanto, ni yo, ni los médicos del estudio ni Moderna sabemos si me he vacunado o no. Pero, basándome en los efectos secundarios, confío en que me la pusieron de verdad”, dijo.
Batalvi dijo que espera que esta pandemia termine para que su familia pueda conocer a los nuevos gemelos de su hermana, un niño y una niña, nacidos a principios de semana.
“Espero que una vez que salga esta vacuna, la gente se sienta segura de tomarla. Quiero decir, estoy aquí: tomé la vacuna, estuvo bien. Creo que podemos superar esto”, dijo.