(CNN) – Los defensores más férreos del presidente Donald Trump en el Capitolio lo instan a no reconocer el resultado incluso después de que el presidente electo Joe Biden gane la votación del Colegio Electoral la próxima semana. Estos republicanos conservadores le piden al líder de su partido que luche por sus afirmaciones infundadas de fraude electoral generalizado hasta la plenaria de la Cámara en enero.La opinión de los defensores de Trump está en desacuerdo con la de muchos de los principales republicanos del Congreso. Esto incluye a líderes del Senado, que creen que las elecciones terminarán el próximo lunes cuando los electores emitan sus votos y hagan oficial la victoria de Biden. Esto, incluso cuando la victoria del demócrata en la carrera presidencial ha sido clara durante semanas.
Sin embargo, republicanos conservadores de la Cámara de Representantes argumentan que la próxima semana no marca el final de los esfuerzos desesperados de Trump por revertir los resultados de las elecciones. El presidente no ha logrado hacer esto a través de decenas de demandas infructuosas y esfuerzos descarados para presionar a los líderes estatales y locales para que subviertan la voluntad de los votantes y designen listas nuevas de electores para el Colegio Electoral. Dijeron que el Congreso debería entablar un debate a todo pulmón sobre los resultados en estados clave debido a sus acusaciones de fraude, que aún no se han confirmado en las cortes.
“De ninguna manera” Trump debería reconocer la derrota
Consultado sobre si Trump debería reconocer el resultado el próximo lunes, el representante Jim Jordan de Ohio dijo sin rodeos: “No. De ninguna manera, de ninguna manera, de ninguna manera”.
“Todavía deberíamos tratar de averiguar exactamente qué sucedió aquí. Y como dije, eso incluye, creo, debates en la plenaria de la Cámara, potencialmente el 6 de enero”, dijo a CNN Jordan, una persona de confianza de Trump.
No es inusual que los seguidores más fervientes de un candidato que pierde lleven el caso a la plenaria de la Cámara. Esto ocurrió, por ejemplo, luego de las carreras presidenciales de los años 2016, 2004 y 2000. Pero sí es inusual que el candidato perdedor organice una campaña pública de semanas de duración con el objetivo de sembrar discordia y desconfianza sobre un pilar de la democracia, algo que Trump ha hecho sin descanso desde que perdió la carrera.
Incluso su Trump pierde el apoyo de una gran cantidad de republicanos para su intento sin precedentes luego de la próxima semana, es probable que el respaldo de sus seguidores más acérrimos solo anime al voluble presidente a continuar con su aluvión de ataques contra la integridad de las elecciones.
Lo que dicen los republicanos aliados de Trump
De hecho, los esfuerzos para cambiar el resultado de las elecciones están destinados a fracasar, pero pueden generar desconfianza sobre el resultado de las elecciones. Esto, a pesar de las afirmaciones de los demócratas y republicanos de que las elecciones fueron seguras y que no se descubrió una cantidad de fraude que pudiera cambiar el resultado final que arroja que Biden fue elegido como el 46º presidente de Estados Unidos.
“Eso está muy lejos”, dijo el representante Matt Gaetz, republicano de Florida, otro aliado cercano de Trump, cuando se le preguntó si Trump debería reconocer la derrota después de la próxima semana. “Hay miembros que creen que podría ser valioso tener un debate sustantivo sobre lo que ocurrió en estados con irregularidades sustanciales”, dijo. “No creo que 10 horas de debate sobre ese tema perjudiquen la unión”.
Considerado sobre si considera que las elecciones estarán finalizadas el 14 de diciembre, el representante Andy Biggs, quien presidente el Grupo de Legisladores sobre Libertad de la Cámara de Representantes, dijo: “Estoy agotando todas las opciones antes de considerar eso”.
La batalla de Arizona
Biggs acaba de ser reelegido para un tercer mandato en Arizona, un estado donde Trump disputa, sin pruebas, que Biden ganó la carrera.
Biggs le dijo a CNN que no discute que ganó su propia carrera. “Yo disputo los resultados de las elecciones presidenciales”, dijo, y argumentó que es “casi inexplicable” ya que los republicanos tuvieron éxito en carreras clave en todo Arizona, excepto para la Casa Blanca, aunque también perdieron una carrera por el Senado.
“Lo que tienes es la parte de arriba de la boleta (electoral), ahí es donde estaban los problemas”, dijo.
Pero funcionarios demócratas y republicanos en Arizona rechazan esos cargos, que aún no han ganado tracción en las cortes.
“Los problemas que existen en otros estados simplemente no aplican aquí”, dijo el gobernador de Arizona, Doug Ducey, un republicano, después de que el estado certificara a Biden como ganador la semana pasada.
¿Qué piensan los líderes republicanos de la Cámara de Representantes?
Hay poco lo que los republicanos de la Cámara de Representantes pueden hacer para cambiar el resultado de la carrera presidencial. Pero hay mucho espacio para que hagan mucho ruido antes de que el Congreso certifique los resultados en enero.
Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes, por su parte, aún no están indicando que intentarán detener esos esfuerzos.
“Lo que he dicho todo el tiempo es que hay un proceso legal que el presidente Trump ha estado siguiendo. Y eso es lo que la ley permite, y dejemos que el proceso se lleve adelante”, dijo el representante Steve Scalise, al eludir preguntas sobre si los republicanos deberían cuestionar los resultados de las elecciones estatales en la plenaria de la Cámara. Él es el líder republicano de la Cámara de Representantes.
Cuando se le preguntó si ve el 14 de diciembre como el final de la carrera, Scalise dijo: “Dejemos que el proceso legal siga su curso”.
El próximo lunes, los estados se reunirán por separado. Allí los electores votarán por el presidente y vicepresidente. Esos votos se entregan a los funcionarios requeridos, y luego se realiza una sesión conjunta del Congreso el 6 de enero para que cuente los votos electorales y declare los resultados, tal como lo requiere la Constitución.
Lo que podría pasar con los republicanos conservadores en la sesión conjunta del Senado
En la sesión conjunta, sin embargo, cualquier miembro del Congreso puede objetar los resultados de un estado. Solo se necesita que un integrante de la Cámara de Representantes y un senador cuestionen los electores de un estado y la Cámara y el Senado deben detener la sesión conjunta para deliberar por separado sobre el tema por dos horas. Luego deben votar si excluir o no los resultados disputados del estado.
No está claro si algún republicano del Senado se sumará a sus colegas de la Cámara de Representantes para presentar una objeción que desencadene un debate formal. No obstante, varios han considerado las afirmaciones falsas de Trump sobre un fraude electoral generalizado. Y los principales republicanos del Senado han señalado repetidamente al 14 de diciembre como el final de las elecciones, a medida que han buscado darle a Trump espacio para llevar adelante sus batallas legales y se han negado a reconocer a Biden como presidente electo.
Cuando se le preguntó la semana pasada si consideraba a Biden como el presidente electo, el senador Chuck Grassley, el republicano de mayor antigüedad en esa cámara, dijo: “Dentro de dos semanas lo será”. Hacía referencia al 14 de diciembre.
“Todo se decidirá el 14 “, dijo el senador John Cornyn. Este es un republicano de Texas que forma parte del equipo de dirección del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell.
Antecedente: cuando Biden frenó las objeciones de los demócratas en 2016
Hace cuatro años, los demócratas de la Cámara de Representantes objetaron los resultados de cerca de una docena de estados que apoyaron a Trump. Hicieron afirmaciones sobre la interferencia electoral de Rusia y violaciones de la Ley de Derechos Electorales.
Pero en cada uno de los casos en que los demócratas de la Cámara intentaron presentar una objeción, incluidos los representantes Jim McGovern de Massachusetts, Sheila Jackson Lee de Texas, Barbara Lee de California y Maxine Waters de California, fueron detenidos ya que ningún senador se sumaba a las objeciones.
Y fue Biden, quien presidía la sesión como vicepresidente, que rechazó los intentos de los demócratas por disputar los resultados.
“No hay debate”, dijo Biden en repetidas ocasiones, bajando el martillo a los legisladores. “La objeción no puede ser recibida sin la firma de un senador”, decía.
En un momento dado, Biden respondió a una objeción diciendo “se acabó”. Esto provocó vítores en el lado republicano de la cámara y una risa del entonces presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quien se encontraba sentado detrás de él.
Mike Pence presidirá esta sesión conjunta
Esta vez, será el vicepresidente Mike Pence quien presidirá la sesión conjunta. Él tendrá la tarea de responder a las objeciones que planteen los republicanos de la Cámara de Representantes.
Jordan, el principal republicano en la Comisión Judicial de la Cámara, dijo que aún no había hablado con Pence sobre la estrategia del Partido Republicano en la plenaria de la Cámara. Pero afirmó que debería haber un debate.
“Sé que tenemos miembros que se sienten de esa manera, sienten con mucha fuerza que deberíamos debatir lo que sucedió en Pensilvania”, dijo Jordan. “Pero, ya sabes, tuviste todo tipo de cosas locas que sucedieron en Georgia, Michigan, Wisconsin, todas esas en Nevada”, afirmó.
Jordan agregó: “Entonces, todo lo que observas no tiene sentido”.
La situación de Georgia
Los aliados de Trump, especialmente la abogada Sidney Powell, quien se ha alineado estrechamente con la campaña presidencial aunque no es parte de la misma oficialmente, continúan alegando que acciones criminales cambiaron el resultado de las elecciones. Y tratan de revertir la victoria de Biden en el voto popular en los tribunales. Jueces federales y estatales han rechazado repetidamente estos esfuerzos. Los estados han certificado a Biden como ganador y el equipo legal de Trump no ha presentado ninguna evidencia de fraude electoral generalizado en las cortes.
Los republicanos de los estados que Trump está impugnando continúan en un aprieto, incluso en Georgia, donde el gobernador republicano Brian Kemp se ha resistido a la impresionante demanda de Trump de convocar una sesión legislativa especial para nombrar una nueva lista de electores. Esta medida provocaría un revuelo e inmediatamente sería litigada en los tribunales.
El representante Buddy Carter, republicano de Georgia, no dijo el lunes si estaba del lado de Kemp o Trump.
“Obviamente hay interrogantes sobre el resultado”, dijo Carter cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con los resultados de su estado. “Y aplaudo al presidente por lo que está haciendo. Creo que tiene el derecho y la responsabilidad de cuestionar, como todos, como ciudadanos”.
Cuando se le preguntó si intentaría objetar los resultados de su estado en la plenaria de la Cámara en enero, Carter dijo: “Hay mucho por hacer entre ahora y entonces, así que veremos”.
Los republicanos aliados de Trump no pierden la esperanza
En 2001, un grupo de demócratas de la Cámara de Representantes trató de objetar la victoria de George W. Bush en Florida, pero ningún senador del partido se les sumo. El vicepresidente Al Gore, que perdió ante Bush, se encontró en la posición de dictaminar en contra de las objeciones de los demócratas y declarar la victoria final de Bush. En 2005, la entonces senadora de California Barbara Boxer se sumó a sus colegas demócratas de la Cámara para presentar una objeción sobre la victoria decisiva de Bush en Ohio sobre John Kerry. Esto dio lugar a votaciones en ambas cámaras que fácilmente rechazaron la objeción.
Incluso si un senador se une a los miembros de la Cámara del Partido Republicano, es muy probable que fracase esta vez, ya que los republicanos tienen una estrecha mayoría de 50-48 en la cámara (la sesión conjunta es el día después de las dos elecciones de segunda vuelta del Senado de Georgia). Además, al menos un puñado de senadores republicanos han rechazado las acusaciones de fraude de Trump. Estos han dicho que Biden ganó y es el presidente electo.
Incluso así, los aliados de Trump todavía no pierden la esperanza.
“La pista se está acortando, pero creo que todavía hay alguna pista en la que podemos aterrizar”, dijo Biggs.
Lauren Koenig de CNN contribuyó a este reporte.