(CNN) – El presidente Donald Trump pasó años limitando la cantidad de refugiados que llegan a Estados Unidos. En tanto, el presidente electo Joe Biden se ha comprometido a establecer el límite anual de admisiones de refugiados en 125.000. Pero primero, su equipo tendrá que lidiar con el daño dejado.
El límite de refugiados, que determina cuántos refugiados pueden ser admitidos en Estados Unidos, debe ser aprobado por el presidente. Pero aunque el límite a menudo se ha visto como un objetivo a alcanzar, el número real de refugiados admitidos ha sido insuficiente bajo la administración Trump.
Este año, la administración Trump estableció un límite de refugiados de 15.000, el nivel más bajo desde 1980.
“El programa que está heredando esta administración entrante está en su último aliento”, dijo Danielle Grigsby, directora de políticas y prácticas del Refugee Council USA . “Se requerirá tanto voluntad política como una inversión temprana en revocar las políticas para que el programa comience a operar como puede y está previsto”.
El martes, funcionarios de la transición reiteraron el compromiso de Biden de restaurar el sistema de inmigración de Estados Unidos, pero advirtieron que llevaría tiempo, dada la abundancia de cambios de política en los últimos cuatro años.
“La infraestructura dentro del gobierno, así como la infraestructura en la comunidad de ONG, se ha visto muy afectada en los últimos cuatro años, por lo que estamos evaluando eso para determinar qué tan rápido puede moverse la administración”, dijo un funcionario de la transición a periodistas durante una llamada de prensa el martes.
“Es un desafío enorme, de verdad, porque la actual administración dañó tantas cosas”, dijo el funcionario.
Biden se hizo eco de eso durante su discurso de fin de año el martes, cuando dijo que mantendrá sus promesas pero que llevará tiempo, particularmente con las políticas relacionadas con la frontera entre Estados Unidos y México.
“Se hará y se hará rápidamente. Pero no se podrá hacer el primer día, levantar todas las restricciones que existen”, dijo Biden.
El aumento de las admisiones de refugiados ha sido un enfoque entre el equipo de transición de Biden y el Departamento de Seguridad Nacional, que desempeña un papel en el proceso, según una fuente familiarizada con las discusiones, la cual señaló que el equipo está evaluando lo que debe arreglarse para eventualmente lograr la meta de Biden.
Cuando se le preguntó si la administración Biden se esforzaría por establecer ese límite en el año fiscal 2021, un funcionario de transición dijo que es “pronto para decirlo”, y agregó que “depende del estado de la infraestructura, que es algo que estamos determinando”.
El secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, dijo el lunes durante un evento de la Fundación Heritage que su departamento está proporcionando información al equipo de transición Biden-Harris, y agregó que el proceso “va tan bien como puede ir”.
“Estamos intercambiando información, les estamos brindando información”, agregó Wolf, enumerando el covid-19, las políticas de inmigración y los refugiados como enfoques del equipo de transición.
Cómo se establece el límite de refugiados
Cada año, la administración establece un límite sobre la cantidad de refugiados que pueden ser admitidos en Estados Unidos. Históricamente, la cantidad de admisiones ha fluctuado según los eventos mundiales, aunque en general ha sido alta. Desde los años fiscales 1990 a 1995, por ejemplo, muchos refugiados que llegaron a Estados Unidos eran de la antigua Unión Soviética, según el Centro de Investigación Pew.
En los últimos años de la presidencia de Obama, la administración elevó el techo de refugiados de 85.000 en el año fiscal 2016 a 110.000 en el año fiscal 2017, en medio de la crisis siria.
Barbara Strack, exjefa de la División de Asuntos de Refugiados, parte del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS, por sus siglas en inglés), participó en la iniciativa para aumentar el límite y advirtió que la reconstrucción del programa llevará tiempo. Aun así, señalar la intención de aumentar las llegadas es significativo, argumentó Strack.
“Sigo pensando que vale la pena que la administración comparta ese objetivo públicamente porque permite que el Departamento de Estado, USCIS y [la Oficina de Reasentamiento de Refugiados] comiencen a trabajar rumbo a ese nivel”, dijo. “Les da a todos sus órdenes sobre las cuales trabajar”.
Strack recordó que cuando la Casa Blanca de Obama le había indicado a la administración que el techo de refugiados subiría de 85.000 a 100.000, “hice que la administración empezara a contratar funcionarios de refugiados, básicamente, tan rápido como pudiera subirlos a bordo para que estuviéramos preparados”. La administración anunció más tarde que el límite sería de 110.000.
La contratación probablemente será un componente crítico para la administración de Biden, ya que intenta aumentar las entrevistas a los refugiados. La desviación de los funcionarios de refugiados para trabajar en casos de asilo en los últimos dos años ha dejado la tubería en gran parte vacía de refugiados que están avanzados en el sistema, dijo una fuente familiarizada con el proceso. Pero también hay desafíos que surgen con el covid-19, incluidos los equipos de entrevistas de USCIS que no pueden viajar.
Efecto dominó
La disminución del techo de refugiados bajo Trump también ha tenido un efecto dominó en el proceso de reasentamiento de EE.UU., particularmente para las agencias encargadas de ayudar a los refugiados a establecerse.
Las agencias de reasentamiento ayudan a ubicar a los refugiados una vez que han sido admitidos en Estados Unidos, presentándoles servicios, ayudándolos a conseguir trabajo y familiarizándolos con nuevas comunidades. En algunos casos, la ayuda que brindan las oficinas puede ser tan simple como mostrarles a las personas la ruta del autobús local o enseñarles cómo usar el sistema financiero.
Durante los últimos dos años, las agencias han tenido que hacer ajustes como cerrar oficinas o pausar sus programas de colocación, incluyendo Catholic Charities of Dallas.
Ese grupo ha estado reasentando a refugiados durante más de 40 años. Hacia el final de la administración Obama, la organización reasentó a casi 1.000 refugiados en un año, según Dave Woodyard, director ejecutivo de Catholic Charities of Dallas. Este año solo reasentó a tres niños refugiados no acompañados. La última llegada de un adulto fue en diciembre de 2018.
La drástica disminución en las llegadas resultó en una reducción del 80% en el personal del equipo de reasentamiento. “Pierdes idiomas, pierde dialectos, pierde comprensión”, dijo Woodyard. “Han pasado por un proceso muy difícil”.
Woodyard expresó su confianza en que Catholic Charities podría reconstruirse para adaptarse a un aumento en la llegada de refugiados.
“Todas las barreras y obstáculos intencionales que la administración puso en su lugar son la razón por la que este programa está donde está”, agregó Grigsby.
Describió una serie de pasos que las organizaciones esperan que tome la administración entrante, incluido el aumento inmediato del límite del año fiscal actual, permitir referencias de la agencia de refugiados de las Naciones Unidas y restaurar las asignaciones basadas en la vulnerabilidad, entre otros.
Ashley Feasley, directora de políticas de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., una agencia de reasentamiento de refugiados, dijo que su organización aboga por que el equipo de Biden nombre a un coordinador de alto nivel de la Casa Blanca para coordinar las agencias federales y otras partes interesadas en la reconstrucción del programa de admisiones de refugiados.
La ambición de aumentar significativamente el límite de refugiados requerirá paciencia, indicaron el martes los funcionarios de transición. Pero el compromiso por sí solo ya ha inspirado confianza entre los grupos que trabajan rápidamente para renovar sus propios programas después de años de incertidumbre y prepararse para el día de la llegada de más refugiados.