Nota del editor: Pedro Brieger es un periodista y sociólogo argentino, autor de varios libros y colaborador en publicaciones sobre temas internacionales. Actualmente se desempeña como director de Nodal, un portal dedicado a noticias de América Latina y el Caribe. También es columnista de televisión en C5N de Argentina y en el programa “En la frontera” de PúblicoTV (España), y en la radio argentina en Radio10, La Red, La Tribu y LT9-Santa Fe. A lo largo de su trayectoria, Brieger ha recibido importantes premios por su labor informativa en la radio y la televisión de Argentina. Las opiniones aquí expresadas son exclusivas del autor.
(CNN Español) – El 31 de diciembre de cada año a las 11:59 p.m. las familias levantan las copas y se desean un “feliz año nuevo”. Pero ¿qué haremos si el año no termina? ¿Cómo definimos cuándo termina un año? Por lo general y por el calendario, en casi todo el mundo occidental y cristiano es el gregoriano el que determina un cambio de año. En realidad, es un convencionalismo, porque la vida continúa y no hay un cambio sustancial entre un 31 de diciembre y un 1 de enero.
También es cierto que algunas fechas han motivado reflexiones sobre el vínculo entre el tiempo y la historia. Pensemos por ejemplo que la disolución de la Unión Soviética en 1991, después de la caída del muro de Berlín en 1989 llevó al historiador británico Eric Hobsbawm a definir el siglo XX como un siglo “corto” que habría comenzado en 1914 –aunque para él lo más importante fue la revolución bolchevique de 1917– y finalizado en 1991. Desde ya que cada siglo dura lo mismo si lo medimos apenas con la variable del tiempo; pero los ciclos históricos no necesariamente respetan nuestros convencionalismos y la idea de un siglo “corto” marca la importancia que tuvo la Unión Soviética en la historia del siglo XX. Es interesante notar que en Estados Unidos a raíz del atentado a las Torres Gemelas hubo quienes plantearon que el siglo XX se había extendido hasta septiembre de 2001. Ante la magnitud de lo sucedido lo alargaron.
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¿Y ahora? ¿Podemos decir que el año 2020 finaliza el 31 de diciembre mientras transcurre una pandemia global? ¿O es la pandemia la que determina que este 2020 continúa?
De hecho, en numerosos países hay restricciones para las reuniones familiares de Navidad y Año Nuevo. Cómo serán de raras nuestras fiestas que el canciller de Irlanda tuvo que declarar que Santa Claus -más conocido como Papá Noel en América Latina- es un trabajador “esencial”. Lo hizo pensando más que nada en evitar que niños y niñas lo esperen ansiosamente sin que puedan mantener la distancia física de dos metros con el resto de sus familias. El razonamiento es claro, todo método de prevención sirve.
La percepción a flor de piel es que el año 2020 se extenderá hasta que se halle la cura contra el coronavirus o se vacune e inmunice a una parte importante de la población mundial. Mientras tanto, brindemos a la distancia, hasta que podamos fundirnos nuevamente en los calurosos abrazos.