(CNN) – El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, rompió públicamente el miércoles con el presidente Donald Trump, el jefe al que ha servido obsequiosamente durante cuatro años. Pence dijo en una carta al Congreso que él no puede someterse a las demandas de derrocar los resultados de las elecciones.
Pence formalizó sus puntos de vista en una carta a los legisladores, declarando que no tiene “autoridad unilateral para decidir las contiendas presidenciales” y que no podía cambiar los resultados de las elecciones.
“Es mi juicio meditado, mi juramento de apoyar y defender la Constitución me limita a reclamar autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no”, escribió.
Y así concluyó su carta: “Así que ayúdame Dios”.
Fue la última palabra de Pence antes de presidir una sesión conjunta del Congreso para contar los votos del Colegio Electoral. La sesión se interrumpió cuando una turba violenta a favor de Trump irrumpió en el Capitolio de los Estados Unidos, lo que obligó al cierre y la evacuación de Pence del edificio.
En medio del caos, Trump comenzó a tuitear su rabia contra Pence.
“Mike Pence no tuvo el valor de hacer lo que debería haberse hecho para proteger nuestro país y nuestra Constitución”, tuiteó.
Solo hizo una referencia de pasada a las turbas de sus partidarios que asaltaron el edificio del Capitolio, diciendo “apoyen a nuestra Policía del Capitolio” y “¡Manténganse en paz!” Pero no condenó la violencia.
Pence, tuiteando desde un lugar no revelado después de ser evacuado, fue más contundente.
“La violencia y la destrucción que tienen lugar en el Capitolio de Estados Unidos debe detenerse y debe detenerse ahora. Todos los involucrados deben respetar a los agentes del orden y abandonar el edificio de inmediato”, escribió.
Pence había transmitido sus puntos de vista al presidente en una reunión el martes, dijeron a CNN fuentes familiarizadas con la conversación. Pero Trump, consumido por conspiraciones y consejos legales poco sólidos, no escuchó. Ahora parece listo para desatar su ira contra un hombre que hasta ahora ha evitado con éxito ese destino.
“Espero que Mike haga lo correcto”, dijo Trump en un mitin en el Ellipse al mediodía del miércoles. “Si Mike Pence hace lo correcto, ganamos las elecciones”.
“Si no lo hace”, agregó más tarde, “será un día triste para nuestro país”.
Incluso después de que Pence emitió su declaración, Trump dijo que esperaba que su vicepresidente ignorara a “la gente estúpida” y no diera su brazo a torcer.
El rompimiento de Pence con Trump
Esta es una posición agobiante para el leal lugarteniente de Trump, que tiene sus propias ambiciones políticas que, por ahora, parecen oponerse a sus responsabilidades constitucionales. Pence ha apoyado a Trump a través de innumerables escándalos, incluidas declaraciones equívocas sobre la supremacía blanca y su juicio político. Trató de defender y reforzar a Trump con aliados extranjeros escépticos y grupos republicanos tradicionales. Su lealtad le ha valido el desdén pero, hasta ahora, lo ayudó a evitar la ira de Trump.
Incluso los asesores estrechamente alineados con Trump describen el ataque contra Pence como despreciable.
Pence llegó al Capitolio alrededor de la 1 p.m. (hora de Miami) para presidir la sesión conjunta del Congreso que formalizará la victoria del presidente electo Joe Biden sobre Donald Trump. Como presidente del Senado, su papel es puramente ceremonial: abrir los sobres, presentarlos a los “escrutadores” y al final anunciar al ganador.
Es un deber que ha intentado, sin éxito, explicarle a Trump durante varias reuniones de varias horas, comenzando a mediados del mes pasado. Durante una reunión final en la Oficina Oval el martes, Pence dejó claro nuevamente que sus poderes no le permiten bloquear la certificación de la victoria de Biden.
Pero Trump escuchó algo diferente o decidió ignorar lo que dijo Pence. Lanzó un comunicado a última hora de la noche diciendo que él y su vicepresidente estaban “totalmente de acuerdo” en que él tiene el poder de descertificar los votos.
Y el miércoles por la mañana, Trump hizo la afirmación falsa en Twitter de que Pence tiene el poder de rechazar la certificación de los estados, retrasando el proceso y finalmente dándole la victoria.
“¡Hazlo Mike, este es un momento de extrema valentía!”, escribió Trump.
Más tarde, en el mitin de sus partidarios donde criticó a los “republicanos débiles” y se quejó de “explosiones de mier**”, Trump continuó presionando a Pence, describiendo una conversación reciente con su vicepresidente.
“Acabo de hablar con Mike. Le dije: ‘Mike, eso no requiere coraje. Lo que requiere coraje es no hacer nada’”, dijo.
Lo de Trump a Pence es “vergonzoso”
Un alto funcionario de la Casa Blanca, cuyas opiniones están estrechamente alineadas con las de Trump, le dijo a CNN que lo que el presidente le hace a Pence en sus últimos días en el cargo es “vergonzoso”. Este funcionario señaló cómo Pence se ha mantenido al lado del presidente incluso en medio del escándalo de “Access Hollywood” solo para verlo volverse contra él al final.
Pence, mientras tanto, se prepara para los procedimientos del miércoles y ha aceptado que le esperan unos días difíciles, le dijeron a CNN personas familiarizadas con su pensamiento.
Pence ha reflexionado sobre formas de manifestar su apoyo al presidente mientras lleva a cabo su papel pro forma haciendo referencia a las preocupaciones de Trump sobre el fraude electoral durante el debate antes de la certificación, dijeron personas familiarizadas con el asunto. Pero después de largas reuniones con parlamentarios del Senado, la oficina del abogado de la Casa Blanca y otros expertos, Pence llegó a la conclusión de que no puede impedir el resultado final.
Aunque Pence intentó suavizar el golpe para Trump exponiendo cuidadosamente lo que puede esperar de él en el Capitolio, el presidente ha ofrecido sus propias teorías que parecen basarse en los consejos que ha recibido de un grupo cada vez más marginado de abogados y asesores, incluidos el abogado Rudy Giuliani, el abogado conservador John Eastman y el asesor comercial Peter Navarro.
El principal deseo de Trump es que Pence retrase aún más la certificación al rechazar las listas electorales de los estados, con la esperanza de volver a los tribunales.
Trump espera crear caos
“Que demanden”, le han dicho algunos de los asesores de Trump.
El presidente espera que al crear caos y dar crédito a sus afirmaciones falsas de que la elección estuvo plagada de fraudes, al menos puede dejar el cargo con sus partidarios creyendo que él fue el ganador legítimo cuya victoria fue robada.
La gente de Pence dice que no tiene planes de cumplir las órdenes de Trump. Como resultado, el presidente ha arremetido contra uno de sus ayudantes más leales con creciente fervor.
En privado, las críticas de Trump han sido incluso más contundentes que sus súplicas públicas, dijeron las fuentes. El presidente le ha dicho a la gente que salvó la carrera de Pence al seleccionarlo como vicepresidente y que Pence no sería nada sin Trump.
Aún así, Pence y las personas que lo rodean creen que no hay nada que pueda hacer, dijo una persona cercana a él.
Pocos miembros del personal de Trump dijeron que estaban sorprendidos por el giro del presidente hacia Pence, ya que ha mostrado su disposición a atacar a otros funcionarios leales, aunque muchos fueron críticos en privado.
“Nadie ha sido más leal que (Pence)”, dijo un funcionario. “Trump se vuelve contra todos al final”.