(CNN) – El miércoles al mediodía, Joe Biden se convirtió en el 46° presidente de Estados Unidos. No lo arrestaron antes. Tampoco a ninguno de los otros políticos demócratas de alto perfil que asistieron a la toma de posesión. Trump no declaró la ley marcial. Voló a Florida tranquilamente.
Y así murió una de las teorías de conspiración más duraderas y extendidas de los últimos cuatro años, organizada en cierta medida bajo la bandera del grupo conocido como QAnon. Los seguidores de la teoría de la conspiración, que se había convertido en una especie de conspiración comodín para las personas que veían a Trump como una especie de figura salvadora, se quedaron preguntando qué diablos pasó.
Entonces, ¿hacia dónde va Q ahora? ¿O se acabó? Me comuniqué con Donie O’Sullivan de CNN, quien ha estado cubriendo el movimiento para CNN, para poder responder esas preguntas y otras.
A continuación se encuentra nuestra conversación, que fue a través de correo electrónico y está ligeramente editada para una mejor lectura.
Cillizza: La creencia central de QAnon era que Trump había sido implantado por el ejército y llevaría a cabo una redada de políticos demócratas involucrados en delitos. Eso, eh, no sucedió. ¿Tienen alguna explicación?
O’Sullivan: El miércoles fue un día difícil para los creyentes de esta teoría de la conspiración. Las reacciones han sido variadas.
Algunos creyentes parecen darse cuenta de que los engañaron. Para algunos de ellos, fue la confirmación de las sospechas que tenían desde hace un tiempo. Sienten que Trump los ha traicionado.
Estuve en un evento de QAnon en Arizona en octubre y uno de los chicos que habló, un difusor importante de la teoría de conspiración, le decía a la audiencia que tuviera paciencia, que aunque la teoría de la conspiración ya tenía tres años para ese momento y la gran redada de políticos demócratas no había sucedido, sucedería, y todo estaría bien después de la reelección de Trump.
Los tipos así, que tienen cuentas en las redes sociales y venden productos de QAnon para sacar provecho de la teoría de la conspiración, ya están ideando formas para hacer avanzar la teoría de la conspiración. Algunos incluso están tratando de decir que Biden es en realidad un integrante de QAnon.
El impacto del asalto al Capitolio
Cillizza: ¿Qué tanto (o qué tan poco) se vio afectado Q por el asalto del 6 de enero, en el que sus seguidores parecían jugar un papel importante? ¿Se perjudicó a sí mismo?
O’Sullivan: El 6 de enero fue la manifestación física de la turba que existe en línea.
El tipo con los cuernos en la cabeza que está en todas las fotos del Capitolio y fue arrestado era un gran creyente de QAnon. También estuvo en ese evento en Arizona, y lo vi afuera del mitin de Trump en Dalton, Georgia, dos días antes de la insurrección.
Muchos de estos tipos realmente pensaron que podrían salirse con la suya haciendo esto porque creían en la teoría de la conspiración y creían que estaban haciendo lo que Trump quería que hicieran.
Creo que verlos ahora arrestados y eventualmente procesados envía un mensaje a los seguidores de QAnon de que no pueden actuar con impunidad. Aunque también va a crear algunos mártires de QAnon.
Cillizza: ¿Es Trump todavía defendido como un héroe Q? ¿O el hecho de que no cumplió la promesa que le habían hecho?
O’Sullivan: Eso todavía está por verse. Los seguidores de QAnon están tratando de encontrar una narrativa en este momento. En unas pocas semanas, si Trump encuentra una plataforma que lo vuelva a tener en línea y comienza a difundir más desinformación y odio, podría volver a ser el favorito de QAnon.
La pregunta más importante de todas sobre QAnon
Cillizza: Y ahora la gran pregunta sobre Q: ¿Está muerto el movimiento? ¿O se reorganizará en torno a otra conspiración y seguirá viviendo?
O’Sullivan: Esta es la pregunta más importante.
En nuestra historia publicada hoy, hablamos con un tipo que dice que no es seguidor de QAnon, pero sí defiende algunas de sus teorías de conspiración.
Me lo encontré en las primeras horas de la mañana del miércoles en Washington y estaba repitiendo una conspiración popular entre los seguidores de QAnon de que Trump detendría la toma de posesión de Biden usando la ley marcial.
También dijo que las elecciones habían sido robadas y que los radicales de izquierda fueron los responsables de la violencia aquí el 6 de enero.
Volví a hablar con él tras la toma de posesión, cuando la realidad se estaba asentando. Si bien aceptó que estaba equivocado sobre la ley marcial, para él las mentiras sobre las elecciones robadas y los radicales de izquierda seguían siendo la verdad.
Y posiblemente hay millones de estadounidenses que han sido adoctrinados en teorías de conspiración, y eso no va a desaparecer solo porque Biden sea el presidente.
Podría empeorar aún más para algunos ahora que las principales plataformas de redes sociales están expulsando a muchas cuentas de QAnon (al menos por ahora), lo que obliga a algunos creyentes a irse a los rincones más oscuros de Internet, donde verán teorías más descabelladas y podrían radicalizarse aún más.
Creo que uno de los grandes desafíos en 2021 es cómo Estados Unidos manejará ese tema. Tenemos un problema de radicalización interna cuyo núcleo es la desinformación.