(CNN Español) – El grupo de trabajo Lava Jato dejó de existir en Paraná, Brasil. El Ministerio Público Federal de ese estado informó este miércoles que desde el 1 de febrero se integró al Grupo de Acción Especial de Combate al Crimen Organizado (Gaeco) de esa entidad, “con el objetivo de continuar el trabajo”.
Durante casi siete años de lucha contra la corrupción, entre otras acciones, el grupo que investigó el caso conocido como Lava Jato desarrolló 79 fases, 1.450 órdenes de allanamiento e incautación, 211 conductas coercitivas, 132 preventivas y 163 órdenes de detención temporales. Además, recabó materiales y pruebas que sustentaron 130 denuncias contra 533 imputados, que generaron 278 condenas, informó el Ministerio Público brasileño en un comunicado.
Todo comenzó el 17 de marzo de 2014, cuando la operación investigó supuestos delitos financieros cometidos por cuatro organizaciones delictivas lideradas por cambistas de divisas.
Las investigaciones permitieron descubrir otros delitos y dieron lugar a otras dos operaciones más en Curitiba: Piloto e Integración.
La primera, lanzada en septiembre de 2018 a partir de testimonios de colaboradores vinculados con la empresa Odebrecht, reveló un esquema de lavado de activos y pago de sobornos destinados a favorecer al consorcio liderado por la constructora brasileña en la licitación de una carretera. En diciembre de 2016, ante una corte federal de Estados Unidos, Odebrecht se declaró culpable de pagar sobornos a funcionarios de varios gobiernos en el mundo. Además acordó pagar una penalidad de por lo menos US$ 3.500 millones, informó entonces el Departamento de Justicia de ese país.
‘Todavía queda mucho trabajo’, dice coordinador de la unidad Lava Jato
La operación Lava Jato llevó a prisión a empresarios y a funcionarios públicos. Entre ellos, el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva. Al exmandatario lo condenaron en dos oportunidades y ha reiterado su inocencia por los cargos que se le imputaron. Recuperó su libertad tras apelar ante el Tribunal Supremo.
La labor realizada por Lava Jato tuvo ramificaciones fuera del país, unas de las más notables en Perú. Allí, el expresidente Alan García se suicidó cuando lo iban a detener en el marco de una investigación en su contra por los presuntos delitos de lavado de activos y colusión agravada. Él siempre negó las acusaciones.
“El legado de la fuerza de tarea Lava Jato es innegable y loable considerando los avances que hemos logrado en la discusión de temas tan importantes y queridos por la sociedad brasileña. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo que, de ser permitido, permitirá revertir efectivamente la lucha contra la corrupción en beneficio de la sociedad”, manifestó Alessandro José de Oliveira, coordinador de la unidad Lava Jato en el Gaeco, según declaraciones incluidas en el comunicado del Ministerio Público.