(CNN Business) – “Esta es la definición de difamación”. Eso le dijo la analista legal senior de CNN Laura Coates a Erin Burnett el jueves por la noche cuando discutió la demanda por difamación de US$ 2.700 millones de Smartmatic contra Fox News, tres de los presentadores de la cadena (Lou Dobbs, Maria Bartiromo y Jeanine Pirro), Rudy Giuliani y Sidney Powell.
“Cuando haces declaraciones que son deliberadamente falsas, y las haces con malicia, y en realidad empañas una reputación y eso tiene consecuencias financieras, es por eso que tienes demandas por difamación en primer lugar”, dijo Coates, explicando la seriedad de la demanda.
Coates no es la única que cree que la demanda de Smartmatic representa una amenaza real para Fox. El profesor de derecho de medios de la Universidad de Georgia, Jonathan Peters, señaló en Twitter que “la ley de difamación dificulta que prevalezca cuando el demandante es una figura pública y/o cuando el discurso involucra un asunto de interés público. De varias maneras, estos serán temas clave en litigio.” Pero Peters agregó que creía que el “dinero inteligente” está en Smartmatic.
Ese parecía ser el consenso general entre los expertos legales que comentaron sobre el caso el jueves.
A pesar de que Fox describió la demanda como “sin mérito”, Powell la calificó de “maniobra política” y Giuliani dijo que esperaba con ansias las pruebas, la mayoría de los expertos legales creían que tenía algo de fuerza.
“Esta demanda es una amenaza legítima, una amenaza real”, dijo Ellie Honig, analista legal de CNN. “Hay un dientes de verdad en esto”.
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Y Roy Gutterman, quien dirige el Centro Tully para la Libertad de Expresión en la Universidad de Syracuse, se hizo eco de The Washington Post: “Esta denuncia establece una narrativa convincente en sus más de 270 páginas. Sin duda será interesante ver cómo los acusados enmarcan sus respuestas”.
Esta no es una demanda por perjuicios
Brian Stelter escribe: “Las demandas por difamación contra organizaciones de medios generalmente se presentan en una pendiente resbaladiza. Los periodistas tienen buenas razones para estar preocupados por este tipo de casos. Y las demandas por perjuicios contra las salas de redacción son un problema real.”
“Pero creo que es seguro decir que la acción de Smartmatic contra Fox no es una demanda por perjuicios y tiene poco que ver con las noticias. Va a ser difícil para Fox envolver a sus anfitriones con una bandera de libertad de prensa. Este caso se trata de profesionales del espectáculo que dieron azuzaron las mentiras en un intento desesperado por mantener a Trump en el poder”.
“La desinformación tiene rienda suelta en este momento”
Cuando hablé con el abogado de Smartmatic, Erik Connolly, de la fama del “cieno rosado”, sobre el caso, lo presioné sobre si le preocupaba que su demanda pudiera sentar un precedente que finalmente podría dañar libertades de prensa.
Su respuesta fue que la demanda sería beneficiosa para las organizaciones de noticias legítimas.
“Creo que es el tipo de caso que hay que presentar ahora mismo para intentar alejarnos de la desinformación”, me dijo Connolly. “La desinformación tiene rienda suelta en este momento. Este tipo de caso puede ser un tiro al arco que los tribunales pueden ofrecer que dice: ‘Volvamos a la realidad. Volvamos a los informes fácticos’”.
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Un mundo de personas “diciendo mentiras descaradas”
Stelter escribe: “Me llamó la atención algo que Roberta Kaplan, una abogada que representa al autor E. Jean Carroll, le dijo a The New York Times. Carroll está demandando a Trump por difamación. Kaplan ‘declaró que la profusión de circunstancias de difamación asociadas con el presidente fue notable, ‘ya que existe la percepción de que tales casos son difíciles de ganar’”.
“‘Lo que ha cambiado’, dijo Kaplan, ‘y la razón por la que estamos viendo muchos más casos de difamación hoy que nunca, es porque, francamente, estamos viviendo en un mundo en el que las personas con legitimidad y autoridad parecen no sentir remordimiento alguno por decir mentiras descaradas’”.
“En parte, esta es la razón por la que otros expertos legales dicen que Smartmatic tiene un argumento sólido: las mentiras son explícitas y fáciles de desacreditar. Y es por eso que puede que no sea tan difícil probar que Fox y sus presentadores sabían, o deberían haber sabido, que estaban diciendo mentiras, que es el estándar de ‘malicia real’ que las figuras públicas tienen que cumplir en los casos de difamación…”.
Las mentiras tienen consecuencias
Es crucial señalar las consecuencias que la gran cantidad de teorías de conspiración impulsadas contra Smartmatic han tenido para la compañía.
En su demanda, Smartmatic detalló algunas de las ramificaciones: una ola de amenazas contra sus empleados, un “aumento meteórico” en los ciberataques y cientos de millones de dólares en pérdidas de ingresos proyectadas.
El director ejecutivo y fundador, Antonio Mugica, me dijo que “no había otra opción” para la empresa que presentar la demanda. “La campaña de desinformación que se lanzó contra nosotros es devastadora. Para nosotros, esto es existencial y tenemos que actuar”.