Ottawa, Canadá (CNN) – Como la mayoría de las personas mayores en Canadá, David y Carol Green han sido pacientes e incluso estado de buen humor ante las olas pandémicas que los han mantenido confinados a sus casas durante casi un año.
Pero su paciencia, si no su sentido del humor, se está agotando. Dicen que aún no tienen idea de cuándo recibirán esa importante “inyección en el brazo” y una oportunidad de volver a una vida normal.
“Por un lado, intentas ser razonable, y luego, por el otro, estás gritando como loca y diciendo … ya sabes, ‘¿qué pasa aquí, por qué no estamos haciendo otra cosa?’”, dijo Carol mientras su esposo David asentía con la cabeza desde su casa en Stouffville, Ontario, en las afueras de Toronto.
El Gobierno de Canadá pensó que podría pagar para participar en la carrera global de las vacunas y por su camino de regreso a la vida normal. Pero a medida que su suministro de vacunas se redujo a un mínimo en febrero, Canadá permanece al margen de esa carrera a pesar de haber comprado más dosis de vacunas per cápita que, probablemente, cualquier otro país de la Tierra.
En apariencia, Canadá tuvo un comienzo adelantado en la compra de vacunas en abril del año pasado, aunque el gobierno dice que no pudo convencer a ninguna compañía para que las produjera en suelo canadiense. Y, en última instancia, fue el cronograma –el hecho de que los fabricantes no dieron prioridad a Canadá para las dosis este invierno– lo que selló el destino de millones de canadienses que aún esperan recibir una vacuna.
“No hemos escuchado nada sobre lo que nos depara el futuro cercano, aparte del hecho de que podríamos ver algunos suministros llegando al país en abril, y eso es algo muy frustrante para mí”, dijo David a CNN.
Hasta la fecha, dicen funcionarios canadienses, se han administrado casi 1,2 millones de dosis, vacunando a menos del 3% de su población, una fracción de las dosis administradas en Estados Unidos y el Reino Unido. Y ahora también se está quedando atrás de la mayoría de los países europeos.
En comparación, EE.UU. ha vacunado a por lo menos el 10% de su población y el Reino Unido a casi el 20%. Los canadienses tienen vínculos estrechos con personas en esos dos países y muchos han comenzado a saber de amigos y familiares que han sido vacunados o tienen una cita para eso.
Como enfermera jubilada, Carol es muy consciente de que las variantes nuevas y altamente transmisibles acechan a las personas mayores y que la necesidad de vacunas es cada vez más urgente.
“Esta pandemia es algo tan inmenso y nadie ha tenido que hacer esto antes, y se trata simplemente, simplemente de solucionar problemas todo el tiempo, y me doy cuenta de eso desde un punto de vista lógico”, dijo Carol. “Pero hay una parte emocional y eso es difícil, es realmente difícil, porque te cuestionas a ti mismo, cuestionas a otras personas en el poder y dices, ‘bueno, ¿cómo es que lo están haciendo mejor allí y no lo estamos haciendo mejor aquí? y ¿por qué no nos estamos vacunando?’”.
Carol dice que aunque gozan de buena salud, es cada vez más difícil aceptar que no hay un cronograma preciso de cuándo recibirán su vacuna.
¿Dónde están las vacunas de Canadá?
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, mantiene su promesa: todos los canadienses que quieran una vacuna la recibirán en septiembre.
Para cumplir con esa promesa, Canadá dice que ha comprado casi 400 millones de dosis de siete fabricantes de vacunas. Hasta la fecha, solo las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna han sido autorizadas para su uso en Canadá.
Si bien Canadá dice que ha gastado casi mil millones de dólares para comprar esas vacunas, el país no ha estado al frente de la línea para recibirlas.
Tanto Pfizer-BioNTech como Moderna han ralentizado significativamente las entregas a Canadá después de una combinación de retrasos en la fabricación y demandas de Europa, donde Canadá adquiere sus dosis, para restringir las exportaciones de vacunas sujetas a la aprobación europea.
Canadá no intentó obtener ninguna dosis de vacuna desde EE.UU. después de que la administración de Trump indicara que no permitiría la exportación de ninguna vacuna.
“La turbulencia semana tras semana que estamos viendo es motivo de preocupación y la estamos observando de cerca y nos mantenemos en ello”, dijo Trudeau la semana pasada durante una conferencia de prensa. “Pero permítanme asegurarles a las personas que todavía estamos muy bien encaminados, como prometimos, de recibir esos seis millones de dosis para finales de marzo, porque eso es lo que los presidentes ejecutivos de las vacunas me siguen diciendo, y estoy feliz de tranquilizar a los canadienses al respecto”.
Para Canadá, las vacunas podrían ser abundantes en la primavera, pero con meses de retraso para ayudar a los vulnerables que aún están refugiados y temen a las nuevas variantes del virus.
“La conclusión es que cada retraso es la pérdida de vidas, y esa es lo trágico de todo”, dijo Jillian Kohler, profesora de la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de la Universidad de Toronto y asesora de la Organización Mundial de la Salud. “Esto no es algo por lo que podamos simplemente sentarnos y decir, ‘oh, no pensamos en esto’ o ‘no sabíamos que la fabricación de vacunas es compleja y se producen retrasos’, pero la realidad es cuando desaceleramos (la vacunación) hay vidas que se pierden sin necesidad y eso es inaceptable”.
Con las pocas vacunas que se han entregado, Canadá ha priorizado los centros de atención a largo plazo, lugares en los que el covid-19 ha cobrado un precio mortal.
El gobierno también ha realizado un esfuerzo impresionante para vacunar a comunidades remotas e indígenas donde faltan servicios de salud. El gobierno indicó esta semana que en algunos puestos de avanzada del norte del país, más del 90% de la población adulta ya había sido vacunada.
Esto puede salvar vidas, pero a corto plazo no cambiará la vida de la mayoría de los canadienses.
La profesora Kohler dice que en lugar de “acumular” vacunas, el Gobierno de Canadá debería haberse dado cuenta hace meses de que sin ninguna capacidad de fabricación nacional, estaría a merced de los fabricantes y de una feroz competencia mundial por las dosis.
“Tener la soberanía de las vacunas es fundamental. Depender de las exportaciones para las necesidades críticas de salud no tiene sentido, francamente, cuando miramos las tendencias del nacionalismo”, dijo.
Canadá firmó un acuerdo tentativo con la firma estadounidense de vacunas Novavax para producir millones de dosis de su vacuna candidata contra el covid-19 en una instalación en Montreal. Pero esa producción probablemente no comenzará hasta finales de este año como muy pronto.
Los Green dicen que leen las noticias y comprenden las dificultades, pero este mes se perderán el octavo cumpleaños de su nieta y dicen que “eso duele”.
“Sí, sí, absolutamente, porque siento que realmente nos estamos quedando atrás, por así decirlo, ¿sabes?”, dijo Carol. Y agregó que, al igual que las vacaciones de Navidad, celebrarán el cumpleaños virtualmente.