(CNN) –– Joe Ligon, quien se considera es el menor condenado a cadena perpetua más longevo de EE.UU. y que lleva el mayor tiempo en prisión, salió de una cárcel de Pensilvania después de pasar casi siete décadas tras las rejas.
Ligon fue encarcelado en febrero de 1953 cuando tenía 15 años. Lo condenaron a cadena perpetua tras declararse culpable de cargos relacionados a un robo y apuñalamiento en Filadelfia con otros cuatro adolescentes. El crimen dejó seis heridos y dos personas muertas, identificadas por el diario Philadelphia Inquirer como Charles Pitts y Jackson Hamm.
“Me atraparon, en términos de estar en las calles”, dijo Ligon a CNN después de su liberación la semana pasada.
Una audiencia de culpabilidad declaró a Ligon responsable de dos cargos de asesinato en primer grado, y Ligon admitió haber apuñalado al menos a una de las ocho personas agredidas ese día. Sin embargo, su abogado Bradley Bridge le dijo a CNN que su cliente sostiene que nunca mató a nadie.
“El niño que cometió esos delitos en 1953 ya no existe. La persona que salió de prisión en 2021 tiene 83 años. Ha crecido, cambiado y ya no es una amenaza”, dijo Bridge. “Él ha retribuido ampliamente a la sociedad por el daño y los perjuicios que causó. Y ahora, es apropiado que pase los últimos años de su vida en libertad”, completó el abogado.
“Ahora soy un adulto”, dijo Ligon. “Ya no soy un niño. No solo soy un hombre adulto, soy un hombre mayor y envejezco cada día”, añadió.
Ahora bien, el camino de Ligon hacia la libertad ha sido largo.
En la década de 1970, Ligon y sus cómplices obtuvieron la opción del indulto del gobernador de Pensilvania. Aunque dos de los hombres optaron por aceptar la oferta, el indulto significaba estar en libertad condicional. Algo que Ligon rechazó.
Joe Ligon rechazó la libertad condicional
Ligon también rechazó otra oferta de libertad condicional en 2017, después de que un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos lo hiciera elegible.
Un año antes, en 2016, el alto tribunal había decidido que el caso Miller vs. Alabama ––un fallo de 2012 en el que las sentencias de por vida para menores condenados sin la posibilidad de libertad condicional se consideraron ilegales–– debería aplicarse retroactivamente. La decisión volvió a condenar a Ligon a 35 años a cadena perpetua. Pero, lo hizo elegible para la libertad condicional ya que había estado en prisión por más de 60 años.
Aún así Ligon declinó la oferta nuevamente. Según dijo, que la libertad condicional no le otorgaría la libertad que deseaba después de décadas en prisión.
“La junta estatal de libertad condicional presumiblemente lo habría puesto en libertad. Pero, con la condición de que estuviera bajo su supervisión por el resto de su vida”, explicó Bridge. “Él eligió no buscar la libertad condicional bajo esos términos”, añadió.
Bridge, quien ha representado a Ligon durante 15 años, argumentó en última instancia que es inconstitucional una sentencia de cadena perpetua obligatoria por un crimen que Ligon cometió cuando era menor de edad. Después de una audiencia fallida en la corte de apelaciones intermedia de Pensilvania, Bridge logró llevar el caso a la corte federal. Allí ganó el asunto en noviembre de 2020, lo que finalmente otorgó a Ligon la libertad bajo sus propios términos en 2021.
Ahora que Ligon está fuera de la cárcel, ha comenzado su trabajo de reingreso a la sociedad.
John Pace, un exrecluso y actual coordinador de reingreso para el Proyecto de Sentencia y Reingreso de Jóvenes (YSRP, por sus siglas en inglés) con sede en Filadelfia, dijo que ha estado trabajando con Ligon para ayudarlo a enfrentar la vida fuera de prisión.
Pace tenía solo 17 años cuando fue encarcelado por atracar y agredir a un hombre. Pasó los siguientes 31 años en la cárcel. Después de salir en libertad, Pace dijo que sintió una especie de malestar tras haber sido expuesto repentinamente a su nueva realidad.
Llegar a un nuevo mundo
“Estás en un ambiente carcelario donde no hay mucha estimulación. No se te permite tener contacto con la gente. Tus interacciones son muy limitadas. Por lo tanto, no hay mucha estimulación”, sostuvo Pace. “Así que ahora que sales de la cárcel e imaginas todo esto, puedes hacer lo que quieras ahora. ¿Y qué haces con eso?”, agregó.
Bridge, Pace y varios otros han estado trabajando con Ligon para sortear el impacto de entrar en un nuevo mundo.
Este esfuerzo incluyó encontrarle una vivienda a Ligon a través de atención domiciliaria. Ha estado viviendo con una familia de Filadelfia, que ha desempeñado un papel en la asistencia en el proceso de reingreso.
“Siempre habrá gente que piense que Joe debería estar en la cárcel por el resto de su vida”, dijo Pace. “Joe tiene control sobre cómo demuestra quién es hoy. Y espera que eso sea suficiente para ayudar a otras personas a darse cuenta de cómo está tratando de ayudar a otros a usar un mejor juicio”.
Ligon dijo que quería que otros aprendieran de su experiencia.
“Tengo muchas ganas de complacer a la gente y ayudar a las personas de la forma en que me están ayudando a mí”, señaló. Y agregó: “Conocer a algunos de la generación más joven, a algunos de los mayores y a algunos de los periodistas… para compartir algo de mi historia “.
Cuando se le preguntó cómo era estar de regreso en el mundo un día y medio después de su liberación, Ligon lo resumió así:
“Hermoso”, dijo. “Hermoso”.