(CNN Español) – Bill Gates es una figura mundial porque es uno de los pioneros de las computadoras personales. Uno de los hombres más ricos del mundo, uno de los mayores filántropos del mundo. Y es una figura del momento porque está en el centro de la lucha contra la pandemia del coronavirus y el cambio climático a nivel mundial.
Según el más reciente ranking de riqueza de la revista Forbes, Bill Gates tiene una fortuna de 111.000 millones de dólares. Eso es más que la economía de varios países latinoamericanos juntos. Pero lo más interesante es que, a diferencia de muchos otros magnates, Gates se ha comprometido a donar la mayor parte de su fortuna para obras de caridad.
La Fundación Bill y Melinda Gates ya ha donado unos 54.800 millones de dólares a causas filantrópicas desde 1994, según datos de la revista especializada Chronicle of Philatropy. En años recientes, la Fundación Gates se ha dedicado principalmente a ayudar a curar enfermedades en los países más pobres del mundo y tratar de prevenir epidemias. Ya en el 2015, Gates hizo una charla en la plataforma TED titulada “No estamos preparados para la próxima pandemia”. Y lamentablemente tuvo razón. Ahora, según sus propios cálculos, lleva donados más de 1000 millones de dólares en vacunas y equipos sanitarios para ayudar a combatir la pandemia, principalmente en los países más pobres. Y también ya en el 2010, Gates había hecho otra charla en TED previniendo sobre la amenaza del cambio climático. Ahora acaba de escribir un libro titulado “Cómo evitar un desastre climático” que lleva el subtítulo “Las soluciones que ya tenemos y los avances que aún necesitamos”.
El libro dice que los planes actuales para reducir el cambio climático, incluso si se cumple con el Acuerdo de París para reducir los gases de efecto invernadero, no van a alcanzar para evitar una catástrofe. Según Gates, hay que apostarle mucho más a las energías alternativas y, sobre todo, a la innovación. Él propone reducir los gases de efecto invernadero a cero, porque incluso los planes más ambiciosos para reducir estas emisiones ahora apenas sirven, dice él, para postergar el problema.
Para explicar por qué los acuerdos mundiales actuales para disminuir las emisiones de estos gases no son suficientes Gates usa el ejemplo de una bañadera: una bañadera que se está llenando de agua. Podemos reducir el flujo de agua del grifo, pero si sigue saliendo el agua, tarde o temprano la bañadera se va a llenar y el agua va a rebalsar.
En la entrevista le preguntamos sobre sus advertencias sobre el cambio climático, sobre si México y otros países petroleros se van a beneficiar o perjudicar si siguen invirtiendo en petróleo y sobre cómo ve el futuro de América Latina.
Además, le pregunté sobre la pandemia, por supuesto. ¿Cuánto van a tardar las vacunas en llegar masivamente a América Latina? Y también le pregunté sobre las teorías conspirativas sobre él, según las cuales supuestamente le está metiendo chips en las vacunas para poder saber dónde está la gente o para tener un control de la gente. Le pregunté de dónde salen estos disparates y quién los está propagando.
Les cuento que la oficina de prensa de Gates me dio la entrevista para las 12:45 del mediodía y a las 12 cuarenta y cinco coma cero cero cero, más puntual imposible, Bill Gates apareció en la pantalla y se sentó en la silla.
Andrés Oppenheimer: Señor Gates, muchas gracias por estar con nosotros. Antes de hablar de la pandemia de las vacunas contra el coronavirus, hablemos de su nuevo libro titulado “Cómo evitar un desastre climático”. Desde que usted escribió buena parte de ese libro han pasado cosas: tenemos un nuevo presidente de los Estados Unidos. Y una de las primeras cosas que hizo el presidente Biden fue volver a integrar a Estados Unidos al Tratado de París sobre el cambio climático. Entonces la pregunta: ¿alcanza eso para evitar un desastre climático? O por lo menos después de esa decisión del gobierno de Estados Unidos, ¿estamos por lo menos en camino a resolver este problema?
Bill Gates: Bueno, el Acuerdo de París es un elemento necesario para que los países se unan y se comprometan entre ellos a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero eso de ninguna forma es suficiente. Ahora bien, nosotros reconocemos que hacer las cosas de forma sustentable o amigable con el medio ambiente es mucho más costoso. De manera que necesitamos innovar para que los costos del cemento sostenible o del acero sostenible sean casi los mismos que el acero y el cemento que fabricamos hoy en día. Mientras el costo de las opciones sostenibles siga siendo mucho mayor, no vamos a poder convencer a los países de ingreso medio como India, que deben optar por alternativas sostenibles, porque ellos primero deben pensar en proporcionarles vivienda, aire acondicionado y otras necesidades básicas a sus ciudadanos. Además, ellos no han sido los principales causantes del problema ambiental que tenemos en el mundo. Así que mi libro dice que es verdaderamente esencial que encontremos soluciones innovadoras para reducir en un 95 por ciento el costo adicional de hacer las cosas de manera sustentable.
Andrés Oppenheimer: Antes de entrar en más detalles, déjeme preguntarle, ¿cómo es que usted se interesó en el tema del cambio climático? Porque yo sé que usted sigue esto desde hace décadas, pero leí que se metió más a fondo en el tema en el 2015, después de que se hizo una campaña dura que lo criticaba a usted por sus inversiones en energías fósiles y que eso lo motivó a ser más activo en el tema. ¿Fue así o cómo fue eso?
Bill Gates: Sí, todo comenzó cuando comencé a viajar frecuentemente a África después del año 2000, para supervisar el trabajo de la Fundación Gates, que se centra principalmente en temas de salud. Y lo que vi allí es que prácticamente no había electricidad y ya sabes, queremos que sus economías se desarrollen. Y entonces pensé que debía aprender sobre cómo ayudar a generar ese avance y cómo estas preocupaciones sobre el cambio climático podrían limitar ese avance. Y tuve la suerte de poder reunirme con varios expertos y para el año 2010 ya sabíamos que el cambio climático representaba un problema mayúsculo. Yo tengo dos charlas TED en las que trato de invitar al mundo a evitar los grandes problemas que se vienen. Una es la charla TED de 2010 en la que hablo del cambio climático y la otra mucho más famosa, titulada literalmente “No estamos listos para la próxima pandemia”. Estos son temas en los que me gustaría que los gobiernos invirtieran más para evitar el daño económico y sanitario que causan estas dos amenazas. ¿Y sabes? Me alegran los avances que se han hecho en el tema de cambio climático, porque creo que la gente está comenzando a prestarle más atención.
Las playas de Miami “desaparecerán por completo”, dice Gates
Andrés Oppenheimer: Usted dice en el libro que si no hacemos nada y cito textualmente “el cambio climático seguirá empeorando y su impacto en la humanidad seguramente será catastrófico”. Concretamente, ¿cuán catastrófico sería el cambio climático si no hacemos nada drástico ahora?
Bill Gates: Sí, a medida que avanza el tiempo en este siglo, los efectos sobre las muertes y la estabilidad serán mucho peores a los que tuvimos con la pandemia en su peor momento. Lamentablemente, la gente que sufrirá las peores consecuencias es casi en su totalidad la gente en países pobres en los que no podrán trabajar a la intemperie por las altas temperaturas y no tendrán cultivos por varios años, por lo que tendrán problemas de desnutrición y hambruna. Los países en vías de desarrollo se volverán mucho menos estables, así que estos pueblos, estos países que fueron los que menos culpa tienen por el daño al medio ambiente en el mundo, serán los que lleven la peor parte.
Andrés Oppenheimer: Usted dice que sería peor que la pandemia de coronavirus, pero ¿cuanto peor? Porque usted usa la palabra “catástrofe”, que es una palabra fuerte, muy fuerte. ¿Qué quiere decir cuando habla de catástrofe? ¿Nos puede dar una idea concreta de cuán catastrófico sería, qué pasaría?
Bill Gates: Bueno, habrá partes del planeta que se volverán básicamente inhabitables, como la zona del Ecuador, donde mucha gente vive hoy en día. Habrá lugares cerca de los océanos en que el elevamiento del nivel del mar va a arrasar completamente, como Miami, por ejemplo, que se verá muy distinto a como se ve hoy en día. Lamentablemente, esas playas desaparecerán por completo porque tienen una base de piedra caliza y no puedes simplemente construir diques como en Amsterdam para evitar el avance del agua. También tendremos incendios forestales. Muchos ecosistemas naturales van a desaparecer permanentemente, como los arrecifes de coral. Así que estamos hablando de algo muy amplio, pero son los más pobres quienes no podrán cosechar suficientes alimentos y entonces tratarán de emigrar y se morirán de hambre.
Andrés Oppenheimer: Bueno, ya que usted trajo a colación Miami, yo estoy en Miami y le estoy hablando desde Miami. ¿En cuánto tiempo vamos a estar inundados acá en Miami si no hacemos algo? ¿Y qué habría que hacer?
Bill Gates: Es algo que ocurre gradualmente, como sabes, pero empeora año tras año. Tú lo sabes estando en Miami: tienes períodos en los que la marea sube cuando se dan ciertas condiciones climáticas y cada año el nivel del mar subirá más y más, siempre un poco más arriba. Y al final del siglo llegaremos a niveles muy, pero muy dramáticos. Yo amo las playas de Miami. Es tan hermoso y hay tanta energía en todo el tipo de gente allí que no puedo menos que pensar: ¡Guau, todo esto va a desaparecer! No está al tope de la lista de las cosas más terribles que veremos por culpa del cambio climático. Pero es algo que todos podemos palpar, es algo que nos es cercano.
Andrés Oppenheimer: ¿Qué hubiera pasado si el expresidente Trump hubiera ganado las elecciones o hubiera logrado revertir el triunfo del presidente Biden como él quería y Estados Unidos no hubiera vuelto al Tratado de París del cambio climático?
Bill Gates: El rol de Estados Unidos en temas de cambio climático es muy, pero muy importante. Durante el gobierno de Donald Trump se redujeron los esfuerzos de investigación y desarrollo para asuntos climáticos. Ahora, con el presidente Joe Biden, espero que se aumente dramáticamente ese presupuesto de investigación y desarrollo en temas de cambio climático.
Alejarse de los combustibles fósiles
Andrés Oppenheimer: Hablemos un poco de las soluciones. Porque usted dice en el libro que las energías renovables, como la energía eólica o la energía solar, pueden ayudar a solucionar el problema, pero que no van a ser suficientes. Entonces, ¿qué habría que hacer?
Bill Gates: Bueno, lo primero que tenemos que hacer es generar conciencia de que las emisiones de gases de efecto invernadero vienen de diferentes actividades. Mucha gente sabe que los automóviles son parte del problema y que la generación de electricidad también es parte del problema. Pero esas dos actividades juntas no suman ni la tercera parte del problema total. Tenemos que tomar en consideración también otras actividades industriales, como la producción de acero y cemento. Y en lo que se refiere a transporte, tenemos a los aviones y los barcos que representan un problema mucho, mucho más difícil de resolver. Pero la cantidad de investigación y trabajo que hay que hacer en los aspectos más difíciles de resolver ha sido muy, muy baja. Se necesita desarrollar un plan real y generar un interés realmente alto en la meta de llegar a cero emisiones de gases de efecto invernadero. Y mi libro tiene como objetivo decir: de acuerdo, trabajemos en un plan integral que incluya las áreas más difíciles de resolver.
Andrés Oppenheimer: Pero, ¿qué pasaría entonces con los países petroleros como Venezuela, Colombia o incluso México? ¿Qué va a pasar con los países petroleros de todo el mundo si reducimos drásticamente el uso del petróleo y los combustibles fósiles? Porque México, por ejemplo, está invirtiendo ahora mismo en petróleo, en refinerías. ¿Tiene sentido eso?
Bill Gates: Bueno, todavía faltan 30 años para llegar al 2050 y aún dependemos de la gasolina para que la gente llegue a sus trabajos. Ya sabes, para mover la economía. ¿Qué tan rápido podemos reducir ese consumo de gasolina? No estamos seguros, pero sí, los países tendrán que irse alejando poco a poco de la expectativa de hacer mucho dinero vendiendo petróleo o gas natural. Y ese será un reto para el medio ambiente, para Rusia, para Nigeria, para México. De hecho, Venezuela en realidad no está exportando mucho petróleo hoy en día. Pero ya sabes, 30 años con suerte, es un tiempo suficiente para transferir esos empleos hacia otras áreas y eso podría generar un beneficio geológico inesperado en nuevos empleos, porque la gente tendrá que adaptarse.
“El sistema educativo en México es muy débil”
Andrés Oppenheimer: ¿Qué consejo le daría usted al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, si lo tuviera enfrente en este momento? ¿Qué le diría que haga para que México crezca más y mejor?
Bill Gates: Bueno, indudablemente el sistema educativo es la primera clave para desarrollar un país o la inteligencia de su gente. México tiene lugares como el Instituto Tecnológico de Monterrey, en el que se forman ingenieros de clase mundial. Pero hablando en términos más generales, el sistema educativo en México es muy débil, por ejemplo, en cuanto a la rendición de cuentas de los maestros con relación al nivel económico de México. Y tener un buen sistema educativo es mucho más importante que sacar petróleo del subsuelo. Después de todo, un buen sistema educativo te permite tener ciudadanos informados, con vidas plenas. La educación representa más que el dinero. Así que México puede tener un futuro muy brillante sin el petróleo, porque su principal recurso es su gente.
Andrés Oppenheimer: Al margen de lo que hagan los gobiernos, los países, ¿qué podemos o qué deberíamos hacer nosotros los ciudadanos para evitar el desastre climático del que usted habla? Se lo pregunto porque yo, por ejemplo, tengo una hermana que lleva su propio bolso de compras al supermercado para no usar las bolsitas de plástico que le dan. Y bueno, cada vez que el cajero quiere darle una bolsita de plástico le da un sermón sobre cómo las bolsitas de plástico contaminan los océanos y matan los peces. Este tipo de acciones individuales, para usted, ¿sirven para algo? ¿O cómo deberíamos los ciudadanos usar nuestras energías para tratar de cambiar las políticas públicas así, o activando políticamente o escribiéndole a nuestros legisladores? ¿Qué tendríamos que hacer como ciudadanos?
Bill Gates: Bueno, de lejos lo más importante es que hagas escuchar tu voz para poder influenciar las políticas del gobierno. Por ejemplo, si quieres cuidar y preservar los bosques de la Amazonía, no sé si un individuo sólo pueda hacerlo. El gobierno es el que tiene que hacerse cargo de ese problema. Si quieres cambiar la forma en que generamos electricidad, el gobierno es el que tiene que hacerse cargo de eso. Los consumidores, más allá de pronunciarse con su voz y voto, también pueden hacer una diferencia.
Comprar coches eléctricos y comer carne artificial
Andrés Oppenheimer: ¿Cómo? ¿Cómo pueden hacer una diferencia?
Bill Gates: Puedes comprarte un vehículo eléctrico, incluso si con ello estás sacrificando algo de desempeño. Puedes comprar carne artificial o suplementaria o comer menos carne. Este tipo de cosas son valiosas y cada vez vemos una mayor demanda por vehículos eléctricos. Esa demanda permite que bajen los precios. Y ese costo adicional que tienen los vehículos eléctricos, que aún no son un substituto total para los vehículos tradicionales porque aún tienen un costo muy elevado, eventualmente va a llegar a cero y a niveles con los costos de los vehículos tradicionales en la próxima década. Esa es una categoría de emisiones de gases de efecto invernadero que muchos ven como una solución mágica en la que hay que insistir hasta que eventualmente todo el mundo tenga un vehículo eléctrico. Hay otras categorías que son muy diferentes, pero la demanda de los consumidores cuando analizan las compañías a las que les compran y les exigen tener buenas prácticas ambientales sobre la fabricación de sus productos, eso puede comenzar a cambiar paulatinamente algunas cosas y complementar las grandes cosas que tienen que hacer los gobiernos.
Andrés Oppenheimer: En el libro usted menciona el caso de Dinamarca. Dice que Dinamarca usa molinos de viento para generar la mitad de su electricidad, ¿pero se podría hacer eso en Estados Unidos o en América Latina? ¿Es factible eso?
Bill Gates: Una parte fundamental de la generación de energía puede cambiar a este tipo de alternativas renovables. Pero a medida que aumenta ese porcentaje, el hecho de que puedas tener largos períodos de tiempo en los que el viento no sopla o la luz solar disminuye, se reduce la fiabilidad de tu sistema eléctrico. Y eso tiene un impacto definitivo cuando la gente depende de un sistema de calefacción para no morir congelada por las bajas temperaturas o cuando los hospitales dependen de que no se les corte la electricidad en ningún momento: la confiabilidad es muy importante. De manera que si vamos a depender mayoritariamente de estas fuentes, necesitamos un gran avance en la capacidad de almacenamiento de energía. Y si no podemos lograr ese avance, que es muy difícil de lograr y puede que no lo alcancemos, necesitaremos encontrar fuentes de energía verdes amigables con el medio ambiente que funcionen en todo momento.
Andrés Oppenheimer: ¿Como cuáles?
Bill Gates: Bueno, aunque es algo muy controversial, debemos continuar utilizando alternativas muy asequibles y súper seguras de fusión nuclear. Pero si logramos ese avance milagroso del almacenamiento de energía logrado por vías limpias, no necesitaremos la alternativa nuclear. Pero por ahora debemos seguir intentando los dos caminos y estamos muy, muy lejos de tener la capacidad de almacenamiento de energía que necesitamos. Es 20 veces más difícil eso que lograr lo que se ha logrado hasta ahora con las baterías de los vehículos eléctricos.
Si las cosas van bien, Latinoamérica podría estar vacunada en seis meses, dice Gates
Andrés Oppenheimer: Señor Gates, hablemos un poco de la pandemia. Su fundación se ha dedicado a combatir este virus. ¿Pero qué piensa usted del hecho de que, según la Organización Mundial de la Salud, la mayor parte de las vacunas a nivel mundial están yendo a los países ricos? ¿Qué opina del hecho de que Estados Unidos, Canadá, los países más ricos de Europa estén recibiendo muchas más vacunas que los países en desarrollo?
Bill Gates: Sí, la Fundación Gates es actualmente la entidad líder que está tratando de evitar este problema. Desafortunadamente, las primeras dos vacunas de Pfizer y Moderna son muy difíciles de producir en grandes volúmenes. Son realmente costosas y requieren una refrigeración especial. Las siguientes tres vacunas en obtener aprobación regulatoria de alta calidad son Astra Zeneca, Johnson y Johnson y Novavax y nuestra fundación lleva gastados más de mil millones de dólares para combatir esta pandemia. Una buena parte de ese gasto es lograr que estas grandes fábricas de vacunas en India sean capaces de producir estas tres vacunas. Ya estamos fabricando la de Astra Zeneca en una fábrica del Instituto del Suero de la India y tan pronto como las otras dos estén aprobadas, haremos lo mismo. Cómo sabes, Sudamérica necesita vacunas. Sudáfrica necesita vacunas. Esa es nuestra principal prioridad. Y por eso estamos esperanzados en que estas nuevas vacunas ayuden a solucionar este problema en los próximos seis meses.
Andrés Oppenheimer: Bueno, hablando de los próximos seis meses, se me adelantó a mi próxima pregunta. ¿Usted cree que en América Latina en la mayoría de la gente va a estar vacunada en los próximos seis meses?
Bill Gates: Si las cosas van bien con las vacunas de Astra Zeneca, Johnson y Johnson y Novavax creo que sí. Creo que la inequidad será de un rezago de seis meses. Si las cosas no salen bien con estas vacunas, podríamos estar hablando de una demora de 9 a 12 meses. Estados Unidos no contribuyó con ningún dinero para esta respuesta internacional. Hasta la reciente Ley de Estímulo Económico. Por eso instamos al Congreso a que finalmente se involucre y ayude con este esfuerzo global. Y ahora el gobierno de Biden ha estado muy activo en decir que no, que no se trata sólo de cuidar la salud de Estados Unidos. La administración anterior decía que antes de exportar una sola vacuna había que asegurarse de que todos los estadounidenses estuvieran vacunados. Esto último es algo con lo que no estoy de acuerdo.
Las teorías conspirativas
Andrés Oppenheimer: Bueno, esa es una forma muy fácil de decirlo, señor Gates, usted decía que la Fundación Gates ha donado más de 1.000 millones de dólares para ayudar a combatir esta pandemia y sin embargo, las redes sociales en América Latina y aquí en Estados Unidos, usted está siendo demonizado. Hay teorías conspirativas disparatadas en las redes diciendo que ustedes están metiendo chips en la cabeza de la gente con las vacunas y otras tantas ridiculeces parecidas. Pero, ¿de dónde vienen estas teorías conspirativas? ¿Quién o quiénes las están propagando y por qué?
Bill Gates: Sí, la verdad es que estoy muy sorprendido por el volumen de estas teorías conspirativas que, como bien dices, en muchos casos se enfocan en mi persona o en el doctor Anthony Fauci, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Así que bueno, creo que es un poco irónico que cuando estás tratando de donar dinero y ayudar a salvar vidas, las teorías conspirativas digan que estás tratando de hacer más dinero y que actualmente estás tratando de reducir la población mundial. Y ya sabes, durante una pandemia tan dura como ésta, la gente pueda llegar a explicaciones simplistas y tratar de concluir que hay fuerzas oscuras detrás de todo. Las teorías conspirativas parecen hacer parte de todo esto y por supuesto, son aumentadas por la capacidad de propagarse digitalmente. Yo tengo la esperanza de que a medida que la gente vea que las vacunas se están haciendo más disponibles y los índices de muertes bajen, la verdad, salga a la luz y sea ampliamente aceptada.
Andrés Oppenheimer: ¿Y de lo contrario?
Bill Gates: De lo contrario, no lograremos tener tanta gente que quiera usar cubrebocas o ponerse las vacunas, que son dos decisiones vitales para poder terminar con esta pandemia.
“Sigo creyendo en el potencial” de los países latinoamericanos
Andrés Oppenheimer: Hablemos de América Latina. ¿Cuáles cree usted que son las principales asignaturas pendientes de América Latina? Porque muchos nos hacemos la pregunta desde hace años: ¿por qué los asiáticos han tenido tanto más éxito que los latinoamericanos en hacer crecer sus economías y en sacar a la gente de la pobreza?
Bill Gates: América Latina tiene un potencial increíble y la región ha tenido décadas en las que le ha ido muy bien y décadas en las que no le ha ido bien. Como sabes, la política siempre es muy complicada y si tienes un partido político corrupto, casi siempre vas a terminar teniendo las políticas del partido opuesto, incluso cuando no sean las mejores o las mejor pensadas, entonces la corrupción termina siendo más importante que la idea de elegir a los mejores candidatos y las mejores políticas. De manera que yo no tengo una solución mágica para eso. Yo he invertido mucho en México y en Brasil y a pesar de que no nos ha ido muy bien hasta ahora, sigo creyendo en estos países y en el potencial que tienen.
Andrés Oppenheimer Entonces, ¿qué hace falta?
Bill Gates Escoger los políticos adecuados podría ayudar a acelerar que mejoren las cosas. La clave está en elementos como la forma en que usas los mercados, cómo permites la actividad del sector privado, cómo manejas el sector de la salud, la educación y el sistema judicial. Hay lugares como Chile, que en muchos aspectos han sido un modelo. Últimamente han repensado algunas de sus políticas en términos de equidad y espero que les resulte bien, pero aún sigue siendo el modelo para seguir en muchos aspectos y la tendencia allí se ve muy positiva.
“La clave es enfocarse en la educación”
Andrés Oppenheimer Señor Gates, usted a lo largo de los años ha hablado muchas veces sobre la felicidad. Ha dicho muchas veces que es feliz y que la clave de la felicidad son los vínculos familiares y tener un sentido de propósito en la vida. Pero bueno, mucha gente dice claro, es fácil, es muy fácil para Bill Gates decir que es feliz porque tiene miles de millones de dólares y es uno de los hombres más ricos del mundo. Ese no es el caso de muchos otros. ¿Qué consejo le daría usted a la gente que nos está viendo en América Latina para ser más felices?
Bill Gates Bueno, ciertamente tener buena salud y estar cómodo con tu salud están en el primer lugar, lo cual ha sido muy difícil durante la pandemia. Como sabes, he tenido muchísima suerte. Crecí teniendo una educación de primera, desarrollé un amor por la lectura, pude educarme rodeado de gente brillante, pude trabajar en todo tipo de proyectos y programas interesantes, tuve una gran carrera en Microsoft, que fue súper divertida y ahora con el trabajo de la Fundación hemos logrado hacer grandes progresos para salvarle la vida a muchos niños. De manera que si encuentras algo que ames hacer, puede que sea también muy gratificante en términos de lo que puedes aprender, de con quién trabajes e incluso que sea gratificante económicamente. La clave para mí es enfocarse en la educación, lograr que los niños puedan involucrarse en una buena educación en edad temprana y logren desarrollar la confianza en sí mismos que necesitan. ¿Sabes? Yo creo que eso es incluso más importante que lograr el éxito económico.
Andrés Oppenheimer: Bueno, hablemos un segundo sobre eso. ¿Qué consejo le daría usted a los países latinoamericanos para aumentar el bienestar? Usted mencionaba la educación, pero mucha gente joven dice: “de acuerdo, sí, la educación es importante, pero en mi país mucha gente estudia y después no puede conseguir un buen trabajo”. ¿Qué más se necesita?
Bill Gates Bueno, si logran tener una buena educación, siempre habrá algún buen trabajo disponible. Quiero decir, si eres veterinario o doctor o ingeniero de sistemas con un entrenamiento de alta calidad, la demanda por esos trabajos excede el número de personas que pueden hacerlos. Por supuesto, eso es algo que no es válido para todo el mundo. En la economía de los servicios existe cierta incertidumbre sobre las habilidades que serán exactamente valiosas en el futuro. Y siempre vuelvo al punto del que hablamos antes de tener buenos sistemas educativos, en el que les exiges a los maestros los más altos estándares. También es vital tener buenos sistemas de salud que, en Sudamérica, como sabes, no son perfectos, pero hay muchos aspectos positivos.