Washington (CNN) – Un amplio vestíbulo y bar con solo un puñado de personas. Huéspedes confundidos preguntando adónde fueron todos. Pasillos elegantes, pero vacíos. Estas son las escenas que CNN observó dentro del Trump International Hotel en Washington este mes, mientras el alguna vez ajetreado destino se enfrenta a una nueva realidad sin su homónimo en la Casa Blanca.
El hotel abrió con mucha fanfarria solo unos meses antes de que el expresidente Donald Trump asumiera el cargo y rápidamente se convirtió en un atractivo para los leales de Trump durante su mandato.
“Estábamos muy ocupados”, explicó a CNN Shawn Matijevich, antiguo chef ejecutivo del restaurante de cortes de carne del hotel. “Con tantos todos los días, a veces casi era abrumador: cuántos personajes importantes y miembros de nuestro gobierno que uno sabe que están en las noticias se encuentran juntos en el mismo lugar”.
Pero la pandemia de coronavirus en curso, que ha afectado a toda la industria hotelera, junto con la salida de Trump del cargo, ahora parece estar cobrando una factura importante en el lugar que el magnate calificó alguna vez como “uno de los grandes hoteles del mundo”.
Un miembro del personal del hotel le dijo a CNN este mes: “Desde el coronavirus no nos estaba yendo tan mal hasta, yo diría, probablemente hace un mes. De verdad como que se desaceleró”.
“Es normal durante esta época del año tener este tipo de desaceleración, pero debido a todo lo que está sucediendo, realmente tuvo una época distinta”.
Los restaurantes y bares bajo techo en Washington están limitados al 25% de su capacidad o 250 personas en total, lo que sea menor. La capital de la nación había suspendido todas las comidas en interiores en diciembre cuando aumentaron los casos de covid-19 y las hospitalizaciones.
Un viernes por la noche reciente, CNN observó a unos 30 clientes en el bar y el salón del hotel durante un lapso de tres horas. Pero los ascensores principales solo se usaron un puñado de veces, lo que indica que no muchos pasarían la noche.
Los pasillos del hotel parecían casi sin vida alrededor de las 7:00 pm.
A la mañana siguiente, el personal del hotel y el equipo de defensa de Trump, entonces en medio de un juicio político, eran algunas de las únicas personas que poblaban el amplio vestíbulo. Nadie desayunó en el salón durante más de una hora hasta que entraron dos hombres.
“¿Dónde están todos?”, preguntó uno de los hombres. El camarero levantó levemente las manos, como para expresar incertidumbre.
Cuando se le preguntó sobre la ocupación actual del hotel y las cifras de ingresos, Eric Trump, quien dirige las operaciones diarias del imperio inmobiliario familiar, elogió al hotel en un comunicado sin proporcionar cifras específicas.
“Nuestra ubicación no tiene rival y estamos increíblemente orgullosos de tener el mejor hotel en la capital de nuestra nación”, dijo.
Durante otra visita de CNN al hotel, solo un puñado de personas estuvieron presentes en el vestíbulo durante varias horas.
Pero incluso antes de que Trump dejara el cargo y su papel en la insurrección del Capitolio de Estados Unidos trajera más complicaciones a sus negocios, la pandemia estaba ejerciendo una presión considerable sobre las propiedades de la Organización Trump en todo el mundo.
Los hoteles y otras empresas turísticas, que son una parte sustancial del imperio empresarial de Trump, se han visto especialmente afectados durante el brote, mientras los viajeros se quedan en casa y los gobiernos imponen confinamientos.
La divulgación financiera final de Trump como presidente mostró que las ventas en el hotel de Washington se desplomaron un 63% el año pasado en comparación con 2019, cuando la Organización Trump estaba considerando venderlo. Y esas cifras no son exclusivas del hotel de Trump. Los datos de la empresa de análisis hotelero STR muestran que el negocio de los hoteles de lujo en Washington ha caído en espiral en todos los ámbitos.
Jan Freitag, vicepresidente senior de Lodging Insights en STR, le dijo a CNN que, en 2019, la ocupación en hoteles de alta gama en el centro de Washington fue del 73%.
“Básicamente, una de cada cuatro habitaciones estaba vacía”, dijo Freitag. “Hoy, cuatro de cada cinco habitaciones están vacías”.
Pero los seguidores leales del expresidente aún podrían proporcionar algunas vías significativas para que los ingresos crezcan. Las tarifas de las habitaciones revisadas por CNN indican que el hotel podría estar buscando capitalizar un flujo de negocios por parte de los partidarios de la conspiración desquiciada de QAnon que creen que Trump volverá a tomar posesión del cargo el 4 de marzo.
Aunque una habitación estándar puede reservarse usualmente por unos US$ 500, según una revisión del sitio web del hotel, una habitación el 4 de marzo cuesta alrededor de US$ 1.300. La Organización Trump no respondió a múltiples preguntas sobre si el aumento de precios estaba relacionado con la conspiración de QAnon del 4 de marzo.
Aún así, el alza de precios subraya el atractivo que el expresidente todavía puede propiciar, incluso si ya no está en el 1600 de la avenida Pennsylvania.
“Dios bendiga a Donald Trump. Quiero decir, ¿qué más puedes hacer?”, le dijo una mujer recientemente a CNN de forma espontánea en el vestíbulo del hotel. “Venimos aquí y lo apoyamos”.