(CNN Español) – Los problemas que genera pasar una cantidad de tiempo excesiva frente a la pantalla están bien documentados. Sin embargo, un estudio reciente identificó otro riesgo potencial.
En Estados Unidos, los niños de entre 9 y 11 años que pasan más tiempo frente a las pantallas tienen más probabilidades de desarrollar lo que se conoce como un trastorno por atracón (BED, por sus siglas en inglés) un año después, según el estudio. Y las redes sociales son las principales culpables.
El estudio encontró que cada hora que se pasaba en las redes sociales estaba relacionada con un 62% más de riesgo de trastorno por atracones un año después. Por otra parte, cada hora que se pasaba viendo televisión o películas estaba relacionada con un 39% más de riesgo.
“Los niños pueden ser más propensos a comer en exceso mientras están distraídos frente a las pantallas”, dijo Jason Nagata, profesor asistente de Pediatría en la Universidad de California en San Francisco y autor principal del estudio, en un comunicado de prensa.
El trastorno alimentario más común en EE.UU.
El trastorno por atracones se caracteriza por episodios breves y recurrentes de un consumo grande de alimentos, o atracones, que a menudo están acompañados de una sensación de pérdida de control. Las personas que sufren de BED suelen sentir angustia o culpa después del atracón, dijeron los investigadores.
El BED es el trastorno alimentario más común en Estados Unidos y afecta tanto a personas con sobrepeso como con un peso medio. Comienza con mayor frecuencia a finales de la adolescencia o en el entorno de los 20 años.
“Darse un atracón de televisión puede llevar a comportamientos de atracones de alimentos debido al consumo excesivo y a la pérdida de control”, dijo Nagata en el comunicado de prensa.
Sin embargo, algunos pasatiempos comunes vinculados con las pantallas pueden dar lugar a diagnósticos más tempranos.
Este consumo excesivo, junto con las redes sociales —que pueden provocar una imagen corporal negativa en los niños, según el comunicado— puede crear las condiciones para los atracones.
Si bien investigaciones anteriores habían examinado los vínculos entre el tiempo frente a la pantalla y comer de manera irracional o en exceso, la Dra. Natalie D. Muth, presidenta de la Sección de Obesidad de la Academia Estadounidense de Pediatría, le dijo a CNN que el nuevo estudio analiza específicamente los atracones de comida.
De todas maneras, explicó que es importante reconocer que el estudio apunta a una asociación y no a una causalidad.
“No está claro que el tiempo frente a la pantalla de hecho cause los atracones”, dijo. “Podría ser que haya algo más —tal vez depresión o aburrimiento— que lleve a ambos comportamientos”.
Durante la pandemia estamos más tiempo frente a las pantallas
El covid-19 no solo ha empeorado la vida de quienes padecen trastornos alimentarios, sino que ha aumentado el tiempo que pasan frente a la pantalla tanto adultos como niños.
“La pandemia de covid-19 ha hecho que los niños pasen mucho tiempo en las pantallas, tanto por la escuela como para entretenerse, dado el gran vacío de actividades extracurriculares”, dijo Muth.
La Dra. explicó que la Academia Estadounidense de Pediatría ha visto un aumento en los casos de obesidad y los trastornos alimentarios desde que surgió el covid-19. Esto generó preocupación entre los expertos sobre las consecuencias cuando acabe la pandemia.
“Cuando superemos esta pandemia, vamos a tener que lidiar con las consecuencias para la salud mental de los niños y adolescentes durante un tiempo”, dijo. “Parte de eso va a estar relacionado con las conductas adictivas del tiempo frente a la pantalla y los problemas de alimentación, incluyendo los atracones”, agregó.
Los padres pueden ser proactivos
La pandemia ha propiciado que se pasen periodos prolongados frente a las pantallas, algo que a menudo incluso es necesario por la educación en línea. Sin embargo, los padres pueden seguir estrategias para mantener los riesgos al mínimo.
Muth recomienda programar los horarios de las comidas y los refrigerios en la medida en que sea posible, y limitar las distracciones. Las especialista dijo que los padres no deberían permitir, o deberían desalentar enérgicamente, que los niños coman mientras están frente a una pantalla o utilizando un dispositivo.
El sueño también es importante, dijo Muth, ya que los comportamientos vinculados a comer más tienden a ocurrir tarde en la noche. Ella recomienda no pasar tiempo frente a la pantalla una hora antes de acostarse. Para lograrlo, los padres pueden prohibir que haya dispositivos en las habitaciones de los niños, dijo.
Es importante que los padres den ejemplo de una relación sana con la comida y que también pongan en práctica estos consejos.
Sin embargo, si los padres notan comportamientos preocupantes en sus hijos, dijo Muth, pueden hablar con ellos de manera abierta para comprender mejor lo que está sucediendo y buscar ayuda si les preocupa que los hábitos alimentarios de sus hijos se hayan salido de control.
Si bien el estudio se realizó antes del brote del covid-19, los hallazgos llegan en un momento oportuno. Además subrayan la necesidad de investigar más las correlaciones entre el tiempo frente a la pantalla y el bienestar de los adolescentes, según el comunicado.