(CNN) – El lanzamiento de la vacuna contra el covid-19 de Johnson & Johnson y su asociación con Merck significa que el presidente Joe Biden espera que EE.UU. tenga suficientes vacunas disponibles para cubrir a todos los adultos para fines de mayo.
Si Johnson & Johnson y sus colegas fabricantes de vacunas Moderna y Pfizer cumplen con sus promesas, la pregunta más importante a la que pronto nos enfrentaremos no es si tenemos suficientes dosis de vacunas contra el covid-19, sino si la gente realmente las tomará.
Encuestas recientes sugieren una caída continua en la población que duda sobre las vacunas a medida que más y más personas se vacunan en Estados Unidos.
Solo en las últimas dos semanas, hubo dos encuestas que muestran cuánto ha disminuido la vacilación sobre las vacunas. La encuesta de la Kaiser Family Foundation encontró que el 55% de los adultos dicen que ahora quieren una vacuna contra el covid-19 lo antes posible o que ya han recibido su primera dosis. Eso es un aumento del 47% en enero y el 34% en diciembre.
Si bien el porcentaje de personas reticentes que “la obtienen solo si es necesario” o “definitivamente no” se ha mantenido bastante constante en el 20% o apenas por encima del mismo, la población vacilante de “esperar y ver cómo funciona” se ha reducido casi a la mitad durante los dos últimos meses y ha pasado del 39% al 22%.
La encuesta de Axios/Ipsos muestra una línea de tendencia similar. Solo el 13% de los adultos dijeron en septiembre que recibirían una vacuna contra el covid-19 tan pronto como estuviera disponible para ellos. Eso se incrementó al 27% a principios de diciembre y al 43% a inicios de enero. Ahora, el 57% dice que ya ha recibido la vacuna o la recibirá lo antes posible.
Al igual que en la encuesta de Kaiser, la población de línea dura reticente a las vacunas (es decir, las personas que dicen que no recibirán la vacuna o que solo la recibirán si son obligadas) es básicamente del mismo tamaño en este momento (18%) que en septiembre (23%) y principios de enero (19%).
El número de personas que dicen que esperarán un período (de unas pocas semanas a un año o más) para recibir la vacuna ha disminuido rápidamente: 64% en septiembre, 51% a principios de diciembre, 38% a principios de enero y 28% actualmente.
Infortunadamente, será difícil convencer a la población que se resiste a la vacuna. El hecho de que esta proporción de la población se haya mantenido bastante constante (alrededor del 20%) es un indicio de que incluso una gran cantidad de evidencia sobre la efectividad y seguridad de las vacunas, y de que es nuestro camino más viable de regreso a una sociedad que funciona normalmente, no los hará cambiar de opinión.
La buena noticia es que el porcentaje decreciente de los que están en el medio (es decir, los que dudan de la vacuna) es lo que esperaríamos a medida que más y más personas se vacunen de manera segura. Incluso antes de que la FDA aprobara las vacunas, señalé que uno de los principales motivos de las dudas sobre las vacunas era que la gente quería saber que la vacuna era segura y eficaz.
Sigue siendo cierto que la voluntad de recibir la vacuna se correlaciona con la comprensión de la vacuna y el conocimiento de las personas que se han vacunado.
Para alcanzar la inmunidad colectiva a través de la vacunación, los científicos creen que entre el 70% y el 90% de la población necesitará una vacuna. Solo alcanzaremos ese porcentaje si más personas de la población reacia a la vacuna se convencen de tomar la vacuna tan pronto como esté disponible para ellos.
Por eso los próximos meses serán clave. Dado el régimen de una sola inyección de Johnson & Johnson y el régimen de dos inyecciones de Pfizer y Moderna, todavía estamos a unos meses de que haya suficientes vacunas para todos.
Si los plazos actuales de entrega de las dosis se mantienen y la gran parte de las personas que dudan de la vacuna se convierte en las que recibirán la vacuna de inmediato, podríamos tener suficientes vacunas para cada adulto que quiera una incluso antes de fines de mayo, y tendremos muchas más posibilidades de contener el coronavirus.