(CNN) – Un campamento en Matamoros, México, donde cientos de migrantes permanecieron en condiciones deplorables sujetos a una política de la era de Trump que les exigía quedarse en México hasta la fecha de su audiencia en una corte de inmigración en Estados Unidos, fue desmantelado, dijo a CNN un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional.

En los últimos años, migrantes acamparon en Matamoros a la espera de ingresar en Estados Unidos. Defensores de inmigrantes calificaron la situación de una crisis humanitaria a pocos metros de la frontera sur de EE.UU. que se formó como resultado de las duras políticas de la administración Trump.

El presidente Joe Biden puso fin a la política de la era Trump, conocida informalmente como “permanecer en México”, e inició el proceso de permitir la entrada a los migrantes que habían estado sujetos a ella. El campamento de Matamoros es uno de los muchos lugares donde los migrantes se han visto obligados a quedarse y se ha convertido en un emblema de la política de “permanecer en México”.

El Departamento de Seguridad Nacional dijo el sábado que la administración de Biden, en asociación con organizaciones internacionales, completó el registro de las personas que se quedaban en el campamento.

“Ya no estamos registrando a las personas en el campamento de Matamoros y nadie que llegue al campamento tendrá acceso a este programa escalonado a través de su presencia física allí”, dijo un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional. “Un pequeño número de personas que permanecían en el campamento han sido reubicadas en otros lugares identificados por nuestros socios de organizaciones internacionales que brindan mayor protección que el campamento informal”.

Vista de carpas pertenecientes a migrantes, en Matamoros, estado de Tamaulipas, México, cerca de la frontera con Estados Unidos, el 1 de noviembre de 2019.

Los esfuerzos para admitir a los migrantes sujetos a la política de “permanecer en México” continúan, pero hasta ahora, Estados Unidos había procesado a más de 700 personas en el puerto de entrada de Brownsville, según el portavoz. La administración de Biden estima que unos 25.000 migrantes todavía tienen casos activos bajo el programa. Los migrantes deben realizar la prueba de covid-19 antes de ingresar a EE.UU.

La política de “permanecer en México”, que entró en vigencia en enero de 2019, fue una desviación sin precedentes de los protocolos anteriores, que permitían el ingreso de migrantes a medida mientras esperaban por sus audiencias migratorias en Estados Unidos.

La administración Trump instaló salas de audiencias improvisadas en Brownsville, justo enfrente de Matamoros, para que los migrantes asistieran a sus audiencias judiciales, lo que resultó en que muchos se quedaran en el campamento mientras esperaban su fecha de audiencia.

Legisladores demócratas iniciaron investigaciones sobre la política y visitaron el campamento, condenando a la administración Trump por expulsar a los migrantes, incluidos familias y niños, de regreso a las condiciones de deterioro en el lugar. En algunos casos, la situación sobre el terreno provocó que los niños se separaran de sus familias para intentar ingresar a Estados Unidos.