(CNN) –– Miles de niños migrantes que cruzaron solos la frontera entre Estados Unidos y México son retenidos bajo custodia de la Patrulla Fronteriza por más de cuatro días en promedio, dentro de instalaciones no aptas para menores, según documentos internos revisados por CNN. La cifra representa un incremento drástico con respecto a hace una semana, de acuerdo a los registros.
Los datos, con fecha del martes, son la señal más reciente del desafío que enfrenta el gobierno de Biden con respecto a la inmigración. Específicamente, el reto de abordar el cuello de botella en el sistema, mientras el número de niños no acompañados supera la disponibilidad de un espacio de refugio adecuado para cuidarlos.
Durante los últimos 21 días, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) halló en promedio a 435 niños no acompañados diariamente. Esto en comparación un promedio anterior de aproximadamente 340 menores.
Los niños migrantes permanecen en las instalaciones un promedio de 107 horas. Lo que supera el plazo de las 72 permitidas por la ley de EE.UU. Hace una semana, el tiempo promedio era de 77 horas.
Roberta Jacobson, coordinadora del gobierno de Biden para la frontera sur, insistió este miércoles que este no es el momento de venir a Estados Unidos. Un mensaje que la administración ha enviado anteriormente.
“Es realmente importante que las personas no hagan el viaje peligroso en primer lugar. También que les proporcionemos alternativas para hacer ese viaje, porque la ruta no es segura”, dijo Jacobson en una conferencia de prensa. “Y entonces, ya sabes, si pudiera enfatizar eso, que es realmente importante que ese mensaje se difunda. Porque la percepción no coincide con la realidad en términos de que la frontera no está abierta”, añadió.
Una infinidad de razones podrían explicar el aumento repentino de la llegada de niños a la frontera entre Estados Unidos y México. Entre esos motivos podría estar el dramático costo de la pandemia en América Latina. Una región donde las economías que alguna vez se proyectó crecerían han sido diezmadas. A eso se suman los efectos de dos huracanes devastadores que azotaron la región. Y, también, una percepción de más flexibilidad bajo la administración de Biden.
Por lo general, después de quedar bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza, los niños no acompañados deben ser entregados en un plazo de 72 horas al Departamento de Salud y Servicios Humanos. Esta entidad se encarga del cuidado de los niños migrantes, salvo circunstancias excepcionales.
Una vez que estén bajo ese cuidado, los administradores de casos trabajan para ubicar a los niños con un patrocinador. Es decir, un padre o un familiar que esté en EE.UU. Pero, debido a la pandemia y las precauciones para evitar la propagación del covid-19, el departamento sólo puede utilizar un poco más de la mitad de las camas que tiene para niños.
Jacobson no pudo indicar qué hace el gobierno en este momento para resolver el desafío con respecto a los menores no acompañados.
“Mi parte de esto se centra mucho más en lo que estamos haciendo al final de este proceso en Centroamérica y México. Creo que todos nosotros, en cada etapa de este proceso, hacemos todo lo posible para asegurarnos de que los niños estén bien cuidados y sean trasladados a instalaciones”, señaló.
Kaitlan Collins, de CNN, preguntó a Jacobson en la rueda de prensa si describiría el aumento de niños migrantes como una crisis. Sin embargo, ella se negó a calificarlo de esa manera.
“No estoy tratando de ser amable aquí. Pero creo que el hecho es que tenemos que hacer lo que debemos, independientemente de cómo se catalogue la situación”, dijo. También agregó que hay “urgencia, desde el presidente hacia abajo para arreglar nuestro sistema”.
Jacobson añadió que el aumento de inmigrantes que intentan llegar a Estados Unidos es la respuesta a una “esperanza significativa de una política más humana”.
“Hemos visto estos aumentos antes. Los aumentos tienden a responder a la esperanza. Y hay una esperanza significativa de una política más humana después de cuatro años de, ya sabes, demanda reprimida”, sostuvo Jacobson.
“No sé si llamaría a eso una coincidencia. Pero, ciertamente creo que la idea de que se implementaría una política más humana puede haber llevado a la gente a tomar esa decisión. Aunque, quizás lo más importante es que definitivamente llevó a los contrabandistas a expresar esta información para extender desinformación sobre lo que ahora era posible”, concluyó.
Devan Cole y Betsy Klein, los dos de CNN, contribuyeron a este informe.