(CNN) – La administración Biden está preparando dos sitios más de admisión de emergencia que, combinados, proporcionarán más de 5.000 camas para acomodar a los niños migrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México.
Es el último movimiento de la administración para tratar de aliviar el hacinamiento en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza y transferir a los menores no acompañados que han estado retenidos en esas instalaciones, similares a condiciones carcelarias, durante períodos prolongados.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos se está asociando con el Departamento de Defensa para usar la propiedad en Fort Bliss cerca de El Paso, Texas, y la Base de la Fuerza Aérea Lackland cerca de San Antonio, con la capacidad potencial para acomodar hasta 5.000 camas y alrededor de 350 camas, respectivamente.
El miércoles, el Departamento de Defensa anunció que había aprobado una solicitud del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) para albergar temporalmente a niños migrantes no acompañados en dos instalaciones militares en Texas.
“Este apoyo será totalmente reembolsable y no afectará negativamente el entrenamiento militar, las operaciones, la preparación u otros requisitos militares, incluida la preparación de la Guardia Nacional y la Reserva. El HHS mantendrá la custodia y la responsabilidad por el bienestar y el apoyo de estos niños en todo momento en la instalación”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby, en un comunicado.
En las últimas semanas, los funcionarios se han apresurado a encontrar un lugar de refugio para el creciente número de niños migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México. Una vez que los niños son puestos bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza, se supone que deben ser entregados al HHS, que se encarga de su cuidado.
Problemas por el covid-19
El HHS supervisa una amplia red de refugios donde se ubica a esos niños hasta que puedan ser reubicados con patrocinadores, como padres o parientes, en Estados Unidos. Pero en medio de las limitaciones por el covid-19 y el ritmo acelerado de llegadas, la administración ha tenido problemas para trasladar a los niños no acompañados fuera de las instalaciones fronterizas diseñadas para adultos al cuidado del HHS dentro del límite legal de 72 horas.
Hasta el martes, 4.962 niños se encontraban en las instalaciones de Aduanas y Protección Fronteriza, según datos del gobierno, y 11.551 niños bajo la custodia de Salud y Servicios Humanos.
Bajo una presión cada vez mayor para que haya acceso a las instalaciones, un grupo de funcionarios de la Casa Blanca y miembros del Congreso recorrieron el miércoles una instalación que alberga a niños migrantes no acompañados en Texas en compañía de una cámara de noticias.
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La instalación de Carrizo Springs, Texas, es un ejemplo de los tipos de refugios que la administración ha estado luchando por encontrar para albergar a los niños. Estas instalaciones, supervisadas por el HHS, están equipadas para brindar servicios médicos, dormitorios y otro tipo de apoyo.
“Hemos trabajado, y nuestra oficina ha estado trabajando, para crear capacidad, pero con el covid y el distanciamiento relacionado con el covid, esa capacidad se redujo en un 40%. Desde el principio, trabajamos en condiciones muy limitadas”, dijo Cindy Huang, directora de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, una agencia federal dependiente del HHS, a un reportero que viajaba con la delegación.
“Esta administración comenzó el 20 de enero y desde el primer día ha estado movilizando una solución interinstitucional”, agregó.
La habilitación de los dos sitios militares es parte de ese esfuerzo. La administración de Biden también se está apoyando en el uso de tres centros de convenciones, en Dallas, San Antonio y San Diego, y ha establecido un sitio de admisión de emergencia en Midland, Texas, y otras dos instalaciones de afluencia en Pecos, Texas y Carrizo Springs.