(CNN) –– Un poco de buena suerte celestial probablemente ayudó a que los ingenieros pudieran reflotar con éxito el gigantesco portacontenedores que bloqueó el canal de Suez durante casi una semana.
La llamada superluna de gusanos del domingo provocó una marea viva (o marea de primavera) más alta: 46 centímetros por encima de lo normal el lunes, según la NASA. Esa marea facilitó el proceso de enderezar y desatascar el gran buque, añadió la agencia.
Las mareas vivas son un término histórico para cuando las mareas “crecen” durante las lunas nuevas y llenas, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Aunque hay de 12 a 13 lunas llenas en un año, entre seis y ocho están relacionadas a una marea lo suficientemente alta como para lograr lo que se hizo el lunes, porque la luna está más cerca de la Tierra durante esas lunas llenas, explicó el meteorólogo de CNN Judson Jones.
“No es raro que estas mareas sean 300 metros más altas que otras mareas altas durante el año, cuando la luna está más lejos de la Tierra” indicó Jones. “No hay duda de que estas mareas altas fueron parte de la estrategia para desatascar un barco tan masivo”, añadió.
FOTOS | Logran desatascar el barco que bloqueaba el canal de Suez
Esas seis a ocho lunas llenas se llaman superlunas porque parecen más grandes y brillantes en el cielo. La superluna de marzo fue la primera del año y se esperaba que fuera la cuarta luna más brillante de 2021.
Las tribus nativas en el sur de EE.UU. llaman a la luna llena de marzo la luna de los gusanos porque las lombrices de tierra, el suelo que los gusanos digieren, se vuelven visibles a medida que el suelo se derrite en esta época del año.
El tráfico se reanudó en ambas direcciones del canal de Suez durante la noche del lunes, después de que los remolcadores pasaran varias horas trabajando para liberar la proa del buque portacontenedores Ever Given.
El reflotamiento exitoso de la embarcación se recibió con triunfo y alivio. Mientras, cientos de embarcaciones que quedaron atrapadas en la ruta de navegación desde el 23 de marzo se preparan para reiniciar sus viajes.
El desafío ahora es lidiar con el retraso y la congestión de los barcos, que, trabajando día y noche, podrían tardar más de tres días en solucionarse.