(CNN) – Paleontólogos en Argentina han identificado una especie de dinosaurio desconocida que habría usado sus enormes garras, su poderosa mordida y su agudo sentido del oído para cazar presas en la Patagonia hace 80 millones de años.
Los restos fosilizados del Llukalkan aliocranianus incluyen un cráneo muy bien conservado y sin estar hecho pedazos y fueron desenterrados en la Formación Bajo de la Carpa en Argentina. Llukalkan significa “el que causa miedo” en el idioma indígena mapuche, y aliocranianus que en latín significa “cráneo inusual”.
Parte de una familia de dinosaurios llamados abelisáuridos, esta criatura se habría parecido en gran medida a un Tyrannosaurus rex en apariencia, con pequeños brazos. Pero un cráneo inusualmente corto y profundo, que podría tener crestas, protuberancias y cuernos, lo distingue. De al menos 5 metros de largo, aproximadamente del tamaño de un elefante, el Llukalkan aliocranianus habría vagado por la Patagonia y otras áreas del subcontinente sur prehistórico de Gondwana, que incluía África, India, Antártida, Australia y Sudamérica.
Su característica más distintiva fue un pequeño seno lleno de aire en la zona del oído medio que no se ha visto en ningún otro abelisáurido encontrado hasta el momento, según la investigación publicada el martes en el Journal of Vertebrate Paleontology.
Esto significa que el Llukalkan probablemente escuchó de manera diferente, y tal vez mejor que otros abelisáuridos, algo más similar a la audición de un cocodrilo moderno.
“Una peculiaridad de este dinosaurio es que tiene cavidades en la zona del oído que otros abelisáuridos no tenían, lo que podría haberle dado a esta especie diferentes capacidades auditivas, posiblemente un mayor rango auditivo. Esto, junto con su agudo sentido del olfato, habría dado una gran capacidad como depredador de esta especie”, dijo a CNN en un correo electrónico el autor principal del hallazgo, Federico Gianechini, paleontólogo de la Universidad Nacional de San Luis, Argentina.
Los restos fosilizados fueron descubiertos en 2015 por accidente durante una excavación en un lugar conocido como La Invernada, cerca de la ciudad de Rincón de los Sauces, en la provincia de Neuquén, indicó Gianechini. El objetivo principal de la excavación era desenterrar un dinosaurio saurópodo (grandes y pesados comedores de plantas) que habían encontrado un año antes, pero notaron huesos asomados en la superficie del suelo unos días antes de terminar su excavación.
El mecanismo auditivo excepcional de este dinosaurio sugiere que los abelisáuridos florecían justo antes de la extinción de los dinosaurios hace 67 millones de años.
“Estos dinosaurios todavía prueban nuevas vías evolutivas y se diversificaban rápidamente justo antes de extinguirse por completo”, afirmó Ariel Méndez, coautor del estudio y paleontólogo del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología, Argentina, en un comunicado de prensa.