(CNN) – Diplomáticos y personal humanitario extranjero han huido en masa de Corea del Norte en los últimos meses debido a la escasez de suministros y a las restricciones “sin precedentes” en la vida cotidiana impuestas para detener la propagación del coronavirus, según la embajada de Rusia en Pyongyang.
La embajada dijo en un comunicado en su página oficial de Facebook que ahora solo hay 290 expatriados en Corea del Norte, incluyendo a sólo nueve embajadores y cuatro diplomáticos. Todo el personal extranjero que trabaja para ONGs y organizaciones humanitarias ha abandonado el país.
“No todo el mundo puede soportar la severidad de las restricciones totales sin precedentes, la acuciante escasez de suministros de primera necesidad, incluyendo medicinas (y) la falta de oportunidades para resolver los problemas de salud”, decía la embajada en el comunicado, en el que también expresaba sus buenos deseos a unos 38 ciudadanos extranjeros que terminaron su cuarentena post-Corea del Norte en China.
Antes de la pandemia de covid-19, Rusia tenía una de las mayores misiones diplomáticas en Corea del Norte, pero su presencia ha disminuido recientemente. El hecho de vivir durante meses con estrictas medidas de salud pública y hacer frente a la extrema escasez de “bienes necesarios”, incluyendo medicinas, parece haber hecho mella.
Las fronteras de Corea del Norte llevan meses bloqueadas como parte de los esfuerzos del régimen de Kim Jong Un para mantener a raya al covid-19, dejando varados a los pocos diplomáticos que operan dentro de Pyongyang.
La aerolínea estatal norcoreana Air Koryo opera vuelos desde Vladivostok, en el este de Rusia, pero la ruta también está suspendida desde hace meses. Al parecer, salir de Corea del Norte es bastante difícil. En febrero, varios diplomáticos rusos pasaron más de 34 horas intentando salir del país, un viaje agotador que terminó con al menos un enviado empujando su equipaje y sus hijos pequeños en un carrito de tren.
Los expertos creen que Kim decidió cortar casi todos los lazos de Corea del Norte con el mundo exterior porque admitió que el sistema sanitario de su país, tan deteriorado, se vería desbordado por un brote de covid-19.
La estrategia de Kim parece haber funcionado desde el punto de vista de la salud pública. Corea del Norte no ha reportado ningún brote considerable de covid-19, y no ha habido indicios de que se haya producido uno, aunque los expertos dudan de la afirmación de Pyongyang de que el país no ha visto ni un solo caso del virus.
Los diplomáticos, trabajadores humanitarios y personal de ONGs han optado por abandonar Corea del Norte antes de correr el riesgo de quedarse varados debido a los rígidos e inflexibles controles fronterizos del país, lo que ha reducido la ya pequeña comunidad de expatriados de Pyongyang, una valiosa fuente de información sobre uno de los países más herméticos del mundo. Sin embargo, los diplomáticos rusos han ayudado a llenar algunas de las lagunas en sus descripciones de la vida sobre el terreno en la capital norcoreana.
El embajador de Rusia en Corea del Norte, Alexander Matsegora, dijo recientemente que las tiendas de abarrotes comenzaron a quedarse sin alimentos tras la decisión de Pyongyang de detener casi por completo las importaciones en septiembre. Los comentarios fueron sorprendentes, dado que Corea del Norte mantiene relaciones más estrechas con Rusia que con casi cualquier otro país, a excepción de China.
Si bien Kim y otros líderes norcoreanos han admitido que la economía del país sufre debido al virus, no han admitido que su suministro de alimentos esté bajo presión.
Zarah Ullah de CNN contribuyó con el reportaje.