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(CNN Español) – En un extenso reportaje en la primera edición de Conecta2 en CNN en Español, con la conducción de María O’Donnell y Ernesto Tenembaum, el ministro de Economía de Argentina Martín Guzmán destacó: “Apuntamos a una reducción gradual consistente de la inflación”.

Además, el funcionario respondió sobre negociación con el Fondo, las declaraciones de Cristina Fernández de Kirchner sobre la imposibilidad de pagar esa deuda y más. Estos son algunos apartes del intenso contrapunto.

Luego de la gira por Estados Unidos para renegociar la deuda y en vistas de su viaje a París, ¿cuál es el estado actual de la renegociación con el Fondo y con el Club de París?

“Lo de Europa también tiene que ver con las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, además del Club de París. Esto justamente tiene que ver con cómo funciona un proceso de negociación de un país con el resto del mundo, que es lo que el FMI es, en el cual se necesita poder alcanzar distintos tipos de consensos. Por supuesto, consensos internos: nosotros como país, como Estado nación, ponernos de acuerdo en ciertos pilares que son aquellos en los que se deben basar las políticas económicas para tener una economía más estable, con más oportunidades, resolviendo los problemas estructurales que por tantos años hemos padecido. Y también consensos internacionales: que el mundo, sobre todo los países que más influencia tienen en la toma de decisiones −los países del G7, del G20− apoyen la visión que el gobierno argentino está poniendo sobre la mesa para resolver sus problemas. Y en ese contexto poder refinanciar aquellas deudas que se tomaron entre 2018 y 2019 que son de un monto tal y con unos plazos tales que hoy el país no tiene capacidad de hacer frente y por eso hay que refinanciarlas”.

El día que usted estaba reunido con Georgieva del FMI, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó un “gesto” al Fondo Monetario sobre los plazos insuficientes.

“Fíjate la naturaleza del problema que se presenta. El Fondo Monetario Internacional prestó a la Argentina US$ 45.000 millones. Eso fue lo que se desembolsó de un préstamo de US$ 57.000 millones. En poco tiempo. Un monto que es récord histórico, equivalente a lo que se desembolsó este año para todos los demás países en 2020 en el contexto de la pandemia. Es tan grande el monto, que desde el punto de vista de la sostenibilidad macroeconómica, de la capacidad de pago del país, se pone en tensión con lo que son los programas estándares del FMI. Ahora, por otra parte, poder cambiar esto requiere de alinear voluntades internacionales y eso es algo que no se logra en poco tiempo. Es cierto que hoy hay un problema que enfrenta Argentina y un problema más general que enfrenta el mundo, que es que las líneas de crédito que tienen los organismos multilaterales son líneas de crédito que se pensaron para los problemas que exhibía el mundo en el siglo XX, no los problemas del siglo XXI. Y hay todo un proceso que transitar para adaptar esas líneas de crédito teniendo en cuenta que hoy los grandes problemas de la humanidad son, por ejemplo, el cambio climático más que la inestabilidad de la balanza de pagos que llevó a problemas como la Segunda Guerra Mundial. Hoy tenemos un problema nosotros. Lo que dice la vicepresidenta es correcto desde el punto de vista de que cuanto más tiempo tengamos para pagar, mejor; pero, al mismo tiempo, hay que ir buscando establecer acuerdos que nos permitan tener el horizonte financiero más despejado y esto va a ser una tarea laboriosa. Va a llevar años poder estar en tierra firme, con condiciones tales que Argentina esté claramente sin ningún problema en el frente financiero.”

Cristina Fernández de Kirchner dijo “Esa deuda es impagable” en un discurso encendido, muy antinorteamericano en el momento que usted está negociando con el gobierno norteamericano. ¿Cómo afecta eso las negociaciones? ¿Las ayuda o las perjudica?

“Las cosas hay que decirlas con franqueza. Ahí se está planteando una realidad. Dice: “No se tiene memoria de un préstamo así” y eso es cierto. Lo que se busca, justamente, es poder cambiar una posición que le ha hecho mal a Argentina, una posición donde las responsabilidades son compartidas: poder tener una negociación que nos sirva. Si ves lo que pasó cuando terminamos la gira en Washington, la semana anterior, el Fondo Monetario Internacional publicó un comunicado en el cual se manifestó cuáles son los principios de la política económica en los que el gobierno argentino y el Fondo están de acuerdo. Y fíjate que ese comunicado es un comunicado que está diciendo claramente que los principios en los que se basó la política de Juntos por el Cambio no son principios que le hagan bien a la Argentina. En cambio, los principios en los que se basa la política económica de nuestro gobierno son aquellos principios en los que se debe basar un acuerdo con el Fondo”.

Pero el Fondo también dijo: “Son diez años y no puedo inventar otra cosa”. Está en la misma posición que antes de las declaraciones de Cristina Fernández de Kirchner… ¿Esto abre una discusión nueva?

“Es que los diez años es una cuestión que tiene que ver con las líneas de crédito que existen en el Fondo Monetario Internacional. Cambiar eso requiere del apoyo de países como Estados Unidos, China, Alemania, Japón, Francia. Un cambio que justamente tienen que votar. No es una negociación técnica que se da entre el staff del Fondo Monetario Internacional y el gobierno argentino: es una negociación de carácter geopolítico que no hay tiempo suficiente si uno quisiera tener un acuerdo pronto. Para poder lograr algo así hace falta mucho más tiempo y hay incertidumbre al respecto. La pregunta es: ¿Vale como parte nosotros, como miembros del FMI y del G20, buscar implantar una discusión que lleve a transformación en las líneas de crédito del Fondo Monetario Internacional para resolver los problemas estructurales que tiene el mundo y por supuesto que ayude primeramente en nuestro caso a la Argentina? Por supuesto que vale. ¿Hay tiempo ahora para tener un cambio en la línea de crédito con respecto a esta de diez años si es que queremos tener un programa en mayo o junio? No, no va a pasar. Nosotros lo que decimos es: bueno, hay algo que es un problema. Es tan grande el préstamo que tomó el gobierno de Juntos por el Cambio que tenemos un problema y cualquier acuerdo de diez años nos pone una tensión. Pero contamos con estas herramientas. Si ahora se llega a un acuerdo lo importante es que haya condiciones que si después hay cambios en las líneas de crédito y se alargan los plazos, Argentina pueda acceder a esas mejores condiciones”.

¿Está Cristina Fernández de Kirchner dispuesta a aceptar un acuerdo que persista en los diez años de plazo?

“Siempre obviamente depende de cuál sea el apuro para un acuerdo, cuál sea la implicancia del acuerdo. Nosotros lo que decimos es que la única razón por la que necesitamos un acuerdo es porque no podemos pagarle entre septiembre de 2021 y el 2024 al Fondo Monetario Internacional US$ 45.000 millones. Lo peor de todo sería hacer un acuerdo apurado basado en premisas que le hagan mal a la Argentina. Eso nos haría mucho daño. Lo principal es que el acuerdo tenga un sentido que es el de ayudar a la Argentina. Si tuviéramos un acuerdo lo suficientemente bueno que incluya cláusulas tales que si después cambian las líneas de crédito del Fondo, Argentina se puede beneficiar de eso, estaríamos claramente en una posición más favorable que si no estamos en esa línea”.

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00:58 - Fuente: CNN

¿Cuánto poder tiene el ministro de Economía, cuando sus subalternos y la vicepresidenta contradicen lo que él afirma? Por ejemplo, con la fórmula para actualizar jubilaciones cambiada por el Congreso, las tarifas en el presupuesto, el acuerdo con el Fondo.

“Eso no es correcto. Hay una posición que es la misma. El Frente de Todos lo que quiere es mejorar la calidad de vida de las argentinas y los argentinos. Y para eso necesitamos lograr varias cosas, entre ellas poder renegociar la deuda con el Fondo de una forma que sea sostenible. Y estamos negociando. Y obviamente estas son negociaciones en donde hay firmeza, dureza, de todas las partes, también de parte del Fondo, también de los países que forman parte de esto. O sea que aquí se busca siempre, en cada uno de los temas que son clave para el desarrollo de nuestro país, construir una síntesis. En el año 2020 se alcanzaron síntesis importantes. En el año 2021 se han ido construyendo síntesis en cada uno de estos temas que mencionás y podemos ir uno por uno”.

Tarifas, por ejemplo, donde el Presupuesto plantea que los subsidios se mantienen constantes respecto de 2020.

“Con respecto al producto. Es algo sobre lo que estamos trabajando para cumplirlo. Siempre hay diversas opiniones. Pero esto pasa en la gestión día a día. Cada quien que está en cada lugar tira para ese lugar y es lógico, tiene que funcionar así. Cada quien defiende la misión que le toca. A mí me toca mirar el todo. Y acá lo que tenemos que tener es una redefinición de cómo se invierten los recursos del Estado de forma de poder abordar los problemas estructurales, los problemas más graves que tiene la economía argentina atacando el problema de la inflación, el problema de la pobreza, el problema de la desigualdad. Este tema de los subsidios es un tema importante, porque si aumentan los subsidios en relación al producto significa que estamos destinando más recursos a algo que no es gasto de alta calidad. Necesitamos destinar más recursos a la ciencia, a la innovación en el desarrollo, a la educación, a la salud pública, a la infraestructura pública. Y estamos trabajando para eso. Ahora, también sucede que tenemos una situación en la cual hay grandes heterogeneidades en nuestra población en cuanto al poder adquisitivo, la vida que llevan”.

Eso sería segmentar. Pero en la semana, el funcionario Federico Basualdo, mientras se hablaba de aumentos en la tarifa de electricidad del 30%, dijo 9%. Distinto a lo que se dijo desde Economía.

“No depende del ministro. Los entes no dependen del ministerio de Economía, dependen directamente del presidente, pero se trabaja de una forma coordinada. Como digo: todo el mundo planteando la problemática que enfrenta desde su función. Y hay alguien que en la economía tiene que mirar todo. ¿Quién es ese? Bueno, soy yo. Es el ministro de Economía. Con el tema tarifas lo que vamos a hacer es lo siguiente. Primero: va a haber un aumento que no es el mismo para todos. Lo que se busca es focalizar los subsidios en quienes más lo necesitan. El aumento para los que están peor va a ser más bajo: va a implicar una reducción de la carga de las tarifas para sus ingresos. El aumento para los que están más arriba en la escala de ingresos va a ser más alto. Ahora: no se va a dar de un momento para otro, esto es un proceso que se va a ir dando durante el año. Si aumentás en las tarifas solamente un dígito para todo el mundo ahí no se estaría cumpliendo el presupuesto y no se estaría cumpliendo el programa macroeconómico. Eso no se va a hacer. ¿Qué se va a hacer? Va a haber, posiblemente partido en dos. Pero fijate: los aumentos de los que estamos hablando son aumentos que tienen que ver con mantener ciertos equilibrios y salir del esquema que adoptó Juntos por el Cambio, que implicaría aumentos de arriba de 100% de las tarifas para todo el mundo. Nada así se va a hacer. Posiblemente se parta en dos un aumento general y después, en el marco de una ley de emergencia tarifaria que el presidente anunció en la Asamblea Legislativa, haya aumentos o quita de subsidios para quien lo necesita y se mantenga el subsidio −o incluso se agrande− para quien lo necesita, que es la tarifa social. Es posible que la parte que es igual para todo el mundo sea de dos dígitos y se reparta en dos partes. Y que, como digo, a lo largo del año cuando vayamos identificando a quien no necesita el subsidio o que no es quien más lo necesita, esos reciban un aumento más alto y eso implique que se pueda cumplir con la meta del presupuesto y que por lo tanto el Estado cuente con los recursos para poder invertir en la educación y en todo lo demás”.

¿En la suma total entonces no subirían el porcentaje de los subsidios respecto del Producto Bruto?

“1,7% del Producto Bruto. Eso es la meta establecida en el presupuesto y eso es para lo que se está trabajando. Insisto, esto sí que es muy importante: lo que estamos haciendo es ordenar esta cuestión del cuadro tarifario, estaba muy desordenada. Si no hacíamos nada e íbamos con el esquema del gobierno anterior, eso le hubiera hecho mucho daño a la gente. Si aumentamos o si se congelasen las tarifas, eso también le haría mucho daño a la Argentina. Hay que tener un equilibrio y en eso estamos trabajando”.

¿Cuánto margen tienen el ministro de Economía y el presidente respecto de temas como tarifas o inflación para imponer los criterios que están en el presupuesto, dado que da la sensación de que un sector del gobierno lo va modificando?

“Gobernar también es ir construyendo entendimientos colectivos. Colectivos en un sentido bien amplio: cuanto más colectivos sean, mejor. Y uno de mis roles es contribuir a eso: es contribuir a un proceso social de generar entendimientos, generar consensos, generar acuerdos sobre lo que Argentina necesita para tener una economía más tranquila”.

Pero hay un sector del kirchnerismo que dice: “Tenemos un ministro de Economía que es demasiado liberal, está graduado de una universidad pública pero muy conservador”. Hebe de Bonafini dijo: “Es un traidor y un mentiroso”. Al final del día lo importante es la credibilidad del presupuesto.

“Lo aprobó el Congreso, que es donde están representadas todas las alas del Frente de Todos. Y estamos hablando de dirigentes de una importancia fundamental en el armado de nuestro frente. Dirigentes que tienen un compromiso con la Argentina, que tienen fuerza para llevar adelante ese compromiso y que trabajamos todos de una forma aunada construyendo síntesis sobre lo que le hace bien a la Argentina. Ese proceso tiene muchísimo valor para nuestro país. Ese proceso de reflexión, de ponernos de acuerdo en cuáles son los pilares fundamentales para nuestra economía, es un proceso que vale mucho.”

Si llega a buen puerto…

“Es lo que viene ocurriendo. Hemos venido construyendo. Fíjate lo que pasó en el año 2020 con la política económica. Durante todo el año, un año muy difícil de pandemia, arrancando por la reestructuración de la deuda externa, por reconstruir el mercado de deuda pública en pesos, por ir atendiendo la pandemia definiendo principios: primero la salud, segundo proteger el saber hacer a la economía y al trabajo, tercero los sectores vulnerables. Se ejecutó de una forma que se pudo lidiar con una situación realmente excepcional y durísima para todo el mundo habiendo alcanzado síntesis donde todos fuimos para el mismo lado”.

Pero la pobreza llegó a 42% pandemia mediante y si se mira el presupuesto, con la segunda ola, no hay margen para que el Estado siga asistiendo si es fuerte.

“También sucede que hubo mucho aprendizaje recorrido durante 2020 y hubo una preparación del sistema de salud para lidiar con la pandemia. No es lo mismo lo que se sabe hoy, aun cuando falta mucho por saberse sobre qué significa esta pandemia, que en marzo de 2020 cuando esto comenzó. Por lo tanto hoy estamos con capacidades distintas para lidiar con la situación pura de la salud. Por supuesto que, desde el punto de vista económico, buena parte de ese margen ya se utilizó. Hoy la economía no podría soportar un cierre total, una cuarentena estricta del tipo Fase 1 como aquella que se implementó en marzo de 2020, pero esa no es la idea”.

¿Cuál es el plan B desde lo económico ante la segunda ola?

“Desde el punto de vista de las restricciones de circulación va a ser otra historia de lo que fue en marzo de 2020. Pensemos que la economía está diseñada, preparada, funciona con circulación. Entonces por más que haya pandemia el efecto sobre la economía es menor. Fijémonos en lo que está pasando ahora: todavía estamos en pandemia. Pero llevamos nueve meses consecutivos de actividad económica creciendo. Lleva una mejora en la gran mayoría de los indicadores. Hay sectores que por supuesto están sufriendo los efectos de la pandemia pero se han estado recuperando muy fuerte. De hecho, hemos revisado hacia el alta los pronósticos de crecimiento para 2020. Era 5,5% en la proyección de septiembre de 2020 y hoy es 7%, que también es un pronóstico prudente, porque conviene ser prudentes. Pero la realidad es que la pandemia está, la pandemia golpea a todo el mundo, pero las políticas que se adoptaron en 2020 permitieron que estemos en una situación mejor que otros países de la región, habiendo protegido el trabajo y el capital de la economía. La argentina es la economía que más se está recuperando”.

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Martín Guzman: La economía de Argentina no resiste otra cuarentena estricta
01:09 - Fuente: CNN

Pero también es la que más rápido cayó.

“9,9% fue la caída del Producto, inferior al 12,5% que se proyectaba en septiembre”.

Comparado con Brasil, Uruguay y Chile, la Argentina cayó más.

“Ojo que si mirás en todo el continente, Argentina no es la que peor le fue. Por supuesto que tuvo una caída, pero no hay que mirarla en términos absolutos: hay que mirarla en relación a cuál era la proyección antes de la pandemia. Nosotros veníamos de una crisis económica muy profunda −año 2018 y 2019− y la proyección era una caída del Producto en 2020. Es decir que si comparás la caída de 9,9 del Producto con la caída que se proyectaba no nos fue peor que a la mayoría”.

Eso es manejo de cifras y de expectativas. Si es uno de los países que más cae tiene su lógica que sea de los que más se recupere.

“Eso depende, no siempre pasa. Si hay destrucción de capital los efectos de una crisis persisten en el tiempo”.

¿Usted no evalúa la perspectiva de un escenario de otro golpe fuerte de coronavirus que signifique un golpe fuerte a la economía y requiera más asistencia a la gente?

“Las medidas que ayudaron mucho, como el IFE, como el ATP, no son medidas que tengan que ver solamente con la pandemia. Tuvieron que ver con la pandemia y con las restricciones de circulación. Y hoy no tenemos restricciones de circulación y no vamos a tener restricciones de circulación como al inicio de la pandemia.”

¿Este año recuperaríamos parte de lo que se perdió pero no todo si se cumplen estas previsiones?

“No se espera que se recupere todo, se espera que se recupere una parte importante”.

¿Y la inflación?

[En] “inflación lo que apuntamos es una reducción gradual consistente de la inflación. Nosotros teníamos una proyección de que el primer trimestre iba a ser un primer trimestre con niveles más altos que para el resto del año. Además, esto tiene que ver con un conjunto de factores”.

¿Es inteligente seguir con un 29%? ¿No se repite un error de Macri que fijó metas de inflación que eran incumplibles, viendo los precios de estos meses que ya es cercana al 15%?

“Hay dos cuestiones aquí. Primero: la proyección entre lo que ocurrió en el primer trimestre con respecto a qué expectativa del primer trimestre. Porque nosotros esperábamos un primer trimestre con inflación alta. Más o menos así. ¿Y la proyección hacia delante de quién?”

Si se proyecta este primer cuatrimestre da muy alto el índice de inflación.

“Extrapolar lo de los primeros tres meses a todo el año sería un error. El 29% es el objetivo de política macroeconómica. Y hay políticas macroeconómicas, incluyendo la monetaria y la cambiaria −sobre todo la política cambiaria− que se aplicó entendiendo que se concentraba parte de la depreciación del tipo de cambio programada para todo el año en el primer trimestre. La tasa de depreciación va bajando y hay gestiones del Estado concretas para ir enderezando esta cuestión. Por eso pregunto: ¿quién proyecta? Si miramos lo que pasó en 2020 y me dan las proyecciones del mercado, la inflación que proyectaban era entre 50 y 60%. Nosotros, les decíamos, apuntábamos en que fuera entre el 22 y el 40% y fue del 36%.

Por sí o por no: ¿evalúa la posibilidad de hacer una política similar a la que hace Biden en Estados Unidos, de aplicar un nuevo impuesto a los sectores más pudientes para que los sectores menos pudientes tengan un poco más de plata en el bolsillo?

“Esta es una cuestión más estructural. Nosotros tenemos que tener una estructura tributaria más progresiva. Se han ido dando pasos en esa dirección. Un paso que ya dimos, todavía estaba el presidente anterior en el gobierno de Estados Unidos. Nosotros en diciembre de 2019 dimos un paso muy importante para tener una estructura tributaria más progresiva que fue la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva. Eso importó en 2020. Y hoy estamos viendo un aumento de la recaudación en términos reales por encima de la inflación, que en parte tiene que ver con las medidas que se adoptaron a fines de 2019. Y hay que seguir transitando ese camino”.