(CNN Business) – La Corte Suprema le otorgó a Google una victoria en un caso sobre desarrollo de software, que duró una década, sosteniendo que el gigante de la tecnología no cometió una infracción de derechos de autor contra Oracle cuando copió fragmentos de lenguaje de programación para construir su sistema operativo Android.
La copia de Google de las llamadas interfaces de programación de aplicaciones de Java SE de Oracle fue un ejemplo de uso justo, según dictaminó el tribunal en una decisión de 6 votos contra 2 del juez Stephen Breyer.
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Además de resolver una disputa multimillonaria entre los titanes de la tecnología Google y Oracle, el fallo ayuda a afirmar una práctica de larga data en el desarrollo de software. Pero el Tribunal se negó a opinar sobre la cuestión más amplia de si las API son protegidas por derechos de autor.
Google dijo que la opinión de la Corte “es una victoria para los consumidores, la interoperabilidad y la informática. La decisión brinda seguridad jurídica a la próxima generación de desarrolladores cuyos nuevos productos y servicios beneficiarán a los consumidores”.
En un comunicado, Oracle reiteró su alegación de que Google “robó” Java y utilizó su dominio económico para librar una batalla legal prolongada.
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“La plataforma de Google se ha vuelto más grande y el poder de mercado es mayor”, dijo Oracle. “Las barreras de entrada son más altas y la capacidad de competir más baja … Este comportamiento es exactamente la razón por la que las autoridades reguladoras de todo el mundo y de Estados Unidos están examinando las prácticas comerciales de Google”.
En su fallo para la Corte, Breyer dijo que si bien es difícil aplicar los conceptos tradicionales de derechos de autor en el contexto de la programación de software, Google copió “solo lo que se necesitaba para permitir a los usuarios poner sus talentos acumulados a trabajar en un programa nuevo y transformador”.
Un mundo en el que se permitiera a Oracle hacer cumplir un reclamo de derechos de autor, agregó Breyer, “correría el riesgo de dañar al público” porque establecería a Oracle como un nuevo guardián del código de software que otros querían usar.
“Solo Oracle tendría la clave”, escribió Breyer. “El resultado podría resultar muy rentable para Oracle (u otras empresas que tengan derechos de autor en interfaces de computadora) … [pero] el bloqueo interferiría con los objetivos básicos de creatividad de los derechos de autor, no más allá”.
A la opinión mayoritaria se unieron el presidente del Tribunal Supremo John Roberts, así como los jueces Sonia Sotomayor, Elena Kagan, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh. Los jueces Clarence Thomas y Samuel Alito discreparon, mientras que la jueza Amy Coney Barrett no participó.
En su desacuerdo, Thomas y Alito argumentaron que asumir que el código tiene derechos de autor por el bien del argumento y saltar a un análisis de uso justo “distorsiona” el resultado.
“El código de Oracle en cuestión aquí es protegido por derechos de autor, y el uso de Google de ese código protegido por derechos de autor fue todo menos justo”, argumentaron los jueces.
En su desacuerdo, Thomas y Alito argumentaron que asumir que el código tiene derechos de autor por el bien del argumento y saltar a un análisis de uso justo “distorsiona” el resultado.
“El código de Oracle en cuestión aquí es protegido por derechos de autor, y el uso de Google de ese código protegido por derechos de autor fue todo menos justo”, argumentaron los jueces.
En sus argumentos orales en octubre, Oracle dijo que la conducta de Google, si no se controla, arruinaría la industria del software al hacer que los desarrolladores no pudieran ser recompensados por su trabajo cuando otros usaran su código.