Nota del editor: El psicólogo John Duffy, autor de “Parenting the New Teen in the Age of Anxiety”, tiene su consulta en Chicago. Está especializado en trabajar con adolescentes, padres, parejas y familias.
(CNN) – Si bien los traficantes de drogas en la calle que incitan a los niños a consumir no han desaparecido, mis clientes adolescentes me dicen que las redes sociales son cada vez más una forma casi invisible en que los traficantes llegan a los jóvenes.
Este fenómeno puede tener consecuencias trágicas. Algunos chicos sufren sobredosis de estas drogas, en ocasiones adulteradas con sustancias potencialmente letales. Este fue el caso de la devastadora muerte del hijo de la terapeuta de relaciones y presentadora de televisión Laura Berman, que supuestamente compró Xanax con fentanilo en Snapchat.
La portavoz de Snapchat, Rachel Racusen, dio en un comunicado enviado por correo electrónico a CNN las más profundas condolencias de la compañía a la familia tras la tragedia de febrero.
“Estamos comprometidos a trabajar junto con las autoridades policiales en este caso y en todos los casos en los que Snapchat se utiliza con fines ilegales. Tenemos tolerancia cero con el uso de Snapchat para comprar o vender drogas ilegales”, dijo Racusen.
El uso de Snapchat con fines ilegales va en contra de las directrices de la comunidad de la empresa y ” hacemos cumplir las normas contra estas infracciones”, añadió.
“Estamos mejorando constantemente nuestras capacidades tecnológicas para detectar actividades relacionadas con las drogas, de modo que podamos intervenir de forma proactiva. Si eres testigo de un comportamiento ilegal en Snapchat, por favor, utiliza nuestras herramientas in-app para informar de forma rápida y confidencial, para que podamos tomar medidas”, dijo Racusen. “No tenemos mayor prioridad que mantener Snapchat como un entorno seguro y seguiremos invirtiendo en la protección de nuestra comunidad”.
En los últimos meses, he escuchado a muchas familias alarmadas, preguntándome cómo pueden proteger mejor a sus adolescentes y preadolescentes de los depredadores de las redes sociales y del uso y abuso de drogas ilícitas. Este es mi consejo.
Entender la naturaleza del trato
He hablado con dos docenas de adolescentes, entre ellos tres que se autodenominan distribuidores, sobre el tráfico de drogas a través de las redes sociales. Los traficantes suelen vender a sus amigos y a los amigos de sus amigos. Me han dicho que un círculo amplio puede resultar vulnerable, por lo que mantienen su base de clientes pequeña, estrecha y conocida. No quieren meterse en problemas, y tampoco quieren que sus clientes se metan en problemas. Por eso son reacios a vender a extraños.
Los chicos implicados en ambos lados del trato, por cierto, no se ajustan a los estereotipos que los padres podemos tener sobre los traficantes y consumidores de drogas de nuestra adolescencia. Hoy en día, me dicen una y otra vez, podría ser cualquier chico, en cualquier escuela, en cualquier lugar.
Según lo que me cuentan mis jóvenes clientes, es tan probable que consuma o trafique el chico bachiller, competitivo, que saca buenas notas, como el que falta a clase que vive drogado en el sótano.
En mis sesiones con adolescentes, he escuchado más de una docena de veces que los traficantes de drogas no necesitan aprovecharse de niños inocentes para vender sus productos, ya sea marihuana suelta, cartuchos o “carritos” concentrados de tetrahidrocannabinol o THC para vapear, psicodélicos, Adderall, Xanax o cualquier otra píldora. Sus clientes están muy dispuestos.
Cómo hablar con tus hijos
Es fácil empezar con lo que los padres no deben hacer: No se centren en los narcotraficantes de las redes sociales como si fueran depredadores. Eso puede ser contraproducente. Es una forma fácil de perder la credibilidad con tus hijos, me dicen mis clientes adolescentes, que reconocerán rápidamente lo desinformado que estás sobre cómo funciona realmente el menudeo.
Ellos están comprando a sus amigos, gente en la que suelen confiar, así que hay que ayudarles a resistir esa tentación. ¿Cómo lo hacemos?
En primer lugar, los padres deben crear una cultura en casa que permita abordar el consumo de drogas con sus hijos en cualquier momento. Es importante informarles, pero también dejarse informar por ellos, sobre la cultura de la droga que les rodea.
La creación de esa cultura de la confianza debe comenzar mucho antes de hablar del consumo y el abuso de drogas. Debes fomentar una conversación abierta y curiosa con tus hijos sobre diversos temas, no solo sobre las drogas. Habla con tus hijos sobre su música y escúchala con ellos. Mira un programa con ellos. Juega con ellos a un videojuego.
Pídeles que te muestren cómo funcionan sus cuentas en las redes sociales. Pide sus impresiones y ofrece las tuyas. Incluso puedes compartir tus propias experiencias sobre el consumo de drogas en tu adolescencia. Solo asegúrate de ser genuino y sincero. Los adolescentes y preadolescentes de hoy en día tienen un gran sentido de la autenticidad.
Fomenta un ambiente amistoso de colaboración y comunicación abierta en tu casa, lo que te sacará del papel de policía y creará un ambiente que sugiera que están juntos en esto. Sin embargo, si te conviertes en el “policía de la casa”, el ambiente será mucho más hostil para tus hijos. Te verán menos como aliado y más como un obstáculo. Esta es una posición difícil de abandonar para los padres frente a sus hijos.
Una vez que se haya establecido ese tono de confianza, descubrirás que tienes influencia y credibilidad con tu hijo, y es mucho más probable que preste atención a tus palabras.
Ahora bien, si sientes que ya estás metido de lleno en el tema de la drogadicción con tu hijo, te sugiero una conversación de reajuste con él o ella. Hazle saber que eres consciente del problema, y establece reglas básicas de seguridad, por supuesto. Eso sí, establece un tono de colaboración y resolución de problemas con ellos para mitigar el problema. Son un equipo. Como padre, tendrás que trabajar para calmar tus propias ansiedades y evitar una posición estrictamente antagónica, que puede resultar contraproducente.
Ahí es cuando hay que hablar de los peligros que pueden presentar las drogas, y de la falta de fiabilidad y la amenaza potencial de cualquier droga que se compre, ya sea de un menú en las redes sociales o de otro tipo.
Los jóvenes tienen una falsa sensación de seguridad cuando compran a alguien que conocen. En los últimos años he trabajado con demasiados menores que no han tenido en cuenta los peligros que conlleva el consumo de drogas ilícitas y su compra por Internet, sobre todo si se trata de un amigo al que han comprado en el pasado. Por ello, los padres deben destacar el hecho de que una mala decisión en este ámbito puede estar lejos de ser inofensiva. Puede cambiar la vida y, en algunos casos trágicos, acabar con ella.
Incluso el vendedor que tu hijo conoce y en el que confía no siempre sabe exactamente lo que está vendiendo. Pueden pasar inadvertidamente un producto peligroso, adulterado o letal. No son conversaciones que podamos dejar de lado con nuestros hijos.
Pero si no establecemos el tono adecuado, puede que no consigamos llegar a ellos en absoluto. Como su salud y seguridad están en peligro, no podemos permitirnos no hablar con ellos.