(CNN) – El gobierno de Biden ha intensificado su papel en la distribución y administración de las vacunas contra el coronavirus, impulsando en los últimos meses las reservas federales con más dosis y más lugares de vacunación en preparación para el aumento del suministro y la siguiente fase de la campaña de vacunación en Estados Unidos.
Al entrar oficialmente en esa fase este lunes, en la que todas las personas mayores de 16 años pueden ser vacunadas, los funcionarios de la administración Biden dijeron que estiman que el 90% de los estadounidenses viven ahora a menos de ocho kilómetros de un centro de vacunación, como resultado de la ampliación de los canales federales. Casi 40.000 farmacias están ahora equipadas para poner vacunas a través de un programa federal de vacunas directo a la farmacia, en comparación con solo unas pocas miles que había cuando el programa se puso en marcha hace dos meses.
En conjunto, el sistema federal de vacunación ––que incluye el programa de farmacias minoristas, tres docenas de centros de vacunación masiva administrados por el Gobierno federal y 1.470 centros de salud federales–– se encarga ahora de más de un tercio de las dosis que se envían cada semana, triplicando con creces su proporción de dosis semanales desde principios de febrero.
Velocidad de vacunación y equidad de distribución
El cambio da a la Casa Blanca más control en la determinación de la rapidez, el lugar y los destinatarios de las vacunas, un proceso que en gran medida ha sido gestionado exclusivamente por los gobernadores y funcionarios locales que reciben asignaciones de dosis per cápita del Gobierno federal.
Altos funcionarios de la administración Biden dijeron que la ampliación de la vía federal ayuda a asegurar que la infraestructura está lista para manejar un volumen creciente de dosis y que las vacunas se distribuyan de manera más equitativa. Mientras que Estados Unidos sigue luchando con la equidad racial en la vacunación, en la que las minorías están infrarrepresentadas entre los vacunados, los canales federales están superando la media nacional, según los datos facilitados por la Casa Blanca.
“Queremos asegurarnos […] a medida que avanzamos hacia este momento de que estamos preparados para tener la escala que necesitamos”, dijo Sonya Bernstein, asesora principal de Políticas en el equipo de respuesta al covid-19 de la Casa Blanca. “Esta es una escala sin precedentes que tenemos por delante y por eso queremos asegurarnos de que estamos apoyando a los estados y a las localidades y asegurándonos de que estamos recibiendo las vacunas rápidamente, de la misma manera que estamos tratando de hacerlo de forma equitativa”.
Los funcionarios de la administración Biden destacaron el éxito de estos canales federales –en términos de la velocidad de la vacunación y su capacidad para alcanzar los objetivos de equidad–, pero dicen que no están tratando de tomar el control del proceso de vacunación de los estados. Varios funcionarios estatales dijeron a CNN que están de acuerdo en que los canales federales son un valor añadido, pero algunos de esos mismos funcionarios desconfían de que la Casa Blanca tome el control de una mayor parte de las asignaciones de dosis de vacunas y creen que siguen estando mejor posicionados para maximizar las vacunaciones en sus propios estados.
“Creo que es un buen equilibrio, pero no me gustaría que se cambiara más”, dijo el gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, un republicano que es vicepresidente de la Asociación Nacional de Gobernadores. “No querría reducir el papel de los estados más de lo que está ahora, no querría reducir la asignación de los estados”.
Los funcionarios de la administración Biden se negaron a proyectar cuál será el desglose a partir de ahora entre los canales de vacunas federales y estatales, y lo calificaron como una decisión “semana a semana”.
Pero lo que está claro es que la Casa Blanca considera a las farmacias como una parte clave del camino para vacunar a los ciudadanos y superar la pandemia, y la expansión del programa federal de farmacias es parte de un cambio en el que los estadounidenses se vacunan cada vez más fuera de los centros de vacunación masiva.
Los funcionarios dijeron que el programa federal de farmacias es más eficiente a la hora de vacunar, administrando el 86% de las dosis entregadas, en comparación con una media nacional del 78% de las dosis administradas, según las cifras proporcionadas por la Casa Blanca.
Se han administrado casi 36 millones de dosis a través del programa desde la segunda semana de febrero, momento en que se puso en marcha.
La Casa Blanca también ha tomado nota de las encuestas que indican que los estadounidenses prefieren vacunarse en una farmacia o en el consultorio médico, y el hecho de que las dosis estén disponibles en lugares familiares y cercanos podría ayudar a disipar algunas dudas sobre las vacunas.
“Nuestras farmacias no son solo espacios vacíos. Cuentan con farmacéuticos que son –en muchas comunidades– enormes fuentes de información sobre medicamentos y tratamientos y terapias e incluso vacunas”, dijo el Dr. Cameron Webb, asesor principal de Políticas de Equidad en el equipo de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca. “Al conectar a la gente con un espacio que, a menudo para mucha gente, asocian con la vacunación, se ayuda a normalizar este proceso de vacunación”.
Aunque los estados también están transfiriendo algunas de las dosis que reciben a las farmacias locales, el programa federal de farmacias pone a la administración Biden al frente de la determinación de dónde se administran las dosis en un intento de hacer que la vacunación sea más representativa de la composición demográfica de Estados Unidos.
Vacunación de poblaciones vulnerables
Hasta ahora, los estadounidenses de raza negra y los hispanos se han vacunado contra el covid-19 en un porcentaje inferior al de su población. De las personas que han recibido al menos una dosis de la vacuna, sólo el 11,5% son hispanos y el 8,5% son negros, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), a pesar de que constituyen el 17,2% y el 12,4% de la población estadounidense, respectivamente.
Mediante el programa federal de farmacias, el Gobierno ha acercado las dosis a las poblaciones más vulnerables desde el punto de vista social, ya que casi la mitad de las primeras 30.000 farmacias participantes se encuentran en códigos postales clasificados en la categoría más alta del Índice de Vulnerabilidad Social de los CDC, que clasifica a las comunidades en función de más de una docena de factores socioeconómicos.
El programa de farmacias sobrepasó por poco los promedios demográficos raciales nacionales, ya que el 38% de las personas vacunadas a través de las farmacias se identificaron como no blancas, según un funcionario de la administración, en comparación con el 35% a nivel nacional.
Aunque el programa de farmacias privadas se encarga de la inmensa mayoría de las dosis distribuidas a través del sistema federal, también se han administrado 3,5 millones de dosis a través de tres docenas de centros de vacunación masiva gestionados por el Gobierno federal en 26 estados.
Al establecer esos sitios más cerca de las poblaciones socialmente vulnerables y al trabajar con grupos comunitarios, los sitios de vacunación masiva administrados por la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) han ayudado a mejorar los objetivos de equidad.
Los funcionarios de la FEMA dijeron que el 58% de las dosis de vacunas en esos sitios se han administrado a personas no blancas, en comparación con el 35% de media en todo el país.
El administrador en funciones de la FEMA, Robert Fenton, dijo que su agencia logró esas cifras estableciendo esos sitios más cerca de las poblaciones socialmente vulnerables y trabajando con organizaciones comunitarias para hacer correr la voz. Tiene previsto compartir las mejores prácticas con los funcionarios estatales y dijo que las lecciones aprendidas en los centros gestionados por el Gobierno federal servirán de base para las estrategias de vacunación en los más de 1.000 centros de vacunación masiva gestionados por el estado que el Gobierno federal apoya con personal o recursos.
“El simple hecho de abrir centros de vacunación y permitir que cualquier persona se inscriba, no siempre se centra en aquellos que quizá sean los más vulnerables o los que están en mayor riesgo social”, dijo Fenton en una entrevista, señalando algunos centros que permitían a las personas de ciertos códigos postales preinscribirse para tener acceso.
Los centros de salud federales
Una tercera vía federal más pequeña, la de los centros de salud federales, se dirige a las comunidades minoritarias de forma aún más directa, administrando alrededor del 70% de las vacunas a personas que no son de raza blanca, según la Casa Blanca.
A medida que la Casa Blanca ha trabajado para ampliar el sistema federal de vacunas, los altos funcionarios de la administración Biden dijeron que han trabajado estrechamente con los estados para asegurarse de que no están duplicando los esfuerzos, con los funcionarios de los CDC coordinando con los funcionarios de salud del estado para decidir qué farmacias asociadas estarán activas.
Mandy Cohen, secretaria de Salud de Carolina del Norte, dijo que para garantizar que las vacunas se distribuyan adecuadamente en su estado, a veces ha desviado las dosis de las zonas con una mayor concentración de farmacias federales asociadas, como Walgreens, por ejemplo.
El Dr. Nirav Shah, director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Maine, describió una toma de decisiones similar en su estado y la coordinación no solo con los CDC, sino directamente con las farmacias federales asociadas.
“El suministro de las farmacias complementa, no compite con el suministro estatal”, dijo Shah. “Hemos podido trabajar con ellos para activar primero ciertas tiendas y aplazar otras en zonas en las que no teníamos ninguna necesidad”.
Mientras que el programa federal de farmacias es, en promedio, más eficiente a la hora de poner vacunas, un panorama diferente surge en ciertos estados como Arkansas, donde Hutchinson dijo que el programa federal de farmacias ha tenido un rendimiento inferior.
“Yo no diría que deberíamos dar marcha atrás”, dijo Hutchinson. “Pero si tuviéramos que empezar todo de nuevo, habría mantenido (todas las dosis) dentro del estado, porque podríamos utilizar todos esos socios federales dentro de nuestra propia asignación”.
Un alto funcionario de la administración Biden señaló los datos que muestran que el programa federal de farmacias es en general más eficiente, pero dijo: “Si hay lugares en los que el programa de farmacias no está moviendo los suministros tan rápidamente como los estados, debemos esperar a ver ese cambio.”
A medida que los funcionarios del Gobierno han ido construyendo el programa federal de farmacias, han utilizado el proceso de dos meses como una oportunidad para solucionar problemas comunes, agilizando los esfuerzos de la cadena de suministro, asegurándose de que las farmacias tienen la capacidad de almacenamiento en frío que necesitan para ciertas vacunas e incluso asegurándose de que las farmacias están aumentando adecuadamente el personal en ciertas sucursales para satisfacer la demanda.
Si bien el Gobierno federal asigna actualmente las dosis a las farmacias en función de la población de esos estados, un alto funcionario de la administración dijo que planean ser más flexibles en el futuro, requiriendo que sólo el 80% de las dosis se distribuyan sobre una base per cápita.
Y aunque todos los individuos de 16 años o más son ahora elegibles para ser vacunados, los canales federales podrían seguir siendo una forma de que la Casa Blanca cumpla con ciertos objetivos y garantice que la vacunación masiva se produzca de forma equitativa. Algunas farmacias del programa federal, por ejemplo, se ponen en contacto con los pacientes de alto riesgo para informarles cuándo la vacuna está disponible en su farmacia. Otras se han asociado con empresas de transporte compartido para llevar a las poblaciones desatendidas a las farmacias.