(CNN) – El presidente Joe Biden se está preparando para declarar la masacre de aproximadamente un millón o más de armenios bajo el Imperio Otomano como un “genocidio” esta semana, con el riesgo de una posible ruptura de relaciones con Turquía, pero cumpliendo una promesa de campaña de utilizar finalmente la palabra como presidente para describir las matanzas en masa, después de que sus predecesores se negaran a hacerlo.
Dos personas familiarizadas con la decisión dijeron que se esperaba que el presidente hiciera la declaración como parte de una declaración oficial el Día del Recuerdo, que se conmemora el 24 de abril. Ambos dijeron que era posible que el presidente cambiara de opinión antes de esa fecha y emitiera una declaración reconociendo simplemente el evento sin describirlo como genocidio.
Funcionarios estadounidenses también han enviado señales a aliados fuera del gobierno de que han estado presionando para que se haga una declaración oficial para que el presidente reconocerá el genocidio, dijo una tercera persona familiarizada con el asunto.
El gobierno de Turquía a menudo registra quejas cuando gobiernos extranjeros describen el evento, que comenzó en 1915, usando la palabra “genocidio”. Turquía sostiene que ese era tiempo de guerra y hubo muertes en ambos lados, y que el número de armenios muertos fue de 300.000.
Los presidentes Barack Obama y Donald Trump evitaron usar la palabra genocidio para evitar enojar a Ankara.
Pero Biden ha determinado que las relaciones con Turquía y su presidente, Recep Tayyip Erdoğan, que de todos modos se han deteriorado en los últimos años, no deberían impedir el uso de un término que validaría la difícil situación de los armenios hace más de un siglo y señalar un compromiso con los derechos humanos hoy.
La Casa Blanca se negó a comentar sobre la decisión cuando se le preguntó el miércoles. La secretaria de prensa Jen Psaki dijo que la administración “tendría más que decir sobre el Día del Recuerdo el sábado”.
Lo polémico de usar el término “genocidio” en el caso de los armenios
Estados Unidos y sus presidentes han evitado sistemáticamente el uso de “genocidio” para describir la atrocidad. Pero como candidato, Biden dijo que si fuera elegido, prometería “apoyar una resolución que reconozca el genocidio armenio y haré de los derechos humanos universales una prioridad para mi administración”.
Pero compromisos similares no se han cumplido antes. Cuando Obama se postuló para presidente, declaró en una extensa declaración que compartió “con los estadounidenses armenios, muchos de los cuales son descendientes de sobrevivientes del genocidio, un compromiso de principios para conmemorar y poner fin al genocidio”.
Pero al igual que los presidentes antes que él, las realidades de la diplomacia intervinieron una vez que asumió el cargo. En los ocho años de su presidencia, Obama evitó usar “genocidio” al conmemorar el evento de abril. Con Turquía posicionada como un socio clave en la lucha contra los terroristas de ISIS, el tema parecía aún menos aceptable.
En 2019, el Senado de Estados Unidos aprobó una resolución que reconocía formalmente los asesinatos en masa de armenios entre 1915 y 1923 como genocidio. Antes de su aprobación, la administración Trump había pedido a los senadores republicanos que bloquearan la solicitud de consentimiento unánime varias veces con el argumento de que podría socavar las negociaciones con Turquía.
Trump intentó cultivar una amistad con Erdogan, incluso cuando las relaciones entre Washington y Ankara se deterioraron por la compra por parte de Turquía de un sistema de defensa aérea de fabricación rusa y presuntos abusos de derechos humanos por parte de las fuerzas respaldadas por Turquía en Siria.
Biden no ha hablado con Erdogan desde que asumió el cargo, aunque se espera que el líder turco participe en una cumbre climática de 40 líderes mundiales que Biden convocará el jueves y viernes.