(CNN) – Hemos tenido que adaptarnos a un mundo que cambió rápidamente durante el último año y ciertos hábitos recién adquiridos merecen conservarse cuando termine la pandemia.
Algunos de nuestros comportamientos han beneficiado al medio ambiente, como comprar en los comercios locales, reducir nuestros desplazamientos y viajar menos en avión. Otros hábitos han reducido nuestras probabilidades de contraer otras enfermedades. Pero retenerlos es más fácil de decir que de hacer.
La probabilidad de interiorizar un hábito depende en gran medida de cuán único sea en comparación con otros que tengamos, afirmó Art Markman, profesor del departamento de psicología de la Universidad de Texas en Austin.
Puede ser relativamente fácil crear un nuevo hábito si no hay nada que compita con él, como aprender a conducir hasta el trabajo en una nueva ciudad. Pero resulta más difícil si hay otros hábitos que compiten entre sí, como comer de forma saludable cuando a tu pareja le gusta mucho la repostería.
“Ya tienes muchos recuerdos de lo que haces en la cocina y el comedor, así que todos esos recuerdos compiten con el nuevo hábito que estás tratando de crear”, dijo Markman.
La clave para llevar los hábitos a un mundo pospandémico es anticiparse a los posibles obstáculos, añadió.
Markman señaló que algunas personas han aprovechado el tiempo para hacer ejercicio, que de otro modo habrían dedicado a sus traslados diarios. Si vuelven a trabajar de forma presencial y se les quita ese tiempo, podrían encontrar un gimnasio cerca de su trabajo para continuar con el hábito saludable, sugirió.
Mucha gente viajó menos en avión o en auto, lo que afectó positivamente al medio ambiente, dijo Sabina Shaikh, directora del Programa de Medio Ambiente Global de la Universidad de Chicago.
Cuando la gente conduce menos, “hay más espacio y seguridad para andar en bicicleta y caminar”, comentó.
A medida que los viejos y los nuevos hábitos chocan con la lenta reapertura del mundo, aquí hay algunos hábitos que se deben mantener después de que termine la pandemia.
Compra productos locales
Cuando el mundo entró en crisis, muchas personas acudieron a los mercados de agricultores al aire libre y a otros pequeños negocios para comprar los productos que tanto necesitaban, según la Administración de Pequeñas Empresas de Estados Unidos.
Comprar alimentos cultivados localmente ayuda a minimizar la huella de carbono, según un informe del gobierno de Alberta, Canadá.
Parte de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden del transporte que los alimentos realizan para llegar a su destino, lo que el informe denomina “kilómetros de alimentos”. En la Ley de Alimentos, Conservación y Energía de 2008, se entiende por “producto alimentario agrícola producido local o regionalmente” al producto alimentario que viaja menos de 644 kilómetros desde el punto de origen hasta donde se comercializa, o también al que se vende en el estado que lo produjo.
Reduce tus traslados al trabajo
Cuando la pandemia cerró muchas oficinas presenciales, la gente rápidamente se conectó a internet para seguir trabajando virtualmente.
Los estadounidenses recorrieron casi 59.546 millones de kilómetros menos en junio de 2020 en comparación con el mismo mes de 2019, según la Administración Federal de Carreteras. La Agencia de Protección Ambiental estima que un vehículo de pasajeros típico emite alrededor de 4,6 toneladas métricas de dióxido de carbono por año.
Markman dijo que ha visto a más personas caminar a las tiendas cercanas en su área, además de viajar menos debido a la pandemia, lo que asegura que es otro beneficio para el medio ambiente.
Trabajar desde casa un par de días a la semana podría reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Disminuye los viajes en avión
Las aerolíneas fueron una de las industrias más afectadas durante la pandemia, con vuelos cancelados debido a las restricciones de viaje y al miedo causados por el covid-19.
Solo en Estados Unidos, las aerolíneas transportaron un 70% menos de pasajeros en agosto de 2020 en comparación con el mismo mes de 2019, según la Oficina de Estadísticas de Transporte.
No estamos diciendo que no debas subirte a un avión un día de estos para visitar a la abuela, pero algunos viajes de negocios podrían ser sustituidos por llamadas de videoconferencia.
La calidad del aire mejoró en todo el mundo bajo las restricciones de la pandemia, dijo Shaikh, lo que se debió “en gran parte a la reducción de los viajes”. Sin embargo, la calidad del aire empezó a empeorar lentamente a medida que los lugares han vuelto a abrir, añadió.
En la actualidad, los vuelos representan el 2% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, y la cifra va en aumento.
Pasa tiempo con tus seres queridos en la cena
Cuando comenzó la pandemia, se hizo mucho más difícil, o en algunos casos imposible, ver a los seres queridos en persona. Las familias que vivían en el mismo hogar pasaban tiempo juntas y a menudo participaban en actividades como hacer pan y armar un rompecabezas.
Trabajar desde casa también daba a las familias la oportunidad de disfrutar de las cenas juntos.
Además de aumentar el tiempo de unión, cenar juntos en familia también mostró una asociación positiva con el consumo de frutas y verduras, según un estudio publicado en el Journal of Nutrition Education and Behavior.
Pasa tiempo en la naturaleza
Muchos de nosotros corrimos hacia las montañas cuando el covid-19 se infiltró en nuestras ciudades y pueblos.
Además de un escape más que bienvenido, explorar la naturaleza también viene con beneficios para la salud física y mental, según un estudio de 2019 publicado en la revista Scientific Reports. De los individuos que declararon pasar al menos dos horas a la semana en la naturaleza, solo uno de cada siete declaró tener mala salud.
Los niños también obtienen los beneficios de pasar tiempo de forma regular en la naturaleza, según un estudio publicado en Frontiers in Psychology. Los investigadores descubrieron que los niños que decían sentirse conectados con la naturaleza eran más altruistas y obtenían puntuaciones altas en una escala de felicidad.
Usa cubrebocas cuando estés enfermo
Antes de la pandemia, en Estados Unidos la gente rara vez llevaba cubrebocas cuando padecía enfermedades como la gripe. En los meses posteriores a la pandemia, se apresuraron a comprar mascarillas después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) publicaran una guía en la que se indicaba que el uso de una podía disminuir las posibilidades de transmitir el covid-19 a otras personas.
El uso de un cubrebocas también puede reducir significativamente la propagación del virus de la gripe, según un estudio de 2013 publicado en PLOS Pathogens.
En 2020, los CDC informaron de un fuerte descenso de la actividad gripal en Estados Unidos. Atribuyeron la disminución a las personas que siguieron las medidas de seguridad de covid-19, además de las personas que recibieron la vacuna contra la gripe.