(CNN Español) – Alexey Navalny es una piedra en el zapato realmente incómoda para el presidente ruso Vladimir Putin. Este popular opositor, de 44 años, en el pasado reciente tuvo que sufrir desde continuas detenciones hasta asaltos que llevaron por ejemplo a que la mitad de su cara resultara pintada de verde. Pero fue en agosto que sus agresores casi logran terminar con su vida. Escucha el nuevo episodio de Desafíos Globales con José Levy.
Para el presidente de Rusia, Vladimir Putin, lo que ocurre con el opositor Alexey Navalny se llegó a transformar en una verdadera pesadilla.
En unos días en que Hollywood y los premios Oscar ocupan un lugar central, en este podcast trataremos uno de esos casos “especiales” en los que probablemente la realidad supera a la ficción.
Tras haberse enfrentado a Putin, haber sido encarcelado, agredido e incluso envenenado con el material químico prohibido Novichok y estar mucho tiempo al borde de la muerte, la vida de Navalny volvió a pender de un hilo por una prolongada huelga de hambre que solo ahora acaba de finalizar.
Una crisis por Navalny en la que Estados Unidos llegó a amenazar con “castigos” contra Rusia, y de su parte Putin llegó a advertir con que aquellos que amenazan a su país “se arrepentirán como nunca lo han hecho antes”.
¿Preocupante? Sí.
Me explico.
Por un lado, tenemos a un Vladimir Putin todopoderoso que se encuentra ya en su cuarta cadencia como presidente y que, según un referéndum del año pasado, podría seguir en el cargo nada menos que 15 años más. O sea, el mismo Vladimir Putin hasta el 2036.
A nivel personal recuerdo cómo a finales del siglo… del milenio pasado, en uno de mis viajes a Moscú, la población rusa me reaccionaba con un: “¿Putin?, ¿quién es ese?” Y la verdad es que ese exagente del servicio secreto “soviético”, la para muchos temida KGB, era en esos días un total desconocido.
Extraño ahora, ¿no?
Hubo incluso quienes en su desconocimiento total, su primera reacción era recordar precisamente una palabra malsonante del español, conocida parece también en Rusia, que comienza con las mismas tres letras.
Pero para sorpresa de muchos, ese desconocido se transformó en alguien central en la historia moderna de Rusia, e incluso ha contado –en años pasados– con enormes índices de popularidad. Muchos ven con considerable admiración cómo lleva a su país y vuelve a transformarlo en superpotencia mundial, respetada por el mundo…
Y, eso sí, también temida. No solo por las armas –convencionales o no– con las que cuenta –algo que tratamos en un podcast reciente–, sino también por distintos casos de envenenamientos de opositores con compuestos a veces inverosímiles, envenenamientos de los que se teme que Putin pudo haber estado detrás.
El caso anterior más claro es el del exespía ruso Alexander Litvinenko, que falleció tras haber estado expuesto a polonio radiactivo.
Hasta el punto de que el presidente Joe Biden llegó a referirse a eso de una forma realmente explícita al confirmar que, según él, Putin es un “asesino”.
¿Era la descripción más conveniente cuando se habla de Rusia y Estados Unidos? No necesariamente.
Escucha el resto en el podcast.
Espero sus comentarios en Twitter: @joselevycnn. La semana que viene continuaremos con más Desafíos Globales que nos presente este terrible o maravilloso rincón apasionante del universo donde nos tocó vivir.
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